No soy nada de necrológicas porque hay tendencia a que morir ennoblezca y mejore al muerto. Conozco muertos canallas pero con nulas posibilidades de demostrarlo cuando desaparece. Pero este no es el caso. Juan Mariano Mancebo forma parte de la historia reciente de la publicidad española donde aportó una creatividad muy local, pero que viajaba muy bien. Es protagonista del momento más brillante de la publicidad española y de su reconocimiento internacional. Lo importante es ver su obra. Spots con conceptos claros y dificiles de olvidar.
Supongo que por ser de mi generación no vi emitirse esos anuncios representativos del maestro de la publicidad Juan Mariano Mancebo. Aún así, vi su repercusión años después. No sabía de dónde había salido eso de «Hola, soy Edu, feliz navidad», pero si que se lo tengo escuchado más de una vez a mi padre cuando le felicitaba las fiestas a alguien. De los anuncios que pude ver, el que sin duda más me llamó la atención fue el de Renfe. Esa comparación de los coches con una procesión y la aparición del tren como «salvador» de la pesadez de los atascos me parecen fantásticas. Será que en Viveiro somos mucho de Semana Santa, no se.
En cualquier caso, ver estos anuncios me hace pensar si la publicidad pasada fue mejor. Evidentemente, las obras de Mancebo, en lo poco que las conozco, me parecen mucho más atractivas que mucha de la publicidad actual. Hablando dentro el panorama español, la cosa se acentúa, pues si hoy en día me pongo a pensar en un anuncio que me parezca bueno, siempre es de alguna compañía internacional. Es más, llama la atención que de los cinco anuncios que aparecen como ejemplos de la obra de Mancebo, cuatro sean de empresas públicas. Creo que en este sentido si está demostrado que hay decadencia, pero vamos, como en todo el sistema público. Ya es costumbre.
Juan Mariano Mancebo es reconocido por grandes del mundo publicitario y allegados como uno de los más grandes. Tal es el ejemplo de José Luis Esteo, fundador del frupo Remo, que reconoció a Mancebo como un formador fundamental para él, o Paco González, ex presidente de la Asociación Española de Agencias de Publicidad, que definió al publicista como un extraordinario creativo, un excelente amigo y una bellísima persona. Es obvio que sus spots no dejan indiferente a nadie y a día de hoy todavía permanecen en la memoria de aquellos que los vivieron e incluso de los que no pudieron vivirlos en primera persona como nuestra generación, que son conocedores de muchos de esos anuncios.
El propio Mancebo, en una entrevista realizada años antes de su muerte, dejó unos consejos para que otras personas pudieran alcanzar al menos mínimamente su éxito. En sus palabras, un redactor tiene que ser un constante buscador de ideas. Las ideas están ahí detrás de ti, delante de tus narices, en la última película que has visto, en un párrafo del libro que estás leyendo, en una anécdota… Sólo hay que cogerlas y aplicarlas al anuncio que tienes o que tendrás que hacer dentro de unos meses. Siempre hay un acercamiento, un planteamiento que no está hecho y es sorprendente y relevante para el consumidor.
No cabe duda que el reconocimiento es merecido. Es muy meritorio lograr diferenciarse tanto en un mundo como el de la publicidad, sin duda alguna algo a tener en cuenta.
No recuerdo estos anuncios, pero creo que puedo reconocer su valor. Viendo los spots, me doy cuenta de que muchos de los anuncios en la actualidad son muy similares claramente inspirados en los de Mariano Mancebo, el estilo sobre todo. El legado que ha dejado es evidente. En su época tuvo que provocar sensación, una ruptura en la normalidad de la publicidad de esos años. Un adelantado a su tiempo en lo que a publicidad se refiere.
El respeto que se le debe a Juan Mariano Mancebo radica en la creación por su parte del concepto »publicidad a la española». Anuncios elaborados que juegan a impactar. Son piezas publicitarias que invitan al espectador a adivinar lo que viene después y crean una satisfacción al descubrir su sentido. Sin un gran despliegue técnico, el espectáculo es el propio mensaje. Mancebo creó una escuela digna de adaptarse a la publicidad actual.
Yo siempre fui partidario de reconocer los méritos que cada uno merece. Y este caso parece uno de ellos. Juan Mariano Mancebo ha sido el realizador de algunas de las campañas publicitarias más impactantes y recordadas de las últimas décadas en España.
Personalmente, no sabía que él era el realizador, pero sus campañas si que son conocidas por la mayoría de nosotros. Un referente para el mundo de la publicidad del presente y del futuro.
Juan Mariano Mancebo, con José María Lapeña y en Contrapunto, la pareja más laureada de la publicidad española. Nunca había escuchado hablar de él hasta el mismo día de su muerte, en parte por mi edad, en parte porque, seamos sinceros, estamos en España, y él no era ni un futbolista, ni un piloto de F1, ni un reconocido torero supongo. Supe de él por mi timeline de Twitter el día que murió, y enseguida me llamó la atención. Después de ver estos cortos anuncios entiendo por qué su manera de hacer publicidad sorprendió al mundo. En el arte de la publicidad es importante encontrar un equilibrio, y en estos anuncios se puede ver cómo él dominaba a la perfección el equilibrio entre lo inteligente y lo sencillo, sin olvidarse además de añadir un toque cómico con el que remataba la creación de lo que sería una exitosa mezcla. Sin duda su muerte es un duro golpe para la publicidad, de verdad espero su figura no caiga en el olvido y que las futuras generaciones de publicistas sepan apreciar y agradecer el legado que nos deja.