El Manifesto Cluetraim está integrado por 95 aseveraciones de los cambios que comenzaban a producirse (y continúan) en el entorno de la comunicación de marcas. Escrito en 1999 y actualizado recientemente, es una ventana sobre la evolución reciente y futura de una realidad cambiante. Nada de tecnología, sino que pensamiento (no siempre atinado, puede ser), pero esclarecedor. Disfrutar de la lectura.
El Manifiesto Cluetrain de 1999 fue una llamada a la acción para todas las empresas que fuesen a operar en el que sería el «mercado con nuevas conexiones». Las pistas dadas eran varias, como el nacimiento de los mercados interconectados con organigramas hiperenlazados y no jerárquicos, la necesidad de hablar con voz humana en las conversaciones tanto dentro de la empresa como cara al mercado (consumidores), y la clara idea de que serían en los clientes donde residiría el poder, por lo tanto habría que establecer un contacto directo y cálido con ellos.
El impacto que ha tenido internet tanto en el mercado como en las organizaciones viene dado por esa comunicación antes inexistente. En este Nuevo Manifiesto, ampliado a 121 puntos, se da a entender como la red se ha tergiversado en función de distintos propósitos, y las conversaciones se han vuelto tóxicas. Las grandes corporaciones y los gobiernos han manchado la red y el marketing a estropeado con sus engaños ese modo de relacionarse entre personas. Aún así, todavía hay salvación para esta gran comunidad de todos y para todo: velar por un internet libre y abierto.
Podemos establecer, a raíz de la publicación del Manifiesto Cluetrain de 1999, un antes y un después en cuanto a la actuación de las empresas, siendo estas ayudadas por una serie de tesis (posteriormente ampliadas) y las cuales tienen como tema principal a Internet .Se trata de ofrecer a las empresas un mayor conocimiento, no solo teórico, sino principalmente práctico, del funcionamiento de este mercado con nuevas conexiones.Los autores afirmaron que Internet es distinto a los medios de comunicación convencionales utilizados para el mercado masivo, ya que permite a las personas tener conversaciones de «humano a humano», que tienen el potencial de transformar las prácticas tradicionales de negocios radicalmente.
El manifiesto de Cluetrain del 99 deja muy claro que los mercados son una red de relaciones y conversaciones, donde para que todo fluya de manera correcta las empresas tienen que abordar su forma de conversar con el mercado, ya que, los mercados desean participar en las conversaciones tras el firewall, y saber algo sobre la verdadera cultura corporativa de las empresas.
La reciente actualización de dicho manifiesto deja en claro que las empresas en la actualidad deben mirar y conversar con el mercado, en donde se entiende que los nuevos medios digitales no son medios de propagación, sino espacios de conversación online entre ambos, desarrollando así temas de interés general para la ausencia con una identidad verbal por parte de las empresas (construidas con el propósito de representar los valores de la organización) e imprimiendo así su voz propia en las conversaciones online.
En el manifiesto de Cluetrain de 1999 se habla de la aparición de un mercado interconectado entre sí donde los medios de comunicación e Internet son algo esencial. El manifiesto habla de como las empresas se van quedando obsoletas y como deben aplicar nuevas tácticas para tener una relación más cercana con sus consumidores. Esto se da por ejemplo en lo que denominan el «lenguaje del charlatán». Mientras que en el manifiesto actualizado se alude al desgaste que provocó Internet en las empresas debido a su marketing y publicidad masiva y muchas veces engañosa. Se alude a la gente de Internet, donde distingue los «memos», aquellos que no usan correctamente Internet, y los demás, que luchan por un Internet unido, libre y abierto.
Explotar de forma adecuada el inmenso poder de la comunicación, puede ser, sin duda, el mayor acierto de una compañía a la hora de desarrollar su actividad en un mercado “de red” como el actual. No sólo importa apostar por la organización y las propuestas adecuadas, sino que el enfoque es determinante, así ocurre por ejemplo en el caso del marketing o los «intranets”, relaciones internas de la empresa. Las conversaciones de las que el Manifiesto Cluetrain habla serán mucho más efectivas si en las relaciones, tanto entre corporaciones como entre corporaciones y mercado, rige el dinamismo, la cooperación y el lenguaje accesible.
