La mala reputación de la publicidad.

Cosas como esta son las que hacen de la publicidad una actividad y/o disciplina que se mira con recelo. Os adjunto el spot y la información consiguiente. Sucede que la mala reputación que debe de ser de las empresas que tienen comportamientos poco responsables recae en la herramienta. Es como si se asesina con un martillo y se culpa a todos los martillos. Bien es cierto que la comunicación publicitaria no está libre de comportamientos reprobables, pero sería bueno mirar con más profundidad.

28 opiniones en “La mala reputación de la publicidad.”

  1. El titular del artículo me promete algo que al final no se cumplió. Es emotivo por supuesto, ¿pero no es esto con lo que están jugando desde hace un tiempo todas las campañas publicitarias? Acercándose al espectador, haciendo que éste se identifique con el anuncio, es como consiguen que compremos los productos que nos venden. Pero igual ese es el problema, que todos nosotros nos creemos conocedores del truco de la publicidad y al mínimo detalle que vemos que nos quieren colar algo por el camino sentimental, en muchos el escudo se pone en marcha.
    Últimamente salen en la televisión unos anuncios que precisamente lo que promocionan es la misma publicidad, lo que me da a entender que están pasando por un mal momento. También salió en las noticias el anuncio que homenajeaba a la RAE que nos pusiste en antiguos post… Lo tachaban de parodia, así que no íbamos mal encaminados.
    No hay que generalizar, nunca funciona.

  2. Coincido con Amanda en señalar que son muchos los anunciadores que recurren a la faceta emotiva, tratando de sobrecoger al espectador; creo que, por muy en guardia que nos pongamos, es difícil que no nos toque algo dentro, que no nos provoque ninguna emoción. Pero luego, esto pierde todo su valor, cuando recibimos el mal servicio que se denuncia en el artículo, o cuando lo relacionamos con un magnate que da esa imagen insolidaria e inhumana. Creo que es una gran falta de coherencia, y como vimos en clase, eso es un fallo imperdonable en publicidad. Personalmente, visioné el spot antes de leerme el artículo, y me dejé emocionar, aun sabiendo desde el principio que eso era lo que la pieza pretendía. Pero después de leer el texto, llego a esta conclusión. El mensaje puede resultar conmovedor, pero no tiene nada que ver con la realidad de esa empresa, por lo que no creo que sea efectivo.

  3. No estoy de acuerdo con el artículo, no estoy de acuerdo con mis compañeras… no porque no crea que el spot acude a la emotividad, que lo hace, si no porque creo que eso no es el quid de la cuestión. Desde mi punto de vista, lo que aquí se critica es que determinadas empresas recurran a historias que no son coherentes con su modus operandi real, ya sean campañas emotivas o no.

    La publicidad es un medio, una vía por la cual determinadas empresas se dan a conocer y acercan sus productos; Como medio y herramienta, la publicidad en mi opinión se debe concebir independientemente de «quien la encargue». No podemos tachar de «falsa» a la publicidad como herramienta si no que en todo caso podríamos tachar de falsos los contenidos que transmite respecto a lo que la empresa muestra posteriormente, incoherencia, que definitivamente se volverá en su contra.
    Por desgracia, esto es algo que muy poca gente ajena al mundo de la comunicación se plantea….

  4. Concordo cos comentarios anteriores, tanto os de Ana e Amanda como a contraresposta de Carolina pero eu engadiría algo mais. Non podemos saber (a non ser que o investiguemos) co visionado dun spot quen está detrás del, sexa a compañía publicitaria ou sexa a propia marca que se quere propagandizar, pero non vexo en absoluto mal os anuncios moralizantes. Aínda que os vendedores do produto non o fagan dese xeito, aínda que os que idearon ese spot sexan as ratas mais apestosas do universo, non vexo mal un pouco de concienciación moral, e facer recapacitar ás persoas sobre o que acontece no mundo. Realmente prefiro ver algo así que non algúns anuncios publicitarios chorras que o único que fan é estorbar e non ofrecen nada a cambio.
    Non defendo que se utilice a sensibilidade emotiva das persoas para vender un producto, e menos cando sabemos que a actuación dos propios ofertantes non é a que se ve reflexada na propaganda (como dicía Ana Vigo, hai que ser coherentes), pero ben é certo que unha compañía publicitaria ven sendo ao fin e ao cabo unha empresa que ten que ofrecer o que o seu comprador lle pide, e nela non debería recaer a responsabilidade. É como se unha persoa pide un calmante muscular a un farmacéutico, este recétalle un e o comprador tómase a caixa enteira. A culpa non é do farmacéutico, a culpa é do que utilizou ese medicamenteo con outros fins. Pois neste caso a culpa non é do que fai o anuncio, senón do que o pide e se aproveita del e da súa carga emotiva, e de querer dar unha imaxe falsa.

