Os dejo un enlace que trata el tema legal de la publicidad comparativa que no es más que un complemento de lo que hablamos y las cosas que nos dejo Brais en este blog. Por otro lado, recuerdo a las personas de prácticas del miércoles (a los que pide disculpas por mi ausencia creo que justificada) que estamos desarrollando el briefing de cada uno de los trabajos que tenemos entre manos. Será para la semana que viene esa entrega.
Para terminar os dejo una entrevista que tiene como tema central el estudio del cerebro. El neuromarketing se presenta como un recurso entre muy eficiente y peligroso en el mundo de la publicidad. El estudio del cerebro humano es probablemente una de las cosas que nos permitirá avanzar más en el futuro próximo. Aunque parezca mentira, todos tenemos cerebro.
Interesante o tema do neuromarketing.
A predición de patróns de resposta dos consumidores é factor clave para o deseño de anuncios cuxa desmesurada eficacia é un feito ao darse a posibilidade de creación con tal precisión ‘cirúrxica’. Deste xeito, asusta pensar na probable carencia de ética verbo desta praxe se non chega a darse unha regulación restritiva ao respecto. Porén, sucumbindo ao perigo, o comprensible alarmismo non é, en certa medida, delator dunha falta de confianza en nós mesmos e na nosa autonomía?
Igual é cousa miña, que quero seguir crendo que non chegaremos a tal grao de indefensión e vulnerabilidade xa non tanto como consumidores, senón como persoas…
Continuando co tema da publicidade comparativa, vexo lóxicas as regulacións lexislativas existentes, porén, ségueme a parecer unha forma «pouco honesta» de facer publicidade. Quizais non teña ningunha razón, pero penso que unha marca se ten que facer valer por si mesma, sen tratar de posicionarse tan claramente por enriba de outra. Está claro que ese é o seu obxectivo, pero non me parece axeitado o procedemento empregado na publicidade comparativa.
Con respecto ó neuromarketing, concordo con Teresa. Asusta darse de conta de todos os estudos que se realizan sobre as persoas sen que nos deamos de conta. Todos os nosos hábitos, comportamentos, intereses… son pouco a pouco estudados ca fin de coñecernos e controlarnos mellor. Centrándonos na publicidade, este coñecemento do ser humano e do seu funcionamento permite pulir aínda máis o tipo de campañas realizadas e conducilas máis directamente ó público obxectivo das mesmas. Saben como convencernos, polo que debemos ser máis racionais ca nunca e non «perder os papeis».
La publicidad comparativa, en los casos que se menosprecia al competidor es normal que no sea legal, pero es gracioso también por ejemplo el caso de Minute Maid, que juega con lo que “será mejor para el consumidor”. Hay que medir cada palabra para que el competidor no pueda jugar sucio. Dejo un enlace de un anuncio que vi hace tiempo relacionado con esto: Pepsi vs Cocacola https://www.youtube.com/watch?v=z8MEt42xgps
Lo del Neuromarketing es sabido que estamos más que controlados por las marcas para que compremos impulsivamente. Me quedo con la última frase: «lo que mueve a los seres humanos es la emoción, no la razón».
A recente portada de Keira Knightley (http://www.huffingtonpost.com/2014/08/28/keira-knightley-topless_n_5731126.html) lembroume a un debate suscitado hai tempo, cando Victoria Secret propuña nunha das súas campañas o «perfect body». Poden considerarse publicidade comparativa ás contracampañas como a que lle fixo Dove sen citala explícitamente? ( e vendendo un de produtos distintos aínda que tamén destinados ao corpo da muller)
E, ata que punto podería criticarse que a empresa de cosméticos denuncie públicamente o emprego da muller para dar determinado tipo de imaxe, pero comparta axencia publicitaria con Axe? Sería bó que Dove fose coherente tamén nese ámbito? Ou a decisión quedaría avalada pola profesionalidade da axencia, o suficientemente solicitada, e o suficientemente capacitada como para crear campañas tan diferentes entre si e con tanta notoriedade ?
Dende logo o tema do neuromarketing da que falar. Mais pensar que técnicas pertencentes á neurociencia poidan ser empregadas no ámbito do marketing non é raro pois a maioría das nosas compras están mediadas por estímulos subconscientes…
El cerebro humano es un universo marabilloso y amplio… casi infinito diría yo. El conocimiento sobre él avanza y la publicidad se lucra de ello. Cierto es que es la pasión la que mueve el mundo, si la publicidad estimula esta parte tiene mucho hecho, consigue el aprecio y cariño de sus consumidores, lo que a veces llega a nublar la parte racional de nuestras decisiones a la hora de comprar productos. La publicidad además forma parte de nuestras vidas, cada vez más, es un aspecto necesario en un sistema capitalista, en el que los consumidores tenemos la necesidad de consumir, y lo hacemos en exceso.
A mi todo el tema del neuromarketing me resulta poco ético. Creo que nos encamina a un mundo en el que las marcas nos conocerán infinitamente mejor que nosotros mismos y sacarán provecho de esto. Si lo he entendido bien, estos estudios buscan «leer la mente» del consumidor. ¿Hasta qué punto este conocimiento será utilizado a nuestro favor?
http://neuromarca.com/blog/problemas-eticos-neuromarketing/
Está bien que haya publicidad comparativa, y considero que es muy importante que se rija por ciertas normas para que no se denigre al competidor. Creo que este tipo de publicidad hace que se pongan a prueba las marcas, ya que queda a la vista de los consumidores una visión en la que se comparan cualidades de cada producto y se intenta persuadir de una manera simpática para que se consuma uno y no otro.