Del mismo modo, y así como se refleja en la actualización del Manifiesto, debemos utilizar los nuevos elementos que surgen, como por ejemplo las aplicaciones, siempre en función de la eficacia de las conversaciones y la comunicación, y nunca con la pretensión de limitar la privacidad o demás derechos ajenos.
Es innegable el cambio que se está produciendo en la comunicación desde la introducción de la informática y las redes sociales a nuestra vida cotidiana, avanzando progresivamente hacia una sociedad diversificada y plural. Estos cambios también han afectado o modificado las conductas publicitarias y las campañas. Las personas desean que las empresas mantengan algún tipo de contacto con ellas, que se interesen por cómo funciona el mercado y muchas empresas que el Manifiesto propone como «tradicionales» si parecen negarse a evolucionar estancándose en un lenguaje y una estética que ya no son acordes a lo que demandan los distintos sectores del mercado. Por ejemplo: Todavía existen campañas que utilizan la palabra «tronco» de forma amigable para acercarse a un público joven; si bien, es sabido que esa expresión ya casi no se utiliza. La sociedad demanda que las empresas los escuchen, sin embargo, por qué estas empresas que son tan reacias a los cambios siguen siendo aquellas con mayor poder?
El manifiesto Cluetraim ha sabido captar la idea general del cambio en el mercado debido a la llegada de Internet, especialmente en los últimos años. Me quedo especialmente con una frase: «11.Las personas que participan en estos mercados interconectados han descubierto que pueden obtener mucha mejor información y soporte entre si mismos que de los vendedores.»»
Internet es comunicación. Y sobretodo Internet es comunicación entre consumidores, el boca a boca extendido globalmente. Es por esto que las empresas deben empezar a plantearse no sólo el comunicarse con sus clientes, sino también la diferenciación de producto, para que la propia intercomunicación entre consumidores sea su mejor publicidad.
El Manifiesto Cluetrain define el mercado como conversaciones entre personas y permite nuevas formas de comunicación y transmisión de ideas, esto fue algo visionario, que a día de hoy podemos decir que quedó conformado en nuestro Internet actual y el conjunto de redes sociales que lo conforman. Esta cantidad de información que tenemos a nuestra disposición en la actualidad puede provocar confusión en el usuario que desee acceder a un tipo concreto de contenido, de modo que, a pesar de que ahora tenemos en nuestro poder «toda la información que solicitemos» puede que no realicemos un trabajo tan enfocado o adecuado como pretendíamos en un principio. Gestionar tanto contenido, no es una tarea fácil.
En el caso de las empresas se han abierto canales de comunicación social, con blogs o wikis, pero aún se teme hacer un uso totalmente libre de ellos debido a las represalias que uno pudiera sufrir. Algunos no comprenden todavía el poder y las posibilidades que tienen con este canal nuevo de comunicación y otros simplemente no han evolucionado lo suficiente para aprovechar las nuevas alternativas y beneficiarse de ellas.
Totalmente de acuerdo con el manifiesto. Muchas empresas siguen fallando y, a pesar de todo, no es raro que lo hagan teniendo una buena idea plasmada en su producto. ¿Qué es lo que falla? Pues la comunicación. La oportunidad para hacer llegar los mensajes aumenta cada vez más, ¿Por qué muchas empresas siguen sin aprovecharla?. De acuerdo con lo expuesto, hay que dejar de lado todo tipo de ornamentaciones y ser claro, preciso, conciso con el código que transmiten. El mercado no se anda con rodeos, tiene muchos mensajes que recibir, que atender (sobre todo en la época en las que nos encontramos), ¿Por qué hacer que pierda su tiempo? Los oferentes deberían ser claros, llamar su atención, sin más. Es necesario establecer el nexo de unión entre empresa y consumidor ya dentro del mensaje, no fuera. En este tipo de comunicación no hay espacio para rodeos, para introducciones, hay que ir al grano. Se trata de una estrategia comunicativa que persigue un objetivo fundamental, que es la venta. El receptor o, mejor aún, el cliente potencial, sólo escucha las razones por las cuales adquirir el producto, el resto del mensaje lo oye o, tal vez le retire su atención. Es un poco ilógico que, como empresa, uno se olvide de la base fundamental y constituyente de sus beneficios: el receptor, el comprador.
