Miráis la idea que estáis rodando y os dais cuenta de que puede ser mejor. No mejor porque el profesor lo diga (se equivoca con frecuencia), sino mejor porque entre los miembros de cada grupo no os emociona casi nada y además, este fin de semana se os ocurrió una alternativa nueva y diferente. O no. Se admiten cambios y también permanencias, pero recordar que casi siempre hay una segunda idea que mejora la primera. Este proceso tiene que tener un final temporal, así que lo que hagáis bien hecho está.