Para ir entrando en calor, os recomiendo de lo publicado en años anteriores lo que yo considero imprescindible: Ken Robinson hablando de creatividad y enseñanza, también sería adecuado que le echarais un ojo al blog por completo para entender como va la cosa. Con respecto a los enlaces a lecturas de años anteriores, podéis leerlas (faltaría más), pero en algún momento os dejaré las de este año, algunas coincidentes, otras no.
En cuanto al concepto de creatividad comparto la idea de que con los años esta facultad va desapareciendo en parte debido a que los adultos tienen miedo a equivocarse y además se considera algo malo , cosa que no deberia de ser asi. Otro punto es el de que se consideran más importantes ciertos estudios que otros, pero nosotros no debemos fijarnos en lo que digan debemos de ver y saber que nos gusta y desarrollarlo.
Sin lugar a dudas la educación/preparación es la base de nuestro futuro, sin embargo, ante el sistema actual(educación de repetición o memorización )nuestras capacidades y nuestra creatividad se ven reducidas ,en gran parte por el temor a equivocarse. Una mayor y mejor aplicación práctica de los conceptos aprendidos sería una posible solución , sin olvidar la importancia de la seguridad en nosotros mismos (si nos equivocamos es por que al menos lo hemos intentado).
La educación es considerada un pilar fundamental en la base de cualquier civilización, sin embargo, esta educación impartida en todo el mundo presenta un gran error, un error que un futuro no muy lejano nos afectará de una manera impactante, ya que, dicho sistema acaba con la creatividad de los niños tal como lo señala Sir Ken Robinson.
El sistema educativo tiene que adaptarse a la evolución de la sociedad y sobre todo en los avances tecnológicos. La creatividad es esencial para los todos individuos , puesto que es así como logramos evolucionar en todos los ámbitos. Es por esto, que el sistema educativo debe prestar atención y promover de manera eficaz la creatividad en los niños y no suprimirla.
Debemos fomentar a los niños a creer en si mismos, y hacerles saber desde temprana edad que nada es imposible con sacrificios y trabajo duro. Somos capaces de lograr todas nuestras metas.
En este vídeo, Ken Robinson nos habla de la configuración del sistema educativo, que por lo general obvia las particularidades de cada uno de nosotros y se podría resumir como una especie de entrenamiento para el actual mercado laboral.
Aquellos elementos que hacen diferentes a cada persona, la imaginación, la creatividad o las dotes artísticas que se puedan tener, no son tenidos en cuenta en este sistema, por lo que muy pocas personas deciden aprovecharlos y elegir su profesión en función de ellos.
Creatividade e educación deberían ser palabra que vaian da man. Educamos aos nosos nenos mandándolles ler os libros que nos queremos e lean, ensinándolles as cousas que nós queremos que coñezan…así o único que conseguiremos serán nenos robots que nun futuros pensarán todos igual (pensarán o que nós queremos que pensen). Un día un escritos chileno, Alejandro Jodorowsky, algúen lle conta, o meu fillo suspendeu matemáticas, e sacou un 10 en debuxo, e el pregunta, e que vas facer, buscarlle un profesor de matemáticas, contesta o pai, e Jodorosky di, por que non lle buscas un profesor de debuxo que aí está o seu talento….Deberíamos preocuparnos máis de buscar onde está realmente o talento de cada neno en vez de educalos para que teñan talento no que nós queremos que teñan.
Xa o dicían por aí, errar é de sabios.
El modelo educativo que se sigue actualmente está basado en la memorización y posterior repetición de conocimientos, no hay lugar para la creación ni la imaginación. Margina a numerosas personas teniendo como consecuencia en numerosas ocasiones la marginación social de las mismas. Un modelo educativo correcto sería aquel en el que se fomentasen los aspectos en los que cada individuo destaque y no obligarlos a descubrirlos de manera autodidacta.
El vídeo se podría resumir con » sistema educativo opresor de nuestra imaginación», es cierto que a la edad más temprana es cuando más dejamos llevarnos por nuestro sentido de la creatividad, pero con el paso del tiempo descubrimos que ésta forma de expresarnos, tan propia y característica de cada uno de nosotros, no nos conducirá al éxito escolar. Éste deja de lado los diferentes tipos de inteligencias que pueden desarrollar las personas para sintetizarlas en unos conocimientos exactos y matemáticos que todos debemos conocer del mismo modo.