  5. En primeiro lugar gustaríame sinalar que o anuncio é tenro, pero en ningún caso fai saltar as lágrimas, polo menos a min, en parte porque xa son tan numerosos este tipo de anuncios que intentan tocar a vena sensible, que perden efectividade.
    Por outra banda, creo que esta empresa e os seus representantes o único que logran é quedar mal e de hipócritas. ¿Cómo se lles pode ocurrir facer un anuncio moralizante se el/eles son os primeiros en transgedilo, ademais, radicalmente? Un anuncio deste tipo non pasa desapercibido; basta que unha persoa sepa quén se atopa detrás para que o sepa todo o mundo, e máis aínda, se se trata dunha empresa tan famosa.
    Baixo o meu punto de vista, é totalmente contraproducente, e gañarían moito máis se non se anunciaran, porque só van ver cómo aumenta a súa mala reputación. É moi arriscado facer iso, aínda que estou segura de que foron mínimos os casos que sairon á luz… Por que, ¿quén se pon a investigar? O normal é deixarse levar pola emotividade do anuncio e disfrutalo… ou non, porque se esto se repite, os cidadáns van deixar de creer, aínda máis, na publicidade; pero, en ningún caso, debemos culpar a esta, senón ás persoas que fan un mal uso dela.

  6. Me pasó igual que a Bianca, el anuncio no me hizo llorar pero sí es verdad que el componente emotivo lo tiene en cantidades industriales. Desde el punto de vista moral está mal que un producto con tantos antecedentes negativos se venda con un anuncio tan cargado de buenos valores. Pero eso lo hace cualquier producto. Todos ellos intentan llegar al consumidor echando mano de la emotividad, como es el caso de True Corporation. Lo que pienso que no se puede hacer es juzgar a un producto solo por venderse de la mejor manera posible, aunque sea haciendo gala de lo poco en común que tiene con sus principios. Es el producto el que corre el riesgo de salir perjudicado, ya que una vez que sabes cómo funciona, ves la trampa en el anuncio y el efecto es el contrario. Como pieza audiovisual a mí me parece muy lograda, creo que es un muy buen anuncio porque sabe a dónde atacar para conseguir que el espectador conecte con lo que está viendo.

  7. Aunque no nos caiga bien Dhanin Chearavanont, aunque veamos detestable la manipulación emotiva del spot, como pieza audiovisual es impecable. Ya no solo a nivel práctico y de estilo, si no a nivel comunicativo; a partir de una idea, juega con la emotividad del espectador para situarlo en otra; la calidad de los servicios de True Corporation. Sin duda es una estrategia muy inteligente, en la que seguramente haya mucho dinero invertido.
    En cuanto al spot en si, me parece pretencioso. Creo que va directo al corazón del espectador, jugando con valores universales, para luego ofrecer un servicio que, según dice el artículo, es de una calidad bastante dudosa. Si True Corporation se dedicara a mejorar sus servicios y no a hacer campañas de dudosa credibilidad, a lo mejor este artículo estaría escrito en términos positivos.

  8. Dejando a un lado la calidad del producto audiovisual (muy buena) o la dudosa coherencia entre mensaje y emisor, el principal problema que encuentro en este tipo de spots es su capacidad de «emocionar». Me explico. Cada vez más se echa mano de la faceta sensiblera para conectar con el espectador, empleando todos los tópicos lacrimógenos a su disposición aún sabiendo que no tienen nada que ver. Y esto, en mi opinión, crea lo contrario: insensibilización. Personalmente vi el vídeo y no me he emocionado. ¿Soy un monstruo? No lo creo, sencillamente estoy tan acostumbrada a productos a lo «Lo imposible» que muy pocas cosas logran realmente tocarme la vena sensiblera, porque sé que al final, en la mayoría de los casos, se trata de un gran acto de hipocresía por parte del anunciante/grupo de personas tras el contenido. Sé que es una generalización, que no se puede meter en el mismo saco a todos, pero deberían andarse con cuidado y no sobreexplotar la capacidad que los humanos tenemos de identificarnos y compadecernos los unos de los otros, porque al final acabaremos por no hacerlo.
    ¿La campaña logró crear grandes beneficios? Probablemente. No es anuncio que se olvide. Pero creo que quizás aquellos que se informaran un poco más del producto que se vende cambiarían de idea. E incluso quizás se indignaran. Y espero que sigamos indignándonos por muchos años más con estrategias como estas.