Para finalizar, asimilando el fracaso comunicativo, deberían empezar a lanzar mensajes con el mismo lenguaje, intentar que el proceso de descodificación sea lo más rápido posible. Hay que ir despacio y con buena letra, a ver si se dejan de ser ambiciosos y bajan a tierra, donde está la fuente de sus ingresos.
Tanto en el original de 1999 como en su actualización, el Manifiesto Cluetrain plantea una dicotomía muy interesante: Gracias a Internet y las nuevas tecnologías (curioso que 20 años después se siga utilizando este término en los medios como si fueran algo «novedoso» y alejado de nuestra rutina»; ¿cuántos años pasaron en su momento para que la máquina de vapor fuese únicamente una tecnología?) se han establecido canales de comunicación y un acceso a la información que hubiera sido imposible lograr en la época de los mass media. Sin embargo, nuestros datos también son recopilados por grandes compañías que sin ser las dueñas de la red, marcan la pauta en su uso a través de la censura o promoción de contenidos. Por ello, los usuarios de una Red -neutral, como bien apunta el texto- nos encontramos usando productos privados y que subestimamos al pensar que están ahí por un servicio a la comunidad y no como una actividad con ánimo de lucro.
Opino que la conclusión más valiosa es que debemos entender la Red como un foro, un Ágora en el que todos podemos compartir conocimientos, experiencias para que este siga creciendo; y que -desde un punto de vista bastante liberal en el concepto de consumidores en un mercado- somos más que posibles compradores de productos para satisfacer la avaricia de una empresa y aunque merezcamos un respeto, debemos ganárnoslo.
En el manifiesto de Cluetrain de 1999 nos muestra como los mercados deben adaptarse al nuevo cambio que está ocurriendo a nivel global, que es la expansión de internet. Ese manifiesto deja claro que las empresas deben aprovechar el auge de esta tecnología para mejorar las relaciones con sus consumidores, como si estos fueran compañeros en vez de meros compradores, ya que así se les permite conocer los gustos que estos realmente tienen. En la actualización del manifiesto se ve como confirman lo anteriormente dicho, que la red no es más que una ventaja corporativa y muy necesaria en los nuevos tiempos, y que los que supieron adaptarse son los que más logros han conseguido, ya que la red nos permite ver lo que la sociedad necesita y quiere.
El primer manifiesto Cluetrain resultaba, ya en una temprana fase intermedia del fenómeno de la globalización, un análisis de las empresas y usuarios a través de conversaciones entre ambos actores, estableciendo cómo deberían participar en el nuevo mundo que en ese año 1999 comenzaba a abrirse. El manifiesto ya hacía alusión a conversaciones globales interconectadas y al poder que los usuarios poseen y poseerán frente a las empresas.
La nueva tesis resulta un complemento a la anterior, y lo que busca esta es concretar aquellos fenómenos que auguraba la primera tesis. Así, el nuevo manifiesto Cluetrain viene a recordarnos que los legítimos propietarios de la red somos los usuarios, que es una red sin propósito concreto en la que no se comparten contenidos, ni tampoco un medio, sino un elemento diseñado para cualquier fin en el que tienen lugar millones de conversaciones. Existen aquí, sin embargo, problemas como su uso destructivo, la habilidad de grandes empresas para controlarnos, y el uso de nuestra propia privacidad a su libre albedrío. Este segundo manifiesto trata de completar el primero, estableciendo los grandes beneficios de las conversaciones globales gracias a internet, pero como hemos de recuperar su control de las garras de las empresas y los gobiernos para hacer de él el sitio que merece como legítimos propietarios del mismo
O Manifesto Cluetrain non só mantén a súa vixencia na actualidade, senón que o paso dos anos e a evolución de Internet non fixeron máis que confirmar a validez e os acertos dos seus plantexamentos iniciais, datados de 1999. As teses deste manifesto céntranse na afirmación de que os consumidores xa non esperan a que as empresas lles comuniquen, a través da publicidade, os usos e beneficios dos seus produtos, senón que eles mesmos comparten as súas experiencias e opinións en Internet, chegando a un público cada vez máis diversificado e crítico, debido ao incremento da competitividade característica do sector.
Por este motivo, os autores do manifesto sosteñen que os mercados son unha especie de «conversacións» e que as empresas deben atopar a forma de participar nesas conversacións para poder así comunicarse de forma persoal e directa cos seus consumidores potenciais. E en aras de cumprir ese obxectivo, está claro que nestes momentos as campañas de márketing tradicionais non son o mellor modo de falar «de ti a ti» cos clientes, e que se precisa dominar as novas tecnoloxías para achegarse a estes usuarios da rede.
El Manifiesto Cluetrain contiene 95 tesis que muestran que los tiempos han cambiado , especialmente en los últimos años con la llegada de Internet , y además de esto que las compañías deben de tener una comunicación con la gente y el mercado.
Destaco la tesis número 9 : “Las conversaciones en red hacen posible el surgimiento de nuevas y poderosas formas de organización social y de intercambio de conocimientos”, que refleja la importancia de la nueva tecnología. La red nos permite ver lo que la sociedad requiere y desea.
Los mercados interconectados están comenzando a auto-organizarse más rápidamente que las compañías a las que tradicionalmente han servido. Gracias a la web, los mercados se están volviendo mejor informados, más inteligentes, y más demandantes de cualidades que la mayoría de las organizaciones no tienen.
Un claro ejemplo de que los tiempos han cambiado es la actualización del Manifiesto Cluetrain de 1999, que ya vaticinaban lo que sería el Internet del presente. La comunicación ha cambiado completamente con la llegada de Internet y el principal afectado ha sido el mercado. Las nuevas tecnologías han conseguido numerosos progresos en lo que ya buscaban en el manifiesto de 1999, como tener conversaciones entre seres humanos que simplemente eran imposibles en la era de los masivos medios de comunicación o unos mercados más informados y organizados. A pesar de ello, (y como bien se refleja en el Nuevo Manifiesto, Internet también ha traído consecuencias negativas, como la pérdida de la privacidad o el control que este ejerce sobre nosotros.
Por esto mismo, los mercados deben adecuar a los cambios de internet, ya que aun que tanto son beneficiados como perjudicados. El márketing jugará un papel clave en la continuidad y el éxito de las empresas y, a pesar de tener en cuenta las nuevas tecnologías, deberán mantener la esencia de sus orígenes.
En las 95 tesis que contiene el Manifiesto Cluetrain del 1999 se puede apreciar el hecho de que el mismo ya anticipaba la existencia de lo que hoy es el Internet del presente. El mundo en la actualidad consiste en un sistema interconectado, donde la mayor parte de los ciudadanos se comunica y relaciona a través de Internet. En el manifiesto de 2015, donde se plantean 121 nuevas tesis sobre Internet y su evolución se refleja, de hecho, el gran cambio que ha sufrido la sociedad desde entonces a raíz de las transformaciones experimentadas por las nuevas tecnologías, que han llegado a modificar de alguna manera el mundo en el cual vivimos. Esta interconectividad, en efecto, ha provocado que, según el manifiesto, la publicidad en la televisión o en la calle ya no sea realmente un requisito indispensable para vender, sino que existe una necesidad por utilizar las nuevas tecnologías: Internet, las redes sociales, para lograr así un contacto directo con los usuarios de la red, con los consumidores que están presentes en el mercado.
O manifesto mostra a necesidade das empresas de ter un bo sistema de comunicación. É esto o que esta fallando cando van a quiebra ou non logran que algún dos seus produtos non teña o auxe que contaban. Chama a atención como xa en 1999 se falaba de Internet co uso que se lle está dando na actualidade, uso entre as persoas da rúa, e é o que deberían acoller as empresas. É un gran erro comportarse distantes cos consumidores ou calquera persoa que intente obter información. Deberían ser moito máis cercanas, establecer unha intercomunicación entre os distintos compoñentes que a forman. Esto axuda a captar consumidores, coñecelos mellor, establecer relacións (que é o fin da comunicación). Establecendo unha boa relación de comunicación tamén vai ser de axuda para a estratexia comunicativa que vai elaborar a empresa, e probablemente faga a esta máis efectiva.
En el manifiesto Cluetrain de 1999 se puede apreciar un claro cambio respeto al original. En este se puede ver un antes y un después en la actuación de las empresas, teniendo en cuenta las conexiones a Internet. Sirve para ofrecer a las empresas un mayor conocimiento práctico en Internet en lugar de ser todo tan teórico. Los autores de este manifiesto también avisan sobre los problemas de Internet como la falta de privacidad, el control de Internet y el peligro de las aplicaciones. Pero en general intenta que las empresas empleen los medios tradicionales con Internet para así poder llegar a más gente y poder conocer mejor a sus consumidores actuales o futuros mejor.
El Manifiesto Cluetrain se presenta como una aportación necesaria y muy acertada para la época: la era de internet, la vida 2.0. Relacionando la comunicación con Internet, el Manifiesto se dirige a nosotros, las personas, los usuarios, para hacernos reflexionar sobre el qué, el cómo y el para qué de Internet. Las posibilidades que Internet nos ofrece son infinitas, pero peligrosas si no se es consciente de su alcance. Personas y empresas debemos conocer las claves para usarlo a nuestro favor. El Manifiesto consta de varias partes, y me ha parecido muy interesante el segundo bloque que nos advierte de la pérdida de privacidad, del peligro de la emisión y consumo de datos. Sin ir más lejos, buscando el nombre de un amigo en Google, y revisando varias páginas, podemos conseguir su dirección y su DNI en cuestión de minutos.Podemos hacer muchas cosas con estos datos y es peligroso.El manifiesto nos habla de la privacidad » en época de espías y comadrejas»
»Larga vida al internet abierto» pero con coherencia, seamos conscientes de qué datos queremos que estén a disposición de cualquiera ( además del gobierno, de grandes corporaciones, etc)
La llegada de Internet ha cambiado el mundo de la comunicación. Las empresas necesitan comunicarse con sus consumidores e internamente para entrar y sobrevivir en un mercado. Internet ha revolucionado los tradicionales medios de comunicación y las empresas que quieran seguir viviendo deben adaptarse cuanto antes a este nuevo medio. Las ventajas de adaptarse a ello pueden ser extraordinarias para los empresarios pero también hay que saber hacerlo ya que ahora no se trata solamente de lanzar mensajes, sino que todo el mundo que tenga acceso a la red puede interactuar. Otra ventaja o desventaja, según se mire, es la recopilación de datos en Internet. Esto puede ser muy beneficioso para las empresas, organizaciones, gobiernos y otros pero ¿se está respetando así los derechos de los ciudadanos en la red? ¿Que pueden llegar a saber sobre nosotros? A la última pregunta creo que la respuesta es que todo. En cuanto a nuestra privacidad, el debate está abierto y lo estará durante mucho tiempo en mi opinión, convirtiéndose en uno de los futuros problemas del mundo.
Anaïs Noela Álvarez González
El Manifiesto Cluetrain, en el año 1999, hizo de vidente acerca de los cambios comunicativos que tendrían lugar en el futuro. Podemos ver claramente cómo la comunicación ha ido evolucionando con el paso del tiempo, afectando tanto al mundo empresarial como a las relaciones personales. Y es que los tiempos han cambiado en todos los aspectos.
Las empresas, para evitar quedarse obsoletas dentro de este nuevo paradigma, se vieron obligadas a adaptar su filosofía de mercado y comunicación para poder llegar al consumidor. Un consumidor que gracias a los nuevos aportes tecnológicos puede contar al minuto con información positiva o negativa de cualquier producto. El nacimiento de las redes sociales hace que sean los propios consumidores los que demanden información y no se dejen engañar por la publicidad de las empresas, anteriormente el único canal de cara al público. Lo mismo ocurrió con el organigrama de las empresas, las relaciones entre los miembros sufrieron una modificación de acorde a los cambios exigidos; ahora los trabajadores demandan otro tipo de comunicación con sus superiores, una mayor cooperación, otro ritmo de trabajo más dinámico, etc.
Hoy en día y de acuerdo a lo que se nos nuestra en la actualización del manifiesto, Internet ha logrado prácticamente controlar nuestras vidas, algo que las empresas han utilizado como estrategia publicitaria. Con una visita a una página web de un producto, se nos cuelan en nuestro ordenador unas 34 cookies, que en un 80% de las veces permanecen durante unos 2 años.
No obstante, muchas empresas han logrado sacar partido de estos avances, mediante blogs, compras por Internet, páginas web, redes sociales, etc. pueden conectarse con sus empleados, consumidores, etc. Todo esto con un margen de mejora, y es que el canal principal de la publicidad siguen siendo los soportes tradicionales como la TV.
El nacimiento de la música atonal trajo consigo una ingente cantidad de metáforas que intentaban explicar el nuevo paradigma en construcción. Una de las más exitosas narraba la destrucción de la tonalidad en tanto concepto articulador de la música como la superación de las jerarquías en la partitura. De esta forma, la tónica ya no mandaba, y una organización estamental de la importancia de cada sonido en las piezas musicales daba paso a una repartición equitativa del poder entre todas las notas. Extrapolando esta metáfora al ámbito de la comunicación (publicitaria, en este caso), podemos explicar la importancia de Internet en base a la ruptura de la jerarquía y la instauración de un modelo de relación interpersonal, en el que la cuota de poder se encuentra repartida. El Manifiesto de Cluetrain intenta explicar este nuevo marco y propone las nuevas claves para adaptarse a él. El manejo de las contradicciones es una de ellas, en especial de la que se plantea en el juego del yo-nosotros.
El Manifiesto Cluetrain ofrece un carácter muy visionario. Determina la transición hacia la Economía en Red. Ayuda a recordar dónde está la verdadera esencia del cambio. Hablando de los nuevos mercados interconectados, aborda los grandes desafíos a los que tendrán que hacer frente las empresas. Apoya y defiende el hecho de que las empresas no actúen como entes fríos, calculadores y programados, sino como personas. Si oponemos las empresas a los humanos, fallamos; nos equivocamos. Por esto, las empresas deberían emular a las personas en todo lo que pudieran. Compañerismo y trabajar por un bien común, adoptar nuevas conductas, establecer el cambio; de eso trata el manifiesto.
Al llegar Internet, la comunicación (por tanto también la publicidad) cambia: el mercado interactúa con la gente, se necesita que éste sea el resultado de la conversación y participación de todos los que lo hagan posible. Defiende que la Red, aunque esté descuidada, es de todos, pero que también nosotros nos tenemos que defender de ella en esta época de espías en la que no sabes dónde acabarán tus datos o hasta qué punto tu intimidad es solo tuya. Desde la renovación del Manifiesto, apoyan este aspecto, de modo que apuntan lo siguiente; algo de lo que no todos somos conscientes y que no habría que dejar pasar de largo y sí de lo que hacer eco, pues: “No podemos arriesgarnos a perder, a permitir que las grandes empresas y los gobiernos nos acaben convenciendo de que la Red es menos de lo que realmente es”.
O Manifesto Cluetrain supuxo unha chamada a acción para todas aquelas empresas que operan nun mercado que está en continúo cambio debido ao auxe e ao desenvolvemento das novas tecnoloxías. Este manifesto, adiantou o que nestes momentos está acontecendo na relación entre os consumidores e os empresarios ou donos das empresas, é dicir, a mellor comunicacion que estes teñen grazas ao desenvolvemento de Internet e das redes. Advirte ademais unha serie de cambios que as empresas deberían de levar a cabo para poder adaptarse a ese novo contexto. Pese a que esta adaptación ao mundo tecnolóxico pode ter vantaxes para as empresas e os consumidores non está exenta de inconvintes, tales como, a pérdida de privacidade, o control e os peligros que encerra Internet.
Deberíamos de comezar a plantexarnos ata que punto as grandes empresas exercen control sobre os nosos gustos e preferencias, de como as mesmas inflúen sobre as nosas decisións e do papel que Internet (grazas as súas vantaxes) lles axuda no proceso.
La llegada de la tecnología, de internet, han cambiado los mercados tal y como los conocíamos. Esta es la idea que dejaba clara el Manifiesto Cluetrain de 1999, una obra colaborativa que centrada en el impacto de la red de redes de las empresas, los trabajadores y los consumidores a través del desarrollo de 95 tesis. La obra establecía que las empresas y profesionales que ignoren estos cambios, están condenados a perecer.
Si bien el Manifiesto Cluetrain fue desarrollado en un momento en el que internet no había evolucionado, ni de lejos, todo lo que ha evolucionado a día de hoy, sí que es cierto que, de algún modo, sus autores ya habían detectado que esta nueva herramienta iba a cambiar lo establecido hasta el momento en materia de comunicación. No obstante, dicho desarrollo también ha dificultado las cosas. En la actualidad, los “saqueadores” que dicta manifiesto actualizado (aquellos que entienden demasiado bien internet), han hecho de esta poderosa herramienta su territorio, donde tienen una posición dominante, omnipresente, y donde gestionan sin castigo nuestra privacidad.
Este Manifiesto deja claro como el mundo de la publicidad se tiene que adaptar a los nuevos modos de vida, tendencias…Internet ha cambiado muchas cosas pero especialmente influye en la comunicación. Las empresas necesitan comunicarse con sus clientes y la mejor forma actualmente es internet. Tanto con páginas web como en redes sociales las empresas se comunican e interactuan con sus clientes o futuros clientes. Al ritmo al que surgen nuevas redes sociales y nuevas formas de comunicación manifiestos como este irán cambiado, siempre que los publicistas puedan seguir el ritmo.
No Manifesto Cluetraim orixinal non só se falaba do mundo da Internet que hoxe coñecemos. Tampouco tiña que ver na súa gran parte coa cuestión tecnolóxica. Falábase de evolución. Das «novas conexións» que conforman o mercado no que en pouco tempo se terían que desenvolver a maioría das empresas. Foi unha análise, unha advertencia a estas compañías do que deberían facer para triunfar (ou máis ben, do que esixía este novo mercado). Logo de 21 anos pódese iniciar a lectura do Manifesto sen que nada resulte estraño. E é que ese novo mercado está xa consolidado, aínda que as compañías sigan en proceso de adaptación a el.
Los mercados tal y como los conocíamos han cambiado con la llegada de la tecnología y de Internet. Esto lo dejaba bien claro el Manifiesto de Cluetrain de 1999, el cual decía que las empresas y profesionales que ignorasen los cambios (Internet, redes sociales, comunicación…) estaban condenados a fracasar. Dicho Manifiesto apoya y defiende el hecho de que las empresas no actúen como entes fríos, calculadores y programados, sino como personas. Por esto, las empresas deberían tener compañerismo y trabajar por un bien común, adoptar nuevas conductas, establecer el cambio y adaptarse a él. La actualización de este Manifiesto complementa (o completa) el original. Esta actualización nos recuerda que los propietarios de la red somos los usuarios y que ésta es un elemento diseñado para cualquier fin en el que tienen lugar millones de conversaciones. Gracias a la web, los mercados se están volviendo mejor informados, más inteligentes, y más demandantes de cualidades que la mayoría de las organizaciones no tienen. De esta forma llegan a más gente y obtienen más consumidores.
Como bien dice en la introducción de la versión actualizada del manifiesto Cluetrain, Internet ha cambiado mucho desde 1999 hasta 2015, y esto también ha afectado a la comunicación de las marcas a través de la red. Si en el primer manifesto aún hablaba un poco, al principio, de las conversaciones y los seres humanos, en el segundo lo abandona por completo centrándose de lleno en el mundo virtual. Este manifiesto sirvió para que muchas empresas cambiaran su forma de realizar publicidad a través de este medio. A pesar de todos lo cambios que se produjeron en 16 años, si leemos el manifiesto de 1999 podemos encontrar un gran número de similitudes con lo que pasa hoy en día en la red, ¿por qué hace otro? El nuevo complementa al anterior, ya que si, hay algunos elementos iguales, pero también variaciones muy importantes.
A idea chave que extraemos do Manifesto orixinal é a necesidade de adaptación de empresas e persoas á Internet, para evolucionar á par que a sociedade. A ampliación do documento verifica o proceso de interrelación que auguraban os autores en 1999, e ofrece algún consello para sobrevivir neste «novo mundo». Non significa que este sexa a fin do proceso. Máis ben todo o contrario. Os consellos que dan neste novo Manifesto van dirixidos a que se continúe construindo Internet e evolucionando de forma segura, coidándonos sobre todo dos nosos actos e dos daqueles «saqueadores» que fan negocio (ou o que sexa) con todo o que nós imos deixando na rede (que é moito máis do que cremos). Un bo uso da Internet implicará enormes beneficios tanto a nivel persoal como empresarial.
O primeiro Manifesto realízase co fin de advertir ás empresas do mundo que viña. Un mundo paralelo que se estaba creando e que ía cambiar todas as formas de comunicación. Un refuxio para os consumidores esgotados de compañías que facían recaer sobre eles todos os vellos métodos que xa non surtían efecto. Trataban de advertir, en resumo, de que a forma de comunicarse ía cambiar totalmente e que as empresas debían deixar a un lado esa superioridade que lucían ante o consumidor, para poñerse á súa par se querían ter éxito.
17 anos despois, este mundo paralelo chamado Internet creceu o inimaxinable e todo grazas a nós. A base principal do segundo Manifesto conta que nacemento deste novo mundo trouxo consigo infinidade de beneficios que facilitan as relacións interpersoais, a compra-venta e calquer tipo de acción. Pero tamén trata de advertir de novos perigos, entre os que destaca a perda da privacidade.
La llegada de Internet y las redes sociales ha revolucionado sin dudarlo el mundo de la comunicación y la publicidad. Gracias a Internet la gente está más conectada entre sí y lo que pasa a su alrededor. Además, es un buen reclamo para que las marcas patrocinen sus productos. Internet ha beneficiado a numerosas marcas que han sabido renovarse y evolucionar con las tecnologías.
Como dice el manifiesto de Cluetrain “los usuarios son los propietarios de la red”, por lo que las marcas tienen que conocer estos usuarios, que serán sus futuros compradores, y saber captar su atención. Pero los usuarios, es decir, los compradores deberán andarse con ojo para que las empresas no les controlen y les manipulen.
No cabe duda que el avance de las nuevas tecnologías y la llegada de Internet ha servido para mejorar la calidad de vida de las personas, pero como bien muestra el nuevo manifiesto de Cluetrain, tanto avance puede traer alguna expectativa mala como la pérdida de la intimidad que sufren los usuarios con la llegada de Internet. La evolución en la sociedad sí, pero siempre y cuando se respete la intimidad de las personas sin vulnerar sus derechos.
El manifiesto Cluetrain, que nos adelantó en su tiempo 95 consecuencias que produciría el uso de internet y que marcó un antes y un después en el pensamiento sobre el tema, ha vuelto ahora, como no , años después el nuevo manifiesto nos muestra cómo nos ha afectado realmente el uso de las nuevas tecnologías mejorando nuestra vida pero a la vez poniendo en peligro nuestra intimidad que debemos preservar ante las »jugarretas» de la red.
El Manifiesto Cluetrain del año 99 sirvió para acercarnos los inminentes cambios comunicativos del futuro. Se aprecia como la comunicación ha dado un vuelvo y ha ido evolucionando conforme pasan los años incidiendo de manrera notable en nuestras relaciones personales y profesionales. Con el crecimiento se ponen de manifiesto problemas derivados del uso mayoritario de las redes y es que los usuarios deben atender que no se les controle y se les manipule desde las políticas comunicativas de las empresas.
El manifiesto Cluetrain de 1999 anuncia los nuevos cambios en la publicidad con la llegada de internet y anticipa los nuevos cambios respecto a la comunicación entre empresas, mercado y consumidores, para que se tenga en cuenta el lenguaje humano y que se adapte a los nuevos cambios. El manifiesto actual se ha modificado debido a las modifiaciones también en las tecnologías. En él, se nos advierte de Internet y de que si no lo controlamos nosotros nos puede controlar él a nosotros. Hay que tener mucho cuidado de hasta que punto sabemos controlarlo, y nunca olvidar las bases de la publicidad.
Sin duda alguna, el Manifiesto Cluetrain de 1999 fue una advertencia o una recomendación ante los cambios que se estaban produciendo en el momento con la aparición de Internet, sirviendo además, para hacer una predicción sobre lo que llegaría a ser en un futuro no muy lejano. Ese futuro no muy lejano, se refleja en la actualización del manifiesto de 2015.
Las empresas deben transmitir aquello que el cliente quiere recibir, no pueden limitarse a «tirar para adelante» y cegarse en la obtención de dinero. El cliente quiere y debe ser escuchado e Internet, como bien nos dice el segundo manifiesto, sirve para eso. Por eso mismo, deben utilizarlo correctamente, conectar con el propio público objetivo a través de él en lugar de usarnos como simples cifras insignificantes con la esperanza de recaudar dinero.
El lenguaje debe evolucionar según los cambios, así como el manifiesto de 1999 ha evolucionado en el del 2015. La comunicación entre el mercado y las empresas debe estar ahí, pero nunca servir como fuente de manipulación y de «pasotismo» por parte de las empresas. Obtener datos, soltar el chaparrón publicitario y sentarse a esperar a ver qué pasa con los consumidores no es una buena forma de hacer publicidad ni tampoco marketing.