Este vídeo é unha clara crítica contra o sistema educativo actual, definido como o «opresor da imaxinación, da creatividade». É innegable que os plans de educación actuais se centran exclusivamente na capacidade que ten o alumnado de facer unha serie de operacións matemáticas ou de escribir un texto con coherencia e sen faltas de ortografía, eludindo (cando non desprestixiando) deliberadamente todo tipo de coñecementos artísticos. Isto acontece porque se considera que os primeiros saberes son imprescindibles, mentres que os últimos carecen de valor. En consecuencia, pódese dicir que a educación nestes momentos está contribuíndo a homoxeneizar á poboación; non deixa que a xente desenvolva a súa creatividade, todo aquilo que a fai única e diferente dos demais. Todo o contrario, está propiciando que as persoas con capacidade e intereses artísticos queden «marxinadas», e que sexan calificadas moitas veces de non aptas para os estudos simplemente polo mero feito de non sobresaír nunha rama da Educación que aleatoria e irracionalmente é considerada como a ÓPTIMA.
¿Cuántas han sido las veces que un alumno de bachiller de ciencias ha infravalorado a otro de letras? o este último a su vez del de artes? Yo mísma he tenido la duda, (¨perteneciendo¨ a las letras) de que aquellos que eran iguales a mi pero cursaban asignaturas de ciencias tenían un doble mérito que yo, he de decir que no tenia la misma idea con los de artes, jamás pensé que yo tendría doble mérito que ellos o que ¨ era la opción más fácil¨ . Me pregunto que serían unos sin los otros, que todos somos igual de importantes y necesarios. Que no somos más o menos por destinar nuestra atención hacia las matemáticas, el griego o la pintura, simplemente somos diferentes. El actual sistema educativo sólo se centra en dos ámbitos y para eso en uno más que en otro a la hora de otorgarle como un mayor prestigio, ¿cuántos Isadora Duncan o cuántos Picasso habremos perdido? y lo más importante ¿cuántos más estamos dispuestos a perder?
‘’Todo proyecto educativo deberia preguntarse para qué educamos’’ (German Campos, La educación prohibida) En el caso del sistema educativo del que habla Sir Ken Robinson ,y del que todos nosotros hemos formado parte, no podemos negar que se nos educa para ‘’no salirnos de la línea’’ .Se premia a aquel que obedece , que sigue las instrucciones sin preguntar ni aportar nuevas ideas. Afortunadamente, existen profesores diferentes (como Robin Williams en ‘El club de los poetas muertos’) adultos que sí aprecian la creatividad e imaginación de los niños y la fomentan. En cambio, nuestro sistema educativo fomenta la repetición y nos conduce a ser piezas homogéneas de una cadena de montaje,provocando que personas brillantes (como Gillian Lynne )sean rechazadas por no seguir los patrones establecidos. El sistema olvida el valor de las nuevas ideas y oprime el poder de la imaginación. Para qué educamos? Considero que la armonía entre la razón, el cuerpo y las emociones es clave para el desarrollo de las personas.Nuestro modelo de educación rompe esa armonía y nos convierte en estudiantes frios, cuya preocupacion es una nota, no aprender. Quizá el problema de este sistema educativo es que los métodos han sido elegidos por tecnócratas y burócratas… y lo único que quieren que aprendamos es a seguir sus instrucciones, a »no salirnos de la línea».
Una cosa está clara: los tiempos han cambiado, nuestra forma de concebir la educación también debe cambiar.
Si tuviera que quedarme con uno de los acertados términos que Ken Robinson menciona a lo largo de su discurso, sin duda sería con el de inflación académica. Vivimos en una sociedad cuyo modelo educativo imperante tiene el objetivo de formar futuros trabajadores, en lugar de personas. Empezamos en la escuela primaria, pasando por la secundaria y en todas ellas nos dejan claro que debemos estudiar para conseguir un buen trabajo y ser «alguien» en un futuro. Pero, como bien apunta Robinson, ¿qué futuro es ése? Y, además, ¿cómo de preparados estaremos para el futuro si sólo nos forman en base a un temario y unos libros estipulados por el gobierno? Sin duda, la educación actual no nos deja dar rienda suelta a nuestra creatividad e imaginación, sino que nos arrincona a todos en el sendero que va hacia aquellos puestos de trabajo que necesitaremos para sobrevivir en una sociedad consumista y nos envía a la pata coja hacia un futuro incierto, para el que sin duda no nos prepara.
Según el modelo de concepción de la mente de Howard Gardner, todos los seres humanos contamos con una inteligencia múltiple, formada por la inteligencia lingüístico-verbal, lógico-matemática, espacial, musical, corporal, intrapersonal, interpersonal y naturalista. Estas se encuentran divididas e interrelacionadas entre los dos hemisferios de nuestro cerebro, pero en cada persona una de ellas destaca. ¿Con cuál de ellas nos machaca el sistema educativo? La inteligencia lógico-matemática.
Queda más que clara la reducción de campo que sufre nuestra mente y el daño que esto causa a nuestra creatividad, haciéndonos creer que todo es exacto y que errar o desviarse del «camino correcto» puede ser lo peor que cometas. ¿Y si en vez de mostrar descontento cada vez que algún niño dibuja por fuera de la línea le dejásemos libre de desarrollar sus propias habilidades?
El sistema educativo está inventado para que todos seamos iguales y como dice Ken Robinson, la educación está destinada para que nos desarrollemos en aquellas materias que son útiles para el trabajo. El problema está en que no todos somos iguales, nuestra poca duradera creatividad se ve recortada cuando se nos impiden hacer las actividades que a nosotros nos gustaría para tener que aprobar un examen para el colegio. Y digo aprobar porque aprender poco se aprende, los alumnos memorizan los folios (que muchas veces ni siquiera lo entienden) y el que mejor lo vomite luego en el examen llevará el grandioso 10/10.
Lo curioso es que muchos padres quieren esos resultados para que su hijo o hija supuestamente en un futuro tenga un buen trabajo…¿pero no será más importante que hagan lo que les guste y desarrollen esa creatividad y talento único que poseemos todos cuando no tenemos miedo al «que dirán» y a equivocarnos? No debemos tener miedo a ser diferentes y tenemos que luchar para cambiar el valor que se le da a las diferentes inteligencias y habilidades.
O do ensino é un debate extraordinariamente complexo. A sociedade no seu conxunto e a comunidade educativa en particular enfronta diferentes perspectivas, algunhas complementarias e outras antagónicas, sobre cal debe ser a dirección do sistema educativo. O modelo actual está enfocado, cada vez máis, cara a preparación de profesionais técnicos adaptados a un sistema produtivo que por outra banda é incapaz de absorber toda a oferta de traballadores que se lle presentan. Ben é certo que neste camiño pérdese a oportunidade de desenvolver outras facetas da intelixencia individual (a creatividade na que insiste Ken Robinson), mais non cabe esquecer a perda de oportunidades para desenvolver a intelixencia colectiva, a empatía, o sentido do común. Un enfoque menos alfabetizador e máis centrado na creatividade podería caer no mesmo erro que o sistema actual: deixar ás beiras a comprensión do sistema educativo como un sistema integral de formación en todos os eidos.
Tamén me semella oportuno alertar fronte a unha visión excesivamente idealizadora do papel da escola na sociedade. Os centros educativos son lugares de formación, que deben incorporar visións diferentes do binomio mestre-alumno. Non obstante, un centro educativo non é un lugar de diversión que non esixa compromiso coa aprendizaxe. O fortalecemento dunha cultura de esforzo individual e polo colectivo é fundamental, baixo a miña óptica, para construír unha sociedade responsable nos asuntos propios, pero tamén na participación na vida pública. Non cabe esquecer que o ensino é unha ferramenta poderosa nas mans da sociedade.
Por outra banda, existe o perigo de obviar a importancia das matemáticas e outras ferramentas do pensamento lóxico. A lóxica foi dende sempre un instrumento da filosofía na súa tarefa de intentar comprender o mundo. É certo que os eidos creativos da danza, a música, a pintura están infrarrepresentados no modelo educativo imperante, pero enfrontalos á matemática (e outros) como se estes fosen excluíntes só pecha o camiño cara ao ensino total e integrador mencionado.
O sistema educativo perfecto non existe, e comprender o que se fai mal é fundamental para poder mudar a mellor. Non obstante, non cabe esquecer o difícil que resulta para moitos mestres emprender grandes debates de fondo cando os sistemas de ensino están fallando no esencial: a dotación de recursos dos centros e as tarefas de asignación prioritaria cara a centros cuxa masa de alumando provén de familias de nivel socioeconómico baixo. Noutras palabras: é difícil desacordar con Ken Robinson, pero cabe matizar un contexto complexo para enfrontar as súas palabras coa realidade diversa na que vivimos.
Desde muy pequeños, nos enseñan que lo más importante para formarnos adecuadamente en un futuro es poseer conocimientos sobre: matemáticas, ciencias naturales y/o lenguas, restándole importancia a la música y a las artes plásticas, entre otras. Es evidente que estas asignaturas son fundamentales para nuestra formación pero, ¿quién sabe qué es lo que realmente queremos hacer, a qué nos queremos dedicar de mayores?¿qué es lo que nos hace felices, al fin y al cabo? Nadie nos lo pregunta porque a nadie le interesa verdaderamente nuestra respuesta. Memorizamos conceptos y temarios, la mayoría de veces sin saber ni siquiera qué estamos estudiando, ni para qué nos servirá en la posteridad, todo eso para procurar aprobar exámenes los cuales van a determinar nuestro futuro académico. El hecho de que todos tengamos que aprender lo mismo, leer lo mismo y hacer las mismas cosas, hace que, según quiere decir Ken Robinson en el vídeo, los jóvenes vayamos perdiendo nuestra creatividad y no podamos explotar nuestro talento. Se modelan personas iguales, que tienen conocimientos sobre elementos de un mismo campo, que piensan y actúan igual. ¿Y para qué existen la música, la interpretación, la pintura, y por otra parte, la tecnología, la biología, la historia? Para que cada uno de los individuos que conforman este planeta puedan hacer lo que quieran, sin importar qué área de conocimiento tiene más salida laboral y/o cuál tiene más estatus social. ¿Por qué tanto prejuicio en la sociedad con las carreras de humanidades, concretamente? Si no existieran, todos seríamos semejantes. Si los profesores únicamente nos dieran clase para poder dedicarnos de adultos a la medicina, al derecho o a las matemáticas, no habría profesores de música, ni músicos, ni bailarines, ni pintores, ni poetas, ni escritores, ni profesores de latín, de griego, de francés, de italiano, de español o de gallego. No habría diversidad, pluralidad. Todos seríamos similares, y muchos insatisfechos por no amar su profesión. Todos y cada uno de nosotros tenemos una identidad propia, un talento particular, unos pensamientos y opiniones únicas que nos hacen diferentes, que de no existir toda esa variedad de campos académicos, careceríamos de ellos. Y como dijo Robin Williams en «El club de los poetas muertos»: «No olviden que a pesar de todo lo que les digan, las palabras y las ideas (propias) pueden cambiar el mundo».
El vídeo muestra una crítica al sistema educativo actual. Este sistema educativo, en la mayoría de países, se basa en el simple hecho de memorizar cincuenta hojas de las cuales solo te vas a acordar de algunas a la hora de hacer el examen y luego de que éste pase sólo te acordarás de una o dos como mucho.
Yo estoy de acuerdo con Ken Robinson en que deberíamos plantearnos reformar el sistema educativo para que la gente pueda descubrir nuevos gustos o talentos que tienen ocultos simplemente por el hecho de que en la educación están en un segundo o tercer plano, como puede ser dibujar, bailar o actuar. Sé que es difícil llevarlo a cabo puesto que no existe un sistema educativo perfecto y el actual está hecho para que todo el mundo sea igual , pero podríamos intentar cambiarlo para explorar otras alternativas que no están desarrolladas.
Realmente es muy cierto que el sistema educativo actual solo se centra en las áreas de las ciencias, dejando de lado, o incluso como algo inferior al arte y las humanidades. Este mismo sistema es el que creó los tan conocidos comentarios de «es que las letras no sirven para nada», «los de ciencias tendremos un trabajo», etc. Yo creo que habría que añadir que este sistema no solo deja atrás a las personas con sensibilidad para el arte, o oído para la música, sino que genera una rivalidad que es ganada por las ciencias y desprecia, a su modo, al otro lado de esta moneda educativa.
Sinceramente, el sistema educativo debería cambiar, en el modo en el que lo enfocan en el vídeo, con una igualación de las dos partes, fomentando la racionalidad humana, pero también la sensibilidad, ya que si realmente un padre quiere fomentar la sensibilidad de su hijo se ve obligado a meterlo en actividades extra-escolares, y en el caso de no poder, ese niño jamás explotará ese lado.
Lógicamente es necesario para todo niño ir al colegio y formarse para poder conseguir trabajar en aquello que le guste algún día. Seamos de ciencias o de letras, todos tuvimos que cursar ciertas asignaturas que no nos gustaban o no se nos daban demasiado bien. Esto está bien planteado puesto que obliga a todo el mundo a tener conceptos básicos sobre todas las materias, pero ¿por qué se establece esa jerarquía de la que se habla en el vídeo? Vayamos a donde vayamos, las materias de artes siempre estarán abajo de todo, siempre serán asignaturas optativas (y ahora parece que ni eso, pues pretenden eliminar música de 1º de bach, por ejemplo). Yo sigo sin entender por qué muchos padres no les dan la opción a sus hijos de formarse en algo artístico profesionalmente. «Eso si quieres lo haces como hobby». Nos están matando la creatividad. Hoy en día nace un niño y sus padres ya le tienen asignado un futuro, y claro está que en esos planes se encuentra la idea de que vaya a la universidad. Ah, claro, querer estudiar bellas artes o teatro no te asegura un puesto de trabajo, pero tener un título de una carrera en la que año tras año se gradúan cientos de personas en cientos de universidades en todo el mundo sí.
Una vez que nos arrebatan la infancia y todas esas ilusiones, nos cegamos con el dinero, las responsabilidades del día a día,…. Vivimos en un constante estrés que no nos deja ni plantearnos qué es lo que queremos hacer y ser.
La escuela nos enseña a leer y sumar y muchas cosas más (a las cuales no les quito importancia), pero nos aparta de un mundo de sueños y creatividad para conseguir llevarnos por «el camino correcto». Y aquí nos encontramos, en el final del camino correcto, con mil ingenieros en paro, dos mil filólogos empezando otra carrera, y millones de personas infelices en su día a día, esforzándose por estar a la altura de un puesto de trabajo que no les aporta nada más que dinero.
Desde mi punto de vista, Ken Robinson, ha dado en el clavo con esta conferencia.
Estoy de acuerdo en que todo lo artístico está notablemente infravalorado en muchos de los aspectos que rodean a la educación. Creo que con este modelo formativo, el mundo está perdiendo talentos y muchos talentos se están perdiendo el mundo. Algo que me parece tan absurdo como injusto.
La de psicología, por ejemplo, es una carrera que está dentro del círculo de las opciones «válidas» a elegir. Yéndonos a lo más básico, consiste en aprender a ayudar a los demás a superar problemas personales a base de terapia.
Mi pregunta es: ¿a quién no le ha ayudado el arte en momentos difíciles? Ya fuera por activa o por pasiva. ¿Quién no ha empatizado de manera casi absurda con una obra musical o teatral? Estoy segura de que cualquiera en algún momento de su vida se ha sentido comprendido por algún artista y eso le ha ayudado a seguir. El arte también es terapia.
Opino también que una formación básica es imprescindible, pero creo que debería haber las mismas oportunidades para el que nace con vocación de abogado que para el que sueña con bailar. Con «oportunidades» no sólo me refiero a salidas laborales, sino también a tener la opción de elegirlo desde un principio y a poseer las mismas facilidades para aprenderlo y desarrollarlo.
En definitiva, considero que ningún sueño se debe ver frustrado por salirse de lo ya establecido.
La vida es crecer y evolucionar, cambiar a mejor e incluso a peor. Manteniéndonos estáticos uno no mejora.
Como bien dijo Pablo Picasso: «Todos los niños nacen artistas, el problema es seguir siendo artista al crecer». Desgraciadamente nuestro sistema escolar margina, consciente o inconscientemente, aquellas asignaturas donde la creatividad es la gran materia prima: arte, música, danza, filosofía… Todas ellas quedan relegadas a un segundo plano, esas denominadas «actividades extraescolares», que a pesar del tiempo extra que conllevan, el esfuerzo o el cansancio, nunca las abandonamos por una sencilla razón: Nos gustan. Dan igual las numerosas dificultades que tengan, no nos importan; porque estamos haciendo eso que realmente nos apasiona.
Sin embargo son muchos los niños que a lo largo de su vida tuvieron que renunciar a todas ellas. Tan solo por una sencilla razón, el colegio es mucho más importante. Es triste que un «hipotético e imaginable título universitario» sea más valioso que la pasión de un niño por hacer eso que verdaderamente le gusta. ¿Cuantos no pudimos ir a tocar, a entrenar, a bailar porque al día siguiente teníamos examen? Vivimos en un mundo donde si vamos mal en matemáticas o en inglés, inmediatamente nos contratan clases particulares para mejorar. Sin embargo si se nos da mal pintar o tocar la flauta, a penas tiene relevancia.
La creatividad es la fuente de generar nuevas ideas o conceptos, ¿de que nos sirve tener muchos conocimientos teóricos en matemáticas, física, biología.. si luego no tenemos la ingenuidad para aplicarlos en la práctica?
Y es que haciendo referencia a una de las personas más brillantes de los últimos siglos, Albert Einsten: «La creatividad es la inteligencia divirtiéndose»
El de la educación es un debate eterno. Ya no es una cuestión de que nadie sepa cómo implantar un modelo efectivo, si no de que haya alguien que se atreva a llevarlo a cabo, con apoyo y con tiempo. Me permito la licencia de hacer una breve mención al sistema educativo en España. Bueno, debería decir a los sistemas. En los últimos años, ¿cuántos cambios, modificaciones y reformas se han llevado a cabo en el panorama educativo? Muchos. ¿Cuántos se han hecho de una forma tranquila, pausada, meditada y con apoyos? NINGUNO. Todas estas reformas y modificaciones no han obedecido más que a intereses partidistas, y eso no hace más que perjudicar a quien el día de mañana, incluso ya hoy, tendrá que sacar al país adelante. Hace cinco años que acabé la etapa escolar e hice Selectividad, y si en alguno de estos años hubiera vuelto a pisar por el colegio probablemente no reconocería ni la mitad de las coas.
Las formas de enseñar y de aprender son obsoletas y no conducen a ninguna parte. Bueno. Me equivoco. Al fracaso. Chapar no es aprender. Y al colegio, y también a la Universidad, se va a aprender. Recuerdo muchos profesores que a lo largo de mi etapa en ADE, el primer día de clase, presentando la asignatura, decían aquello de «bueno, y ahora os comento cómo va a ser la evaluación y el examen, que es lo que os interesa». Y lo peor de todo es que al 99.9% del alumnado era, efectivamente lo único que le interesa. Triste realidad. Más aún en lena época de Bolonia, en la que se supone que los exámenes no cuentan tanto y lo que importa es el día a día. Patrañas. Las clases están más llenas, sí. Pero porque muchos profesores pasan lista como forma de evaluación continua. Y los alumnos van, en cuerpo, pero no en. No hay más que fijarse en ellos. Este de aquí en la web del Marca, aquel haciendo un retuit y el otro mandando un whatsapp.
¿Por qué? Porque los primeros que no han sido capaces de adaptarse a esta nueva era son los propios docentes. Los hay que siguen utilizando el mismo material que hace diez años. Los hay que llegan, se sientan en su silla y leen las diapositivas o sus apuntes. Y esta no es manera de enseñar. porque para ello, primero hay que conectar con los alumnos, crear interés, despertar la curiosidad.
Como consecuencia, el alumno estudio y memoriza información para un examen, pasan dos semanas y con suerte recuerda un par de conceptos. Pongo ejemplos de mi anterior carrera: asignaturas que deberían tener parte práctica, aprender a manejar programas de la vida real, por ejemplo, pero que apenas dedicaban una clase a aprender a manejar estas herramientas. El día del examen muchas preguntas tipo test o de Verdadero y falso, que restan, por supuesto, y algún ejercicio práctico plantado en papel. ‘¡EN PAPEL! ¿Quién va a hacer un largo ejercicio financiero o contable en papel dentro de diez años? Nadie. No tiene ningún sentido plantear exámenes que no buscan valorar el conocimiento y qu elo que hacen es primar el no fallo, la abstención, dejar una pregunta en blanco en vez de responder por miedo a fallar. Esta no es manera de enseñar ni de formar. Y sin cambiar este tipo de cosas, el debate sobre el sistema educativo se seguirá extendiendo durante años.
El sistema educativo margina y socava la creatividad innata de los niños, fomentando el miedo a equivocarse. Lo cual produce que de adultos sean muchísimo menos creativos y estén faltos de originalidad. A día de hoy el sistema educativo está hecho para que todos seamos iguales; desde pequeños nos enseñan a memorizar en vez de estudiar, nos enseñan a aprobar en vez de aprender. De esta forma nos pasamos el tiempo estudiando (o memorizando) para aprobar un examen sabiendo que tiempo después no recordaremos casi nada de lo que hemos estudiado.
Cabe mencionar la distinción que hace la sociedad entre las ciencias, humanidades, el arte… Siempre, pero siempre son más importantes las ciencias a vista de toda la sociedad; incluso llegando a subestimar otras ramas mencionadas anteriormente (humanidades, música, pintura, etc). Por estudiar ciencias no se es más que nadie, y lo mismo ocurre al contrario; una persona no se puede creer menos que nadie por estudiar arte, por ejemplo.
Para que las economías prosperen necesitamos niños que piensen de forma creativa y entiendan los valores culturales, se requieren profesores que no sólo sean capaces de enseñar cosas, sino que dejen a los niños espacios para cultivar su talento. Es necesario potenciar la diversidad y la única forma de descubrir talentos es pensar de forma diferente. Si nos dejamos guiar por el sistema educativo acabaremos siendo todos iguales, seremos un número (por el numero de carreras que tendremos, por el número de idiomas que sabremos, etc), no seremos personas y, sinceramente el gobierno y el sistema educativo debería estar preocupado por formar personas, no por formar números ni por formar trabajadores que sean máquinas y que lo único que sepan hacer sea memorizar.
Dejemos volar nuestra imaginación, seamos originales, seamos creativos, hagamos lo que nos gusta. Si lo que queremos es tocar un instrumento, hagámoslo, si queremos bailar, hagámoslo; no podemos dejar que nos juzgue nadie, y mucho menos una sociedad que se rige por un sistema educativo altamente equivocado.
El tratamiento de la educación siempre supondrá una disyuntiva en nuestra sociedad. Por una parte, existen aquellas personas que prefieren que los niños, el futuro de este mundo, se centren en aprender cultura, año tras año, memorizando, repitiendo y siguiendo el mismo patrón que él que se sienta en el pupitre de al lado. Y si bien la cultura es necesaria, porque una persona formada debería tener la capacidad de juzgar por sí mismo y crear un pensamiento propio, también es cierto que parte de los contenidos que recordamos por obligación no son utilizados mas allá del examen en el que nos los preguntan. Además, la exigencia que se pone de base a cada niño por igual es desproporcionada, cada persona es un mundo, y la facilidad que uno tiene para las matemáticas, otro la tiene para los idiomas; lo que pretendo decir con esto es que la educación, como pilar de la colectividad, se debería adaptar a cada uno lo mejor posible.
Sin embargo, por otra parte, se encuentran aquellos que como Ken Robinson, defienden una enseñanza acompañada de la creatividad e imaginación que tanto caracteriza a los niños. Dejar a los más pequeños desarrollar sus ideas es positivo para todos, puesto que ellos serán quiénes se encarguen en unos años de hacer avanzar al mundo. Es más, y haciendo referencia a lo que el ponente dice en TED, la inclusión de materias que potenciasen la libre creación sería una evolución para la educación, que iría paralela a los nuevos retos que aparecen en la vida.
Certamente, todos temos os nosos talentos, aínda que nalgúns casos nunca cheguen a ver a luz. Xa me ensinaran esta conferencia hai cousa de dous anos, cando estaba no meu futuro próximo a Selectividade (toda unha experiencia). Logo de vela outra vez, xa na universidade, hai certas cousas na miña perspectiva que cambiaron. A primeira vez que a vin, non tiña nin idea do que quería facer nun futuro, nin que estudar. A día de hoxe, podo dicir que me gusta a carreira que escollín, pero non a maioría do que fago nela. Hai unha pequena parte no que me estou formando que me fai dicir que mereceu a pena escoller este camiño. Non sei se son os chamados «talentos», pois iso non o xuzgo eu; pero si é o que me gusta facer.
Recordo tamén ter visto unha imaxe na que se lle pedía a un conxunto de animales de especies distintas realizar unha proba para demostrar as súas capacidades. A proba consistía en escalar un árbol, e era a mesma para todos. Sen embargo, é lóxico que o resultado nesa proba non sexa o mesmo para un mono que para un elefante ou que para un peixe. Isto, sin embargo, non quere dicir que os animais que non conseguiron pasar a proba non teñan ningunha capacidade, se non que non lles deron a posibilidade de que saíran á luz.
Creo que isto é o que pasa hoxe en día (e seguirá pasando, cambialo levaría moito tempo, por desgracia). A todos nos aplican a mesma vara de medir, pois estamos nunha situación de «igualdade». E non é así, todos somos diferentes (por sorte).
Totalmente acertado el monólogo de Sir Ken Robinson. El sistema educativo es totalmente desacertado y cierra puertas a los que no tienen cualidades de memorización o cálculo. Personas con capacidades reales para realizar multitud de cosas de manera brillante son relegadas al ostracismo por el mero hecho de no tener cualidades académicas.
Creo personalmente que un sistema educativo debe abrir puertas a las personas de cara a un futuro, no cerrárselas. Este sistema las cierra, va eliminando participantes hasta que un pequeño grupo llega al éxito. Sin embargo, el hecho de que ese grupo haya conseguido el objetivo, no significa que vaya a tocar mejor un instrumento, escriba mejor un artículo o eduque mejor a un niño, sino simplemente que memorizan mejor ese texto, realizan mejor ese cálculo o les interesan más los temas tratados.
Como leí en el comentario anterior, un pez nadará más rápido que un pájaro, pero no porque el pájaro no sirva, sino porque el pez es más apto para realizar esa tarea. Por lo tanto, el pájaro no debe ser apartado cual ser inútil, debe ser ayudado para que descubra que puede volar más alto que nadie.
Me recuerda a aquella historia de los padres que acuden a una entrevista con el tutor de su hija:
-«Su hija es malísima en matemáticas, pero es muy buena en dibujo» les comenta el tutor, a lo que responden los padres:
-«¿Qué hacemos? ¿La apuntamos a clase de matemáticas?
-«No. Apúntenla a clases de dibujo.»
La educación pública se distingue fundamentalmente por una característica: es (o intenta ser) igualitaria. Por desgracia, esta pretensión es difícil de llevar a cabo sin un proceso de homogeneización: se toma el mismo baremo para evaluar y conducir a todo el alumnado en masa. Esto nos ofrece la garantía de aportar a un número elevado de personas cada generación unos conocimientos básicos, ¿el problema?: son los mismos. Esto presenta sus luces y sus sombras: siempre ha existido la genialidad, pero esta no puede florecer sin un escenario de mayoría mediocre. Claro que hay grandes mentes, pero muchas de estas lo son en comparación. Si has tenido la suerte de que el sistema educativo está encaminado a desarrollar esa potencialidad innata en ti, felicidades, serás una gran mente. La mediocridad es el precio que debemos pagar en pro de una educación igualitaria, ya que unos estudios diferenciados estarían al alcance de muy pocos y no resultarían socialmente rentables. Es una realidad, triste, pero cierta, y muy difícil de cambiar.
En el video se habla de que no nos permiten equivocarnos, y aquí entra esa tendencia cómoda y fácil de los educadores de hoy en día: los exámenes tipo test, en el que la imposibilidad de argumentar la percepción de cada uno reduce los conocimientos a un «Si/No» sin opción a réplica ni ambigüedad.
Es necesario cambiar el sistema, como se lleva diciendo años y años, y es posible cambiarlo, pero es la pereza y el hecho de que resultará costoso y arduo y requerirá una entrega verdaderamente vocacional de los educadores, lo que imposibilita este cambio.
Ken Robinson no ha podido acertar más en sus palabras. El sistema educativo nos enseña desde los 6 años matemáticas, ciencias y lenguas, mientras que otras asignaturas como música o plástica quedan en segundo lugar, consideradas como relleno e inservibles, incluso los propios responsables de impartir esas materias las consideran como tal. ¿Cómo van a tomarse en serio los niños esas asginaturas? ¿Cómo van a creer los niños a los que les gusta la música o la pintura que su don es algo que pueden explotar y ser buenos en ello?
Cuando somos niños todos queremos aspirar a una profesión idílica como es ser bailarina, cantante, o futbolista profesional, pero siempre nos dicen que eso es imposible, y muy pocos nos dicen que aunque sea difícil, podemos hacerlo. No es sólo culpa de los padres, el sistema educativo se encarga de hacer invisible las cualidades de esas actividades, y no ayuda a que tengamos la fuerza suficiente para creer en nosotros mismos y poder luchar por lo que en realidad queremos.
Necesitamos un cambio, un cambio en el que si queremos ser pintores, tengamos la posibilidad desde niños de serlo, de explotar nuestro don o de hacer que nos aparezca sin tener que pagar una cantidad desorbitada de dinero para acceder a unas clases realmente buenas. Hoy en día, muchos padres no están dispuestos a pagar eso porque lo consideran «una tontería». Entonces, el niño, inicia su vida a preparase para los estudios universitarios, a quedarse con su sueño frustado mientras se levanta todos los días de madrugada para poner camino a su trabajo de abogado, médico, o a una profesión que sí sea aceptada por la sociedad, y para la que sí te ha preparado nuestro sistema educativo.
¿Qué somos en verdad los estudiantes? Un código y una nota. En nuestra carrera de Periodismo hay mucha gente que entra porque le ha dado la nota de corte tras examinarse 3 días seguidos de unos exámenes que ni siqueira prueban nuestras capacidades para la profesión, ni siqueira yo misma sé si es mi profesión, o si es en verdad a lo que me quiero dedicar. Mientras tanto, muchos grandes profesionales se quedan a las puertas y se matriculan en muchas carreras «rebote» infravolarando a su vez a la gente que le verdad le gusta eso, y que siente frustación por gustarle esa carrera.
En lugar de esta mente tan radical que tenemos, deberíamos de dejar de ser un número, de tener la valentía de explotar nuestras cualdiades como teníamos con 8 años hasta que aceptamos nuestro futuro y nos encaminamos a sacar las mejores notas tras chapurrear unos apuntes en un examen.
La vida se trata de entender, no de chapar. Buscamos un cambio, es muy bonito decirlo mientras nos arrebatan las ganas de luchar por lo que de verdad queremos, y el ejemplo muy claro de esto está en que muchas de las personas que lo critican, son las primeras que también lo hacen cuando dices «quiero ser diseñador».
Nos infravaloramos a nosotros mismos porque los demás también lo hacen. Tenemos que despertar, y buscar nuestra propia creatividad.