Para los amigos del desorden.

Después de leer el documento sobre postpublicidad, Daniel Solana sigue pensando (que cosas!) y en esta entrevista introduce lo que es su nuevo libro El Desorden, sobre la inteligencia metica. Es corto y no sólo tiene interés para esta cosa de la publicidad en la que el está. Para los amigos del orden, llega el desorden.

51 opiniones en “Para los amigos del desorden.”

  1. Desconociendo totalmente esto de la inteligencia mética me han llamado la atención ciertos comentarios. Cuando habla de la poca efectividad de fijarte objetivos porque son imposibles de alcanzar en un mundo cambiante creo que se deja de lado la idea de un objetivo como aspiración personal que nos ayude a mejorar. Fijar un objetivo suele ayudar a llevar a cabo tus tareas diarias o tu trabajo de una manera especial, dirigida a eso que queremos alcanzar, no tiene por qué ser completamente igual a lo que nos propusimos al principio pero resulta de gran ayuda cuando quieres llevar a cabo un gran número de tareas o una en concreto verdaderamente importante. Sí es verdad que los objetivos cambian, porque las personas cambian, pero nos ayudan a visualizar el futuro y a encaminar lo que hacemos de una determinada manera y creo que en estos casos fijarte un objetivo es de verdadera utilidad. También habla de la intuición como un aspecto de nuestra inteligencia que nunca se equivoca pero lo cierto es que, haciendo uso de su mismo ejemplo, cuando juzgamos a alguien basándonos en nuestra primera impresión y nuestra intuición, suele salir mal. Muchas veces nuestra intuición nos juega una mala pasada y nos obliga a retractarnos cuando hacemos uso de otras facetas de nuestra inteligencia como la comprensión hacia la otra persona, tal vez esto sea por la falta de entrenamiento que él mismo pide que se enseñe desde pequeños. Muy interesante.

  2. En un entorno donde reina la incertidumbre, como es el las empresas, lo más inteligente es estar preparado para todo. La creatividad y la intuición aportan un valor añadido y propio al trabajo publicitario pero no son incompatibles con el rigor, y la racionalidad, de hecho la sinergia de lo que Solana llama inteligencia mética y la inteligencia lógica es la opción, a mi parecer, más existosa. Un caos ordenado. Y como Solana cita a los antiguos griegos, yo me permito la réplica: <>.

  3. “Vivimos encerrados en un entorno de racionalidad que nos impide ser más creativos” La razón es necesaria, pero un poco de locura de vez en cuando no viene mal. A veces la racionalidad es demás, hay que darse alas.
    Hasta hace unos minutos desconocía la existencia de la inteligencia mética y de Daniel Solana. Este publicista y escritor me ha hecho ver el mundo con otros ojos.
    ¿Objetivos? Como bien dice Solana, no debemos marcárnoslos, nos limitan, aun sin darnos nosotros cuenta, marcarnos objetivos nos limitan a ceñirnos a algo, sin posibilidades de variar o con riesgo a fracasar.
    Desde pequeños nos enseñan a hablar de una determinada manera, a vestir de una forma, a estudiar y estudiar y estudiar. Es una rutina lo que seguimos, lo que hace que no podamos improvisar, romper con las normas y crear cosas brillantes. La forma que tiene Daniel Solana de ver el mundo es interesante, y desde mi punto de vista, pienso que deberíamos empezar a pensar un poco más como este hombre y dejarnos llevar.
    Esta entrevista es apicable al día a día, a la vida íntima, pero también a la publicidad y al periodismo, hay que romper con lo marcado, con lo «racional», y mostrarle al consumidor todo lo creativos que podemos llegar a ser.

  4. El publicista Daniel Solana nos muestra una nueva manera de llevar a cabo las campañas publicitarias así como otras actividades de nuestro día a día sin ser tan meticulosos y organizados es decir, dejandonos llevar por nuestras intuiciones y pensamientos. Considera que es el mejor método para trabajar sin tantas obligaciones y más, en un mundo como el de la publicidad, en el que tener ideas y pensamientos propios, en un inicio sin mucho sentido o conexión, nos puede llevar a un gran resultado inesperado.

  5. Personalmente, estoy muy de acuerdo con Daniel Solana en sus afirmaciones. Vivimos educados para ser obedientes, seguir unas pautas marcadas, unas normas, un orden y, por ello, cuando tenemos que saltarnos las normas, no sabemos hacerlo, y es precisamente eso lo que se necesita, no solo en la publicidad, sino, en la sociedad en general: gente que sea capaz de saltarse las normas para apostar por algo en lo que cree, porque sí, porque cree que es así, sin más, sin justificaciones lógicas. Citando al escritor. “Vivimos encerrados en un entorno de racionalidad que nos impide ser más creativos”, y eso nos impide mejorar, cuanto más en un mundo en el que la creatividad es la herramienta básica. Algo parecido sucede con el aprovechamiento de oportunidades: una vez que se presenta, debes aprovecharla, sin más, ¿Y por qué? Porque las oportunidades están para eso, son efímeras e inesperadas, son trenes que pasan sin dar tiempo a replantarse argumentos lógicos que justifiquen subirse a él. Te subes y ya, guiándote por tu instinto o, como he descubierto con Solana, por tu inteligencia mética.
    Como he dicho, las reflexiones del autor son aplicables a la sociedad en general. Los seres humanos somos demasiado hipócritas al pensar que podemos planificar todas y cada una de las cosas que ocurren de manera racional, es algo imposible y absurdo. Debemos aprender a ser irracionales. A dejar volar nuestras otras formas de inteligencia. Aprender a estar preparados y a tomar decisiones inesperadas guiados por ellas. En definitiva, cambiar nuestra forma de actuar para mejorar, no solo a nivel profesional, sino también a nivel personal, vital, como seres humanos.