  9. Pues yo sí voy a confesar que los pelos de punta sí se me pusieron con el anuncio pero igual depende un poco de lo cerca que te pueda coger un caso así o que soy muy sensible, quien sabe…
    Desde luego, a mí me parece que una campaña debe ser consecuente con lo que se sabe de ella en la calle. Es como sí ahora Ryanair sacara una campaña de sus vuelos dando a entender que son seguros, alabando su atención al cliente o cualquier cosa… Seguramente del anuncio se hablaría por el contraste entre el anuncio y la realidad.
    Por eso, aunque una compañía gaste millones en campañas publicitarias, su mejor publicidad sería un buen servicio y el boca a boca. Porque por muchos anuncios emotivos que pueda sacar una empresa, si un amigo me dice sus problemas con ella, yo no caería…

    PD. Hablando de Ryanair, me acabo de dar cuenta… No tiene campaña publicitarias, ¿no? ¿Sobrevive sólo con el boca a boca? Curioso…

  10. «El anuncio que hace llorar al mundo» así es como han titulado esta noticia. No cabe duda que no todo lo que se ofrece en la publicidad es realmente lo que hay detrás de ella. Me explico. No somos capaces de saber que es lo que hay detrás de las compañías. Ofrecen visiones sentimentaloides y que tocan la fibra de las personas. Pero hay que ir más allá. Ver que hay realmente detrás de las compañías que se publicitan así, que probablemente lo único que hacen es encubrirse a si mismo y sus chanchullos ocultos.
    Pero la publicidad es así. Está obligada a hacer ver lo que no es en muchas ocasiones (no siempre) porque lo que se pretende con ella es hacer que se compren los productos que se publicitan. Es el fin que justifica sus medios: ganar dinero.

  11. Está claro que si un producto es malo, la publicidad no va a obrar el milagro de hacer que lo que vendes sea vendido. No sé si en Tailandia todo el mundo sabe la verdad acerca del señor Chearavanont, o si también es de interés común la calidad de los servicios de True Corporation. Suponiendo que así sea, la compañía ha perdido dinero y tiempo en algo inútil, porque aunque canten la canción más hermosa del mundo, lo único que van a vender son discos. Bueno, por lo menos habrán aportado algo artístico para la música.

  12. Antes deste anuncio eu nunca oíra falar de True Corporation (como supoño que lle pasou a moita xente) e agora fixéronse moi populares. Ben sexa polos seus productos ou por ser uns hipócritas, todo este novo recoñecemento foi grazas ó anuncio tan «sensiblero» que acabamos de visionar e que cumpleu sen dúbida o obxectivo de toda campaña publicitaria: dar a coñecer o producto que anuncian. Que a empresa sexa coñecida por este anuncio en concreto pode ser bo ou malo depende de como se mire; se a persoa coñece a situación desta corporación e o falso que resulta o spot vindo dela pode resultarlle perxudicial pero, pola contra, se non é o caso, pode ver incrementados os seus beneficios. Eu, por exemplo, xa visionara este anuncio antes de ler este artigo e non tiña nin idea de que True Corporation fose unha empresa tan mala nin me preocupei en averigualo, ó mellor tamén porque non tiña pensado contratar os seus servizos.
    O que está claro e que se o producto é malo, por moi bo que sexa o anuncio, non servirá de nada.

  13. Personalmente me parece que este anuncio es muy exagerado, demasiado sensacionalista y demagogo, aunque puede que a mucha gente le guste y emocione. Estoy totalmente de acuerdo con el enunciado de la propia entrada: la publicidad es una herramienta que utilizan como quieren aquellos que tienen como finalidad vender un determinado producto, por lo tanto, los límites morales de esta herramienta vienen determinados por estos últimos.
    Así, el anuncio de True Corporation pone de relieve una corriente publicitaria que está bastante vigente actualmente (de un modo más o menos exagerado) y me parece un tanto cruel, ya que se apelan a las esperanzas de la gente en el panorama social actual, donde las emociones están a flor de piel y los deseos y expectativas de futuro de mucha gente se han dio a pique por la situación económica.
    Además, a mi modo de ver, estos anuncios dejarán de emocionar (si no lo han hecho ya) a la gran mayoría del publico, porque hay tantos anuncios en este tono que el espectador directamente desconecta y/o está acostumbrado, ya que está tan curtido a este tipo de anuncios que ya no le tocan la fibra sensible, y entonces… ¿¿que será lo próximo?? Desde mi punto de vista, opino que la publicidad es una herramienta que, además de hacer llorar, puede hacer reír por ejemplo, y pienso que son mucho más efectivos aquellos spots que apelan a la risa que al llanto, pero es mucho más difícil hacer reír que hacer llorar.
    Por otra parte, el anuncio de True Corporation me parece, como señalaban mis compañeros, que si tiene una buena calidad audiovisual, pero sin embargo no tiene una buena labor comunicativa, es decir, yo no me enteré de qué se encargaba la citada empresa hasta que no leí el artículo. Además, el spot rompe la clave de coherencia con el servicio dado por la empresa (como señala el artículo), quizá sea un intento de un lavado de imagen, pero los spots no hacen milagros y la primera publicidad que tiene que tener una empresa es el boca a boca propiciado por dar un buen servicio y por las actuaciones de aquellos a los que los espectadores y/o consumidores ponen cara a la empresa.
    La sensación que me ha producido este spot es parecida a la que me producen los anuncios de los bancos, que tienen una gran calidad como producto audiovisual, pero al tratarse de un banco provoca rechazo, supongo que propiciado por los jaleos que han sucedido, aunque puede que a alguna gente les llene de esperanza…