Encontré un par de ejemplos que me parecieron creativos:
En cuanto al neuromarketing, estoy de acuerdo con la afirmación de que lo que nos mueve como compradores suele ser más la emoción que la razón; y por esto somos tan «fáciles» de convencer ante ciertos productos que pueden parecer perfectos para nosotros por el hecho de saciar ciertas necesidades. Entonces, si somos tan sencillos de manipular por la línea emocional, ¿donde está en la soberanía del consumidor?, ¿hasta que punto realmente somos libres de elegir y comprar lo que queremos y hasta que punto las marcas introducen esa semilla que crece haciéndonos creer que queremos algo?
En relación ao tema da publicidade comparativa, entroume unha dúbida en canto a unha serie de anuncios que polo xeral utilizan este tipo de publicidade pero sen citar un nome concreto da marca á que se opón. Falo de anuncios de cuchillas de afeitar ou de cepillos de dentes que adoitan mostrar o producto malo e despois o producto que anuncian como solución aos teus problemas. Nesos casos, que eu recorde, non citan unha marca concreta de cepillos de dentes que sexa peor que a que se está a anunciar, por exemplo. Tamén se considera iso publicidade comparativa? Porque non compiten marcas entre si pero visualmente, en calquera supermercado podes recoñecer o «cepillo malo» que se utiliza na campaña.
Ex: https://www.youtube.com/watch?v=oXKOQ2dBU-U
Es lógico que haya un soporte legal y que no exista la posibilidad¨ del todo vale¨. De esta manera siempre podemos consultar hasta donde se puede llevar una estrategia en un momento dado, sobretodo cuando hay un lider que nos precede en un producto determinado , Con respecto al neuromarketing, los avances en la investigación, sobretodo en este sector, ayudan a realizar mejor el trabajo de campo, que es lo que interesa a los profesionales que se dediquen a esto.
Considero que el neuromarketing es una herramienta necesaria para impulsar el alcance publicitario en el público, ya que la simple muestra de imágenes es algo tan cotidiano que no causa un verdadero impacto ni capta la atención del consumidor como lo era en un principio. Ahora, es sabido que si un mensaje visual va reforzado con un segundo elemento que provoque estímulo(s) a otro sentido, este será captado por el espectador y generará una recordación mayor, casi asegurada. Si bien se trata de un arma de doble filo, el neuromarketing es una consecuencia más de la acelerada evolución que vivimos cada día.
Aquí un artículo que ejemplifica el neuromarketing ‘aplicado’, es decir, cómo se puede relacionar los estímulos de los sentidos con hábitos de compra: http://revistadelconsumidor.gob.mx/?p=28830
Me parece muy interesant el artículo sobre el neuromarketing y, en relación a este tema, en la entrevista a Carlos Belmonte, el científico dice algo que me parece clave: «Nuestro concepto de libertad es falso. Estamos CONDICIONADOS. La consciencia es menos del 10% de nuestra actividad cerebral en un momento determinado. Ahora se está estudiando mucho cómo se producen las decisiones y es evidente que la decisión está tomada mucho antes de que tú la conozcas conscientemente y la expliques. De hecho, cuando se modifica artificalmente una decisión, el sujeto la explica igual. Nosotros explicamos a posteriori las decisiones que adopta nuestro cerebro basándose en la memoria, en las emociones y en toda una serie de datos que se procesan de una manera inconsciente».
El mundo de la publicidad está tan estudiado y, al mismo tiempo, la sociedad consumista e irracional en la que vivimos es tan inconsciente de este hecho que da miedo solo pensarlo.
Cuando veo anuncios de línea comparativa, lo primero que pienso es… «que sucia juegan, no es justo»; y lo segundo que pienso es «debería de ser ilegal poder aprovecharse así de otras marcas dejándola por debajo de tu producto». ¿Quieres vender tu producto? Muy bien, hazlo; pero ¿tan malo es que tienes que hacerlo a costa de otro mejor que te hace la competencia? Pues mira, me parece muy injusto. Las marcas que me vienen a la cabeza de primeras son Pepsi con Coca-Cola y Don Simón; que son precisamente las marcas que más tiran de esta estrategia para publicitar sus productos. Desde mi juicio, considero que no debería permitirse seguir este tipo de estrategias que menosprecian a otras marcas, aunque al final este tipo de marcas suelen quedar por debajo de las que utilizan en su beneficio. Es aquí donde veo que los publicistas no solo se manipulan entre ellos, sino que, no contentos con no poder manipularnos a nosotros determinando nuestra forma de pensar, llegan a usar estrategias como el neuromarketing para robarnos nuestra privacidad, entrar enteramente en nuestras vidas y no dejarnos siquiera descansar de su tan intrometida publicidad. Al final los anunciantes siempre juegan sucio y en su propio beneficio, a costa de los intereses de los demás, ya sean competidores o consumidores.