  6. Es cierto que la población es educada en una sociedad que pone excesivas barreras al libre desarrollo de sus ideas, algo que hace que pierda parte de su potencial y que se merme su creatividad. A pesar de esto, también es importante la racionalidad en su justa medida; marcarse objetivos y llevar unas determinadas líneas para su cumplimiento puede ser una manera óptima para triunfar.
    La mética, ese»desorden» , debe tener unos límites racionales, pues es lo que permite ser consciente de las posibilidades que pueden tener determinadas ideas en un determinado contexto. Debemos dejarnos llevar por nuestra intuición, pero valorando nuestro entorno y con unas pautas lógicas.

  7. A pesar de estar de acuerdo con lo que dice Daniel Solana al decir que nos han educado para ser obedientes, seguir determinadas normas y rutinas, no coincido con él cuando dice que no deberíamos marcarnos unos objetivos.
    Yo creo que todos deberíamos ponernos unos objetivos en la vida para poder esforzarnos y llegar a ellos, aunque muchas veces no lo consigamos podemos pensar que lo hemos intentado. Llevándolo al mundo de la publicidad, veo necesario marcar unos objetivos y no dejar que todo ocurra de manera espontánea, pues lo que tienen que conseguir es atraer el mayor número de clientes posibles a través de una buena imagen de la marca en el anuncio y dando confianza a la gente.

  8. Me ha gustado esta forma tan «libre de racionalidad» otra forma de concebir el mundo libre de pautas , de lo que se debe hacer o no… que demostrar las cosas a los demas con el sentir y no con datos puede ser algo muy plausible…
    Es una forma de acercar pensabientos del Tao y Zen pero de na manera menos espiritual pero presentado de una manera logica.
    Pienso que deberia ser un tipo de publicidad y estilo que se deberia llevar a cabo,pero no todo el mundo esta preparado para concebir este tipo de cosas.
    Por otra parte me planteo leer mas sobre este tema dado que me ha gustado mucho .

  9. No soy muy aficionado a la total libertad para realizar algo ya que creo que funciono mejor con pautas o rutinas a seguir. Pero eso a un nivel superior a uno mismo pienso que es mejor mezclar tanto las rutinas como el «desorden». La entrevista a Solana es muy interesante a mi parecer ya que introduce un término que pocas veces se utiliza ya que estamos habituados a las pautas y rutinas y todo lo demás no parece raro. El talento, la creatividad. la improvisación o la capacidad de reacción no vienen dadas por una pauta y son probablemente la fórmula del éxito tanto individualmente como en la publicidad y son, en realidad, inteligencia mética.

  10. Solana, en esta entrevista habla de ciertos aspectis como la poca efectividad de fijarte objetivos porque son imposibles de alcanzar en un mundo cambiante.
    Mas yo considero que fijar un objetivo suele ayudar a llevar a cabo tus tareas diarias o tu trabajo con cierto orden, aunque no tiene por qué ser completamente igual a lo que nos propusimos al principio, pues, es verdad que todo cambia pero organizarse ayuda a visualizar el futuro y a encaminar lo que hacemos de una determinada manera, por lo que xreo q fijarse objetivos es una buena norma. También habla de la intuición como un aspecto de nuestra inteligencia que nunca se equivoca pero lo cierto es que, haciendo uso de su mismo ejemplo, cuando juzgamos a alguien basándonos en nuestra primera impresión y nuestra intuición, suele salir mal, provocando que no nos dea una idea veraz de lo que ocurre.

  11. Hasta el momento desconocía el concepto de inteligencia mética del que habla Daniel Solana. Me han llamando la atención ciertas afirmaciones del publicista, con las que además estoy de acuerdo. Yo también creo que se nos educa conforme a la racionalidad y se imponen unas líneas a nuestras capacidades, cada individuo debería potenciar su intuición, la información ayuda a esta pero no la debe substituir, como el mismo Solana afirma. En la entrevista el autor del libro El Desorden también nos dice que no debemos fijar objetivos, si no que debemos aprovechar las oportunidades que se nos presentan. Yo creo que debemos fijarnos metas en la vida pero ser flexibles a la hora de alcanzarlas y ciertamente aprovechando las oportunidades que se nos muestran por el camino, aunque algunas supongan desviarse del plan trazado.
    Nos enseñan a ser racionales y seguir una rutina, pero opino, al igual que el entrevistado, que debemos fomentar nuestra intuición y nuestra creatividad, ya que estas nos van ayudar a conseguir oportunidades que debemos seguir, aunque se desvíen de los objetivos que hemos marcado fruto únicamente de esa racionalidad.

  12. Estoy de acuerdo en que somos educados en una sociedad que nos limita la creatividad, una forma de educación que en ocasiones parece que incluso desprecia esta cualidad, pero creo que es en lo poco que estoy de acuerdo con Daniel Solana. Quizás porque me gusta que en mi vida en general haya cierto orden, pero en el ejemplo que este hombre pone acerca de una empresa, en la que no tiene objetivos… Me parece cuanto menos una idea utópica. No veo los objetivos y el querer llegar a ellos como algo negativo, las metas son necesarias para poder llegar a un punto concreto. Igualmente, me ha producido cierto interés por la inteligencia mética, ya que creo que debería ser explotada en las personas desde niños, y debería considerarse igual de importante como la inteligencia científica.

  13. Yo creo que todos estamos acostumbrados a llevar una vida con cierto orden. El 90% de ese orden seguramente sea para alcanzar diversos objetivos que más o menos están impuestos. Por eso creo que la propuesta de Daniel Solana de libertad por un lado está bien, porque llevamos una vida muy organizada, pero por otro lado que sería de nosotros sin unos objetivos o metas que nos motiven a hacer cosas?
    En cuanto a la inteligencia mética, estoy muy de acuerdo en algunas cosas con Solana, ya que creo que se nos educa en cuanto a nuestra racionalidad y hay mejores maneras de educar.