  14. Aunque la marca disfrace su objetivo de lucro con una publicidad enternecedora, el público, pese a que en un primer momento se deje conmover, llegará el punto en el que la decepción con el servicio o producto sea tal, que se transforme en sensación de fraude. Como bien se dice en el artículo, se burlan de la inteligencia del consumidor, con minidramas baratos que nos bajan las defensas frente a lo que nos están vendiendo. La reacción a este tipo de insultos puede ser mucho más dura y crítica, haciendo que el boca a boca se convierta en un fusilamiento para la marca. Para evitar esto, las campañas publicitarias deberían ser más fieles a la marca y a lo que ofrecen.

  15. Sinceramente, a mí el anuncio no me parece nada del otro mundo. Cae en todos y cada uno de los tópicos de la sensiblería mal entendida y el hecho de saber la verdadera realidad que se esconde detrás del producto no ayuda a que suba mi estima por el spot. Creo sin ningún tipo de duda que este tipo de publicidad es, a la larga, fallido e inútil. No me despierta ningún instinto subversivo que, aunque sepa que es fruto de una manipulación, me conduzca a la compra de un determinado producto. Lo único que veo son hilos por todas partes. Hilos artificiales movidos de la manera más pordiosera posible por un conjunto de personas que se han creído que por relatarnos la historia más tópica del mundo y recurrir a música sensiblera estándar, vamos a derramar una lágrima. Este no es el tipo de publicidad adecuado. Me gusta ser manipulado, pero con estilo. No quiero que me lo resbalen por la cara como un crío esperando a Papá Noel.

  16. Estoy totalmente de acuerdo con Alejandro. Es una pieza sensiblera que pretende dar un mensaje de positivismo, confianza en las relaciones humanas. Hacernos creer en la bondad de la gente. Al finalizar esta historia sensiblera, bastante bien contada, salen el eslogan y la marca. Supongo que para intentar asociar mensaje y marca. La sorpresa viene cuando al leer el texto de la noticia te das cuenta que en realidad es una oda a la hipocresía. El anuncio es bueno pero a mi como consumidor no me gusta que me la intenten colar. Hay que ser consecuentes a la hora de promocionarse. Sino que se lo digan a los de Aquarius y la alcaldesa que renunció a su coche…

  17. No se puede comprar tan fácilmente al publico con un anuncio tan sensiblero,¿o si? No todos nos ponemos a pensar en que hay detrás de un spot bonito y que nos hace incluso llorar, no todos buscamos información o estamos al corriente de los autores de la marca o de como llevan a cabo sus negocios, y de esto se valen para colarnos su producto no tan maravilloso de una forma muy simple. Si nos distraen con un anuncio que nos llega haga sentir lastima y nos parezca de los más bonito, lo que consiguen es que pensemos automáticamente que la marca esta 100% vinculada con esos hechos. Por eso creo que debemos estar mas atentos a lo que vemos y escuchamos, porque muchas veces los anunciantes se valen de la desinformación que tenemos. La mayor o menor atención que prestemos creo que esta directamente vinculada con la realidad que nos toca vivir en cada momento, por eso hoy en día no nos dejamos engañar con tanta facilidad por los anuncios de los bancos, por ejemplo y tomando el ejemplo que pone Laura, con el que estoy de acuerdo.

  18. Con este tipo de anuncios sensibleros lo que se pretende es llegar al corazón de los espectadores y emocionarlos hasta el punto de que decidan contratar nuestros servicios o comprar un producto en particular. Lo peor viene cuando después la compañía no cumple lo anunciado. No digo que esté mal este tipo de publicidad donde lo que se busca es la lágrima fácil, al contrario, es una manera tan digna como otra de promocionarse, lo peor de todo es que se intenta jugar con los sentimientos de las personas intentando convencerlas por la vía emotiva de que compre o contrate una serie de servicios que, como dice el artículo, al final no se verán satisfechos. Lo que provocará que el espectador tenga sentimientos encontrados y no se vuelva a fiar nunca más de esa marca. Por lo tanto, este tipo de publicidad tiene que hacerse con cuidado y vigilar de cumplir lo prometido para conseguir así a unos consumidores fieles.

  19. Una vez visto el «anuