Entre ayer y hoy el blog está que arde. Suponen algunos y algunas que están sumando, ignorando que el plan, explicado a principio de curso, era ir acompañando las publicaciones con los comentarios. En fin, la compulsión bloguera en este caso no incrementa la valoración que haré. Para opinión general, ocurre todos los años con el mismo resultado. Además, como se hace todo con prisa casi todo tiene un menor valor en el análisis y la reflexión, como si yo midiera el peso. En fin, suerte mañana y el resto de vuestras vidas, pero especialmente mañana, por lo que a mi me toca.