  14. A mética e a lóxica son, e sempre foron, inimigos naturais. Como se faláramos do día e a noite: se hai un, non pode haber o outro. Doulle a razón ao amigo Solana no tema de que nacemos nun mundo onde nos ensinan a acatar as normas, seguir un rego e non saírse del. Poderíanse poñer exemplos claros disto: Dende nenos nos ensinaron a colorear dentro da línea, a facer unha fila cunha orde predeterminada diante a porta da escola, a escribir con boa letra e a ter o cuarto ordenado. ¿Non é unha vida demasiado encauzada? A natureza caracterízase por unha desorde, pola sorpresa, polo inesperable. ¿As tormentas avisan cando veñen? ¿O río non desborda? ¿Non neva ás veces en pleno Abril?

    Isto contribúe, en certo modo, á matematización do mundo, pola que un máis un son dous, e non hai forma de que sexan catro, porque é o que se estableceu como ciencia exacta. Ao darlle máis importancia ao campo científico, as capacidades creativas somérxense nun océano onde afogan e desaparecen. Ninguén nos vai falar do malas que son as matemáticas, porque permitiron o progreso tecnolóxico, pero si que se oe falar da inutilidade do campo creativo, porqeu para unha vida promedio, con razón, non vai ser de utilidade. Falan algúns autores de que estamos nun proceso de decadencia creativa, que se lle pode achacar directamente a esta cientifización da sociedade.

    Isto quizais sexa producido por un maior desenvolvemento do hemisferio esquerdo do cerebro, que é o que guía o noso instinto lóxico, fronte a unha progresiva caída no desuso do hemisferio dereito, que é o que guía a nosa intuición, a nosa creatividade e a nosa capacidade para saírnos do establecido. Agora cabe preguntarnos: ¿este cambio é bo ou malo?

  15. Sinceramente, me ha sorprendido mucho la visión que tiene Daniel Solana en cuanto al mundo y a la publicidad, de no seguir las normas y salirse de lo establecido, idea con la cual no puedo estar más de acuerdo. No conocía el concepto de inteligencia mética, el cual me ha parecido sumamente interesante y me encantaría poder ahondar más en este asunto.
    Vivimos en un mundo en el que estamos completamente obligados a seguir un orden y una racionalidad, no solo a nivel profesional, sino también a nivel personal, aunque quizás de manera menos estricta. En general, podemos tener ideas e intuiciones que no llevamos a cabo por miedo a que salgan mal, pero opino, igual que Solana, que deberíamos ser un poco más arriesgados y dejarnos llevar, pudiendo así descubrir otros hechos sorprendentes y que nos llevaran por caminos distintos a los habituales. Hablando estrictamente del ámbito publicitario, estaría bien que se rompiera más a menudo con las normas básicas que definen lo que sería un buen spot y arriesgarse, para así poder ver los resultados obtenidos y, quizás, sorprendernos de los buenos resultados.

  16. En griego antiguo Metis significa «astucia» o «sabiduría, habilidad, destreza». Daniel Solana, nos hace un planteamiento como «la inteligencia de la artimaña, alternativa a la racionalidad lógica, que combina conocimientos, capacidades mentales y habilidades donde interactúan, entre otros, aspectos como la sagacidad, el ingenio, la audacia, la intuición, la experiencia, la astucia o el sentido de la oportunidad». Esta combinación debería servirnos para resolver los aspectos prácticos de la vida cotidiana y por extensión lo relacionado con la vida profesional.
    Frente al razonamiento lineal, analítico e inequívoco de la lógica (excesivamente inflexible y rígida), debemos usar la creatividad para resolver los problemas a los que nos enfrentamos.
    También nos habla del discurso que nos inculcan a lo largo de toda la vida donde se nos propone plantear unos objetivos que debemos conseguir y del miedo a salirnos del orden rutinario que nos transmiten; frente a esto, propone aprovechar las oportunidades que continuamente se nos presentan.
    Personalmente, considero que lo ideal es una mezcla de la lógica y de la creatividad. Situarnos en el punto medio entre el orden y el desorden. No ceñirnos a la razón, pero tampoco olvidarla completamente.

  17. Unha vez máis, móstrasenos que a publicidade non está dentro dos moldes do convencionalmente entendido como racional. Solana introdúcenos desta volta no mundo da intelixencia mética, é dicir, unha especie de elemento antitético, ou na miña opinión, complementario aos pensamentos racionais. A intelixencia mética combina coñecementos e habilidades intelectuais, enxeño, intuición, a experiencia… En resumo, a creatividade.
    Tal e como di Daniel Solana na entrevista, estamos nunha sociedade na que saírse do previsto, do establecido non está ben. Pero realmente, é correcto meternos nun camiño que non leva a ningún sitio? Neste sentido é no que afirma que fixarse obxectivos é un erro porque fai que nos centremos en aspectos que non son importantes ou que descoidemos os que realmente si o son. A xente parece non percatarse de que os maiores descubrimentos foron por accidente, non por fixarse unha meta. Creo que os obxectivos son unha especie de mecanismo racional á incerteza, pero ante esta temos outra opción: a intelixencia mética; o desorde.
    Así pois, opino que as campañas publicitarias son a manifestación da intelixencia mética: son enxeñosos, intuitivos, creativos… Búscase despertar a creatividade e as emocións, e non o raciocinio.
    Gustaríame rematar cunha frase: «bendito caos, porque é síntoma de liberdade»

  18. Paréceme moi interesante a reflexión que plantea Daniel Solana na entrevista e comparto a súa visión sobre a sobrevaloración social da racionalidade e a orde e o perxudicial de fixar obxectivos moi concretos que se poidan acabar convertindo en lastres máis que en estímulos. Porén, penso que a aplicación práctica da intelixencia mimética no eido da publicidade e a empresa é probabelmente inviábel, polo menos no curto-medio prazo, a non ser como algo anecdótico e puntual, non xeralizado, pola desconfianza e desconcerto que provocan nos clientes das axencias de publicidade as campañas baseadas nela, como o propio Solana comenta. As campañas publicitarias poden condicionar enormemente o porvir dunha marca e ademais son custosas, polo que as empresas non adoitan arriscarse moito e prefiren opcións que lles transmitan confianza, debidamente calculadas e analizadas racionalmente segundo os métodos tradicionais, aínda que realmente non garanticen ningún tipo de éxito.

  19. Daniel Solana invítanos a recapacitar sobre o sentido da palabra desorde, a desprender esa connotación negativa que todo o mundo lle damos ao termo para ver que ten un sentido moi positivo: o desorde como creatividade, como intuición, como arte… Un valor que debe ser apreciado na publicidade: á hora de creala, olvidar os límites establecidos, a racionalidade, e comezar a crear unha publicidade diferente ao que se leva vendo dende os seus inicios. Que unha peza publicitaria sexa creativa non significa que non sexa seria, ou que o traballo que hai detrás non sexa tan duro como o das pezas máis sobrias. A creatividade é unha das grandes facultades diferenciadoras do ser humano e non deberiamos desbotala polo prexuízo de que non é seria ou adecuada nalgúns parámetros.

  20. Creo que esta entrevista a Daniel Solana deixa un espazo a reflexionar. Creo como el que sen darnos conta queremos ter todo sempre planificado, seguir un orden e non nos gusta que as cousas e os plans se nos torzan cando temos un lista de cousas xa pensadas para facer e sempre pensando que podemos ter todo baixo control cando no fondo sabemos que eso non é así. Como el di, hai diversos factores que inflúen á hora de facer algo, de tomar decisións co cal as cousas deben facerse cando se nos presente a oportunidade e nos sintamos agusto e non tanto guiándonos por conceptos que levan toda a vida con nós porque fomos así educados, cunhas pautas e unhas actividades fixas que seguir cada día.
    Evidentemente, se xa na vida privada temos unhas pautas marcadas, no mundo profesional queremos seguir ceñíndonos a iso por medo a que non nos tomen en serio e así é como probablemente, se vaian as mellores ideas por non arriesgar e ser creativos.
    No fondo, creo que todos vivimos nun conflicto continuo entre cosmo e caos, aínda que baixo o meu punto de vista, deberíamos deixarnos guiarnos máis pola intuición e creatividade e sorprendernos coas cousas que podemos descubrir e apartar un pouco todo aquilo que nos fai iguais ao resto.

  21. Creo que esta entrevista a Daniel Solana deixa un espazo a reflexionar. Creo como el que sen darnos conta queremos ter todo sempre planificado, seguir un orden e non nos gusta que as cousas e os plans se nos torzan cando temos un lista de cousas xa pensadas para facer e sempre pensando que podemos ter todo baixo control cando no fondo sabemos que eso non é así. Como el di, hai diversos factores que inflúen á hora de facer algo, de tomar decisións co cal as cousas deben facerse cando se nos presente a oportunidade e nos sintamos agusto e non tanto guiándonos por conceptos que levan toda a vida con nós porque fomos así educados, cunhas pautas e unhas actividades fixas que seguir cada día.
    Evidentemente, se xa na vida privada temos unhas pautas marcadas, no mundo profesional queremos seguir ceñíndonos a iso por medo a que non nos tomen en serio e así é como probablemente, se vaian as mellores ideas por non arriesgar e ser creativos.
    No fondo, creo que todos vivimos nun conflicto continuo entre cosmo e caos, aínda que baixo o meu punto de vista, deberíamos deixarnos guiarnos máis pola intuición e creatividade e sorprendernos coas cousas que podemos descubrir e apartar un pouco todo aquilo que nos fai iguais ao resto.

  22. La inteligencia mética, ese concepto que Daniel Solana define como una forma de pensamiento que engloba creatividad, libertad de pensamiento, intuición… es algo que antes desconocía y que me parece realmente interesante.
    Solana aporta una visión bastante novedosa para mí, en cuanto a la forma de organizar (o no) nuestra vida y nuestras acciones. Defiende el no marcarnos objetivos, pues todo es cambiante y estas metas terminan por ser irreales, algo que yo personalmente no comparto, pues considero que los objetivos nos ayudan a mejorar, a conseguir aquello que nos propongamos y asimismo a luchar más por aquello que queremos. Es cierto, que para mí, los objetivos deberían ser siempre a corto plazo, pues es más fácil que estos objetivos sean alcanzados y de este modo, nos animemos a seguir consiguiendo cosas.
    Aunque los objetivos puedan limitarnos, también nos ayudan a seguir un camino y tener una especie de guía para obtener aquello que queremos.
    Por otro lado, creo que la creatividad no tiene por qué estar reñida con la lógica o con la racionalidad. Tanto en la vida diaria como en las actividades publicitarias, la razón o la rutina mismo, no son algo negativo, pues de forma combinada con la creatividad y la intuición se pueden hacer grandes cosas. En las empresas, como se comenta en el vídeo, las cifras son importantes y por eso considero que ser meticuloso u organizado es algo que tiene un gran peso a la hora de tomar decisiones; utilizar la lógica y la racionalidad, o incluso seguir procedimientos rutinarios (incluso en publicidad) es en cierta medida necesario, aunque si es cierto que la creatividad y la intuición juegan un papel de gran valor, y en muchas ocasiones, deberíamos dejarnos llevar más por estos conceptos y dejar nuestra mente libre y caótica.

  23. No creo que no haya que marcar objetivos. Podemos intentar alcanzarlos de forma racional o utilizando la inteligencia mética, pero sin ningún objetivo no tenemos nada que intentar alcanzar. Pueden variar, pueden evolucionar según avance la empresa, la competencia o la sociedad porque afortunadamente nada permanece estático durante mucho tiempo, pero precisamente en la capacidad de adaptación a esos cambios reside la supervivencia.
    Estoy de acuerdo con Solana en el apoyo a la no racionalidad. Como él dice, para tomar las decisiones de nuestro día a día, nos basamos más en la intuición que en la razón, porque la razón es tan subjetiva como la intuición.
    En el mundo de la publicidad, un mundo cada vez más amplio y que cuenta con más cantidad de información, está claro que las propuestas deben ser mínimamente racionales, pero no debería ser el único criterio para tomar una decisión. Que no puedas dar un argumento firme de por qué crees que tu propuesta tendrá éxito no debería ser un motivo para no desarrollarla. Puedes dar datos relevantes como que 4/5 expertos recomiendan tu producto o que más de 10.000 clientes están satisfechos con él, que al fin y al cabo, si tu campaña no llega al consumidor, si no le entra por los ojos y le impacta, no servirá de nada.
    Y ese anuncio «que nos llega» no lo hace de forma racional, sino porque activa algo dentro de nuestra cabeza que ni siquiera me atrevería a afirmar con certeza que fuera la intuición. Viva el caos.

  24. Estamos disciplinados, eso es un hecho. Pero llamar inteligencia mética al hecho de ignorar lo anteriormente aprendido para comenzar a utilizar nuestro propio criterio – tan propio como sea posible- me causa disonancia, aunque el término ¨instinto¨, tampoco me convence. Entiendo a qué se refiere y me agrada bastante, sólo el nombre no me parece el adecuado.
    Si estoy de acuerdo con la forma en que planteó lo de ¨no fijar objetivos¨, tal vez le volvió a dar un significante erróneo, pero el significado es bastante bueno, es cierto que dependemos de mil factores fuera de nuestro control y en mi experiencia, las oportunidades se aprovechan o se van.
    En general, me parece una buena linea de pensamiento la que maneja Daniel Solana.

  25. Si bien no estoy segura de hasta qué punto esta estrategia de actuación propuesta por Solanas sería viable en cualquier ámbito, lo que sí está claro a mi parecer es que en el ejercicio de la publicidad puede hasta ser la más recomendable. La publicidad tiene como objetivo último el llamar la atención, y ¿qué mejor que salirse de la norma para hacerlo? Causar revuelo, impresionar al espectador o deshacer todos sus esquemas no se consigue con parámetros y normas; o puede que sí, pero suena mucho más natural de la manera que Solanas propone. Quizás, tal y como sugiere en esta entrevista, estemos educados a base de presión para pensar que nuestra capacidad innata de creación esté más sujeta al fallo que la manera más rigurosa de lograr un objetivo, o quizás simplemente sean dos maneras distintas de llegar al mismo punto. Personalmente considero la intuición el arma más fuerte que cualquier persona puede tener.

  26. Partiendo de la base que desconocía totalmente lo que era la inteligencia mética y todo lo que la rodea, me ha parecido muy interesante todo lo que engloba. No sabía que en situaciones de gran importancia e incertidumbre usamos este tipo de inteligencia y dejamos de lado la racionalidad. Estoy de acuerdo con Solana, no debemos evitar la mética en el trabajo, nunca hay que fijar objetivos y lo principal, encontrar una oportunidad y saber aprovecharla. Me llamó la atención cuando dijo que los datos e información no te pueden impedir tomar una decisión que intuyes que puede ser beneficiosa. Y como en todo en la vida es así, hay que estar en el momento justo y aprovechar lo que te dé el destino. El error es de base ya que desde pequeños te imponen objetivos en el día a día, no nos enseñan a ser desobedientes e innovadores como diría Solana. Y con todo esto me surge una duda; ¿al final este método de trabajo tiene éxito?. Gran entrevista.

  27. En plena era de las gurús del orden, con Marie Kondo y compañía a la cabeza (http://bit.ly/2npDEep), me alegra saber que todavía hay quienes se atreven a reivindicar el desorden. Como hijo de la educación moderna, burocratizada hasta el absurdo, me preocupa reconocerme entre esas cabezas que, parafraseando a Solana, “se dejan llevar demasiado por la inteligencia tan fría de lo racional y de pensar que uno puede planificar todo: su futuro y el de los demás”.

    ¿Qué habría pasado si Jobs, Gates o Zuckerberg no se hubiesen desviado ni un milímetro de su plan divino de becas y universidades de prestigio? Nunca lo sabremos. De lo que sí podemos hablar es de lo que pasó: se desviaron y triunfaron. Y también sabemos que cada vez son más las grandes empresas que ya no creen en los títulos, sino en las personas. (http://bit.ly/23kgJyE)

    Reivindiquemos el desorden y la inteligencia mética. Recuperemos la intuición, la creatividad, la flexibilidad de espíritu y el sentido de la oportunidad en la educación, en la empresa, en la publicidad. En la vida. En eso aún somos mejores que un ordenador.

  28. Daniel Solana con su libro «El desorden» nos invitar a dejar el miedo atrás, abrir nuestra mente y empezar a usar esa parte de nuestro cerebro que en el ámbito profesional tenemos tan descuidada. Se trata de una apuesta a la intuición, la creatividad, la flexibilidad de espíritu y sobre todo el sentido de la oportunidad, capacidades y formas que se muestran como una alternativa racional a la lógica.
    Comparto totalmente con Solana la idea de que no debemos fijar objetivos ni planificar racionalmente cada instante de nuestra vida, vivimos en un entorno que muda constantemente y en interacción con otras personas que tienen distintas ideas y que pueden cambiar totalmente nuestros planes, el mercado cambia y es por eso que seríamos soberbios pensando que podemos fijarnos unos objetivos y cumplirlos tal con lo establecido. Deberíamos sí plantearnos unas metas, pero siendo conscientes que estas pueden cambiar en cualquier momento y que lo más importante y sensato es aprovechar las oportunidades que nos brinda el destino. Si echamos la vista atrás podremos observar como los grandes triunfadores de la historia, como Bill Gates, Mark Zuckerberg, Steve Jobs o incluso Amancio Ortega, deben su éxito en gran parte a salirse de las líneas y planes establecidos, dejar la rutina y dar una oportunidad a su intuición. Admiramos a estas personas que se han podido saltar las normas sin ser conscientes que nosotros también podemos, que sólo es una cuestión de actitud y moralidad.
    Para acabar me gustaría repetir la frase citada por Solana de Bill Bernbach : “Los datos los tiene todo el mundo, la intuición solo es tuya”

  29. Estoy de acuerdo con Daniel Solana en que el publicista ha de explotar al máximo sus capacidade méticas para realizar un anuncio positivo y que ayude a cumplir sus objetivos. Sin embargo, pensando un poco más en general, si que es cierto que el publicista debe basarse en la intuición o en lo que crea que va a llamar la atención del consumidor (por algo se realizan estudios sobre el mercado y los hábitos de consumo); pero… y el consumidor? Nosotros, estamos maniatados a lo que la Publicidad nos hace ver, por lo que muy pocas veces vamos a poder utilizar lo que Solana denomina como inteligencia mética.
    En cuanto a lo del desorden, estoy de acuerdo de que una vida cuadriculada al máximo no te va a dar más que problemas. El desorden, fomenta aspectos méticos como la imaginación o la intuición; pero tampoco nos pasemos, debe ser todo en su justa medida. Es decir, que una empresa de publicidad que de pie a que sus trabajadores utilicen en la medida de los posible las técnicas méticas y bajo un orden jerárquico de mandato en la empresa estará actuando correctamente. Un desorden completo o un orden demasiado estricto no son las mejores vías para lograr los objetivos que te propongas.

  30. Me ha parecido una entrevista bastante interesante pero, si algo me ha llamado mucho la atención ha sido el hecho de no fijar objetivos. Desde pequeños como dice Daniel Solana nos enseñan a llevar una vida con cierto orden, sin destacar, sin tener ideas que puedan llamar la atención, nos enseñan a ser rutinarios y eso no es disfrutar de la vida. Desde siempre he pensado que cada día debemos hacer algo diferente pero sin planearlo demasiado, sin tener miedo al que pasará porque, si la vida son dos días debemos aprovecharlos al máximos ¿no crees?. Es por esto que me siento identificada con las palabras que ha pronunciado el autor de “El desorden” acerca de la dirección de una empresa, no debemos fijar objetivos, podemos planearlos, imaginarlos pero nunca fijarlos pues, si lo hacemos, nos encontraremos bajo una presión constante y eso es inútil ya que el hecho de que algo salga bien no depende solo de nosotros mismos, depende de mil factores más.

  31. Estoy de acuerdo con Solana en que deberíamos permitirnos no seguir siempre unos objetivos y dejarnos llevar por la espontaneidad, pero no creo que esto deba ser así todo el tiempo. Es decir, es cierto que desde pequeños se nos imponen ciertas cosas que hacen que nos veamos obligados a seguir las rutinas que nos impone una u otra sociedad. Esto es lo que me parece negativo, ya que tiende a crear personas «estandarizadas», con mismos ideales y pensamientos, incapaces de salirse de la línea y pensar por sí mismas.
    No obstante, creo que es positivo que individualmente visualicemos nuestros propios objetivos , que pensemos en qué queremos conseguir, ya que así intentaremos luchar por ellos y nos esforzaremos por alcanzarlos. Como dice Solana: podemos plantear objetivos, pero no fijarlos para no condenarnos y limitarnos. Esto es bueno porque nos permite sacar lo mejor de nosotros mismos.
    Esta filosofía probablemente puede aplicarse tanto de forma personal como empresarial, ya que de nada sirve que una empresa se empeñe en lograr un objetivo y se limite únicamente a su consecución si por el camino deja pasar otras oportunidades que le harían desviarse de su objetivo, pero que probablemente podrían llevarla igualmente al éxito.

  32. En publicidad muchas veces no existe mayor cordura que escapar de esta misma. Si bien el orden la disciplina y la sensatez son preceptos básicos para trabajar en cualquiera materia que se nos ocurra (pensemos en su importancia en las matemáticas) dentro de la publicidad buscamos algo que vaya más allá de todo esto. La originalidad, la atención del público y el recuerdo del producto en sus mentes, son objetivos que el orden y la disciplina no siempre nos garantizan.

    Escapar del orden nos permitirá escapar de lo pautado, de lo normativo y de todo aquello que ya vemos día tras día en nuestro televisor y que deja de funcionar por rutinario y monótono. Al mismo tiempo nos permite acceder a otros recursos más inusitados, y que pueden resultar más eficaces y rentables en el mundo publicitario como pueden ser la espontaneidad, la improvisación, la naturalidad, etc.

    Pensando en el cine, una disciplina artística donde también demandamos originalidad y creatividad, se me ocurre como ejemplo la película Memento, de Christopher Nolan. Los acontecimientos son contados en la película en un sentido temporal inverso al corriente, evitando así el orden racional de los sucesos. La película se ve dotada así de total originalidad y particularidad, causando gran sensación por ser tan diferente al resto de filmes. Al igual que Nolan hace de manera fantástica su obra la clave no radica solo en dar rienda suelta a la espontaneidad y en aprovechar el desorden, pues estos acaban necesitando siempre ciertos límites basados en la racionalidad y en la cordura de la mente humana. Es precisamente en esta dificultad de conjugar ambos elementos en su dosis correcta y en encontrar el término medio, donde muchos proyectos terminan fracasando y resultando obras absurdas e irracionales que no consiguen despertar el interés del público.

  33. En esta entrevista realizada a Solana, se podría decir que se pueden contraponer varias opiniones. En un primer momento, considero que se le debe dar la razón en el sentido de que sí pienso que la sociedad pone límites a la creatividad y, por lo tanto, hace que todos vayamos por un mismo sitio. Ya desde niños nos enseñan lo que es la rutina, lo que es el bien y el mal, y nosotros ni siquiera habríamos tenido tiempo a tener dicha experiencia.

    Sin embargo, me parece extraño el hecho de que afirme que no deberíamos fijarnos objetivos. Para mi, es algo fundamental, es decir, si tú te marcas un objetivo es porque sabes que puedes cumplirlo, es tu meta, el final del camino.Y cuando llegas allí, quieres más y más. Para mi no deja de ser una de las motivaciones más importantes para la vida. Si bien es cierto que a veces las cosas no siempre salen como se planean, pero no considero que marcarse un objetivo sea planear tu vida, simplemente es una meta a la que quieres llegar.

    Hay afirmaciones que invitan a reflexionar, pues el autor de »El Desorden»me ha hecho pensar si realmente merece la pena marcarse un objetivo, o no es tan necesario, como ocurriría por ejemplo en el caso de las empresas. Y eso que yo ya tenía una idea bastante clara sobre el tema.

  34. Lo primero decir que desconocía la inteligencia mética de la que nos habla Daniel Solana, una inteligencia que se nos prensenta como una forma de razonamiento útil, orientada a la acción y aplicable a todo tipo de situaciones. Después decir, que la verdad yo me considero más amigo del orden que del desorden o eso intentó, por lo que opino que es fundamental marcarse objetivos que cumplir y tenerlo casi todo planificado, y más en un mundo como el actual en el que la competencia es máxima, aunque como dice Daniel Solana los objetivos no deben fijarse porque nos limitamos al hacerlo,

  35. Me parece realmente destacable el hecho de que, siendo poseedor de una empresa él mismo hable de no fijarse objetivo puesto que hacerlo sería esperar demasiado del ser humano. Cada persona, de forma innata es incapaz de seguir unos márgenes fijos a pesar de que tratemos de intentarlo con todas nuestras fuerzas, por lo que tampoco me parece tan sumamente novedoso el argumento al que llega Daniel Solana. Es obvio que muchos han sido los artistas, al igual que empresarios, que han vivido ese “desorden” para poder llegar al éxito.
    En cuanto a la percepción de la realidad, está científicamente demostrado que todo lo que vemos, sentimos y escuchamos no representa un total de lo que verdaderamente es el mundo real (existen sonidos que no podemos escuchar, colores que no podemos ver…). Nos dejamos llevar por aquello que se nos ha inducido, esta mentalidad “inteligencia fría de lo racional” a la que hace referencia el entrevistado.

  36. La intuición y el aprovechamiento de las oportunidades está claro que es un tipo de inteligencia. Desconocía cómo se le denominaba, ahora sé que es inteligencia mética. En la entrevista, Daniel Solana deja claro que muchas veces el esfuerzo y la rutina no aseguran éxito. En algunas ocasiones es necesario tener esa intuición y flexibilidad para actuar en el momento preciso. Muy interesante esta entrevista, de las entradas que más me han gustado.

  37. Me encanta la idea de que en un empresario utilice este tipo de inteligencia porque yo, como amante de la reflexión, de pensar y dejar la mente abierta a toda posibilidad, creo que la intuición otorga a la publicidad un plus. Pero, los extremismos en este ámbito tampoco son buenos, y el hecho de no marcarse unos objetivos (por lo menos un «por si acaso») no me gusta porque ello implica que en caso de fracaso, el impacto del mismo puede debilitarnos. Esto último es un dato subjetivo que no se aplicaría a toda persona física.

  38. Me parece muy interesante la idea de desarrollar esa inteligencia médica de la que habla Daniel Solana. Además es muy beneficiosa para el uso publicitario, puesto que abre un gran abanico de posibilidades para la creatividad y

  39. Me parece muy interesante la idea de desarrollar esa inteligencia mética de la que habla Daniel Solana. Además es muy beneficiosa para el uso publicitario, puesto que abre un gran abanico de posibilidades para la creatividad y la originalidad. Es muy curioso que venga de la cultura griega y que muestre una forma irracional de pensar, muy diferente de la que acostumbramos a tener.
    No concebimos el hecho de decidir las cosas sin planearlas anteriormente porque así nos lo han enseñado, y Daniel Solana ve en la publicidad y en la vida real la necesidad de dejarse llevar por los impulsos de cada momento; “hay que encontrar la oportunidad y aprovecharla”. Según Solana estamos educados para seguir todos la misma línea, y tiene razón, porque pocos tienen el valor de hacer algo ingenioso y diferente a lo de los demás (por mucho que esta última sea la forma correcta de actuar).
    Lo que percibimos es muy diferente a lo que existe en realidad y en muchas ocasiones la realidad es muy imaginativa; “Nuestra percepción de la realidad está muy lejos de la realidad”.

  40. Para entender las palabras de Solana hay que ceñirse estrictamente a campo del que él está hablando, que es el de la publicidad. Si le decimos a un científico, a un empresario, que el raciocinio no nos deja crecer como personas, nos tachará de locos. Pero es que en parte es verdad, si sólo nos guiáramos por intuición y deseos, aún viviríamos en cuevas. Esta discrepancia en el valor que tiene la razón para la vida real, que es a la que nos enfrentamos todos los días, no quita que me muestre a favor de muchos otros comentarios que hace el publicista. La sociedad no valora el ser creativo, lo ve como raro, innecesario. Se nos orienta desde primaria hacia las matemáticas, siempre se dice que los listos son los de ciencias hablando de los de artes como los vagos que viven por su cara bonita. Es la mentira que más veces me contaron. De este modo, bajo los números que no cuentan ni dicen nada, se asienta una sociedad que si tiene un minuto de libertad lo usa perdiendo el tiempo o emborrachándose. Una sociedad que no tiene en cuenta a la creatividad y que ve al raciocinio como una especie de élite tiene tan poco futuro como una sociedad que sólo hable de sueños e imaginaciones, de corazonadas que nunca se llegan a materializar.

  41. En una cosa tiene razón Solana, y es que a veces es necesario hacer caso a la intuición y arriesgarse, tomar otros caminos alejados de la racionalidad. Por muchos datos que se tengan, por muchas opciones de futuro, hay que saber cuando aprovechar una oportunidad. Un caso por ejemplo sería Amancio Ortega; eligió arriesgarse, empezar un negocio y llegó hasta el sitio en el que está hoy. En la publicidad pasa lo mismo: por mucho que una cosa parezca una tendencia, en cualquier momento la moda puede cambiar de rumbo; y puede que seamos nosotros lo que lo aprovechemos tomando un camino distinto al que en principio parece el racional.

  42. Considero que Solana ha conseguido justificar, de una forma excepcional, lo racional que puede llegar a ser lo irracional, con el perfecto ejemplo de que la lógica no es siempre el camino fácil. Creo que la racionalidad también puede estar avocada al fracaso, por lo que tampoco es factible excluir otros tipos de juicios más alejados de la más pura reflexión.

    Me llama mucho la atención la alusión a no marcarse objetivos, llegando a tachar de soberbio al que lo haga, saliendo así, de lo preestablecido por todos los que aconsejan fijar un plan previo para lograr nuestras “metas”.

  43. Esta entrevista a Daniel Solana está repleta de momentos llamativos. En primer lugar, destacaría la idea de “no fijarse objetivos”, que no comparto del todo, puesto que fijarse un objetivo provoca motivación y facilita la manera en la que una persona llega a las metas o retos que se establece a sí misma. También es destacable la perspectiva tan diferente de ver las cosas que el publicista tiene con respecto a la tan marcada sociedad: la positividad que este encuentra en algunos conceptos como el de desorden (vistos de una manera negativa por la mayoría de la población) y el concepto de inteligencia mética como tal, etc.

  44. Entiendo que una disciplina como es la Publicidad necesite emplear la inteligencia mética, pues debe averiguar cómo hacer llegar sus discursos a unos nuevos canales de comunicación en los que cada individuo de su target objetivo se mueve con cierta autonomía. De ahí la necesidad de crear una estrategia comunicativa -a la par que la idea creativa- que consiga »cerrar el círculo». Las marcas actualmente buscan ser amadas, establecer un vínculo, tener »responsabilidad social»…
    Pero lo que Solana comenta de refilón es también una realidad: no hay campaña publicitaria que se sobreponga a una mala prestación del servicio, ya que la configuración de una marca se basa en los hechos. Le aconsejaría que no dude tanto de la inteligencia de la gente, pues a lo mejor es él quien se »crea percepciones» del mercado. Las campañas publicitarias 360º no pueden ignorar que los consumidores atienden a lógicas racionales a la hora de comprar un producto, que en última instancia ha de cubrir una necesidad.

  45. Durante nuestra vida académica nos preparan desarrollando, principalmente, la capacidad de memorizar.
    Sin embargo, como explica Solana, hay otro tipo de inteligencia, la mética. Este conjunto de habilidades, en la que prevalece la intuición y el sexto sentido, es imprescindible aplicarlo a nuestro día a día. Y como no, a la publicidad dónde nada está escrito y la incertidumbre caracteriza los caminos para conseguir el objetivo.

  46. Me siento afortunada de poder afirmar que ya antes de ver el vídeo estaba muy familiarizada con las ideas que propone Solana. Que el sistema en el que hemos nacido intenta moldearnos para que encajemos en sus cánones es un hecho. No hay más que fijarse en nuestro sistema educativo, donde lo único que se premia es la memorización de determinados conceptos con el único fin de su posterior repetición, no hay lugar ni para la crítica, ni para la creatividad, ¿Acaso hay grandes diferencias entre esto y un rebaño de ovejas siguiendo a un pastor? Yo no las encuentro, y no olvidemos además que se trata de un pastor que las encamina a donde ÉL considera beneficioso. Es por ello por lo que el concepto de inteligencia mética que plantea Solana se me antoja tremendamente interesante, y más todavía en relación al mundo de la publicidad, donde el guiarse por técnicas meramente racionales, a mi entender, lleva a la mediocridad en más de una ocasión. Soy de los que siempre han pensado que existe un orden en el caos, y precisamente eso es lo que me transmite este libro. Solana no apoya un desorden sin sentido y azaroso, apoya un desorden muy bien ordenado y que, en mi opinión, puede ser mucho más efectivo que el guiarse rigurosa y exclusivamente por lo racional. Espero que no se me malinterprete, evidentemente no creo que haya que abandonar esta imprescindible faceta, la clave está en encontrar el punto medio.

  47. Desconocía completamente el tema abordado en el libro y la entrevista, de esta forma la propuesta de Solana me ha llamado la atención or el hecho de querer acabar con las pautas y los objetivos saliéndose de lo establecido.

    Tras esto, encuentro una situación un tanto confusa y conflictiva ya que en otras ocasiones hemos analizado precisamente normas y pautas (consejos, a mi parecer) necesarias para que la publicidad funcione. Esto me hace comprender que la publicidad es un terreno complejo y muy cambiante.

  48. Daniel Solana tiene razón en que no nos educan hacia la creatividad, nos enseñan unas pautas que debemos seguir, pero ¿qué pasa cuando llegas a alguien que te exige creatividad e improvisación? que la gente se queda en blanco y no sabe que hacer. Un ejemplo de esto es la asignatura de publicidad, cuando te encuentras que en una semana debes crear algo de la nada y publicitarlo, parece todo lo que has aprendido no te ha enseñado nada. A lo que quiero llegar es que para dominar este «Desorden» del que habla Daniel Solana, debemos aprender a manejarlo desde pequeños, aprender a romper con lo establecido y probar cosas nuevas aunque estas no salgan como queremos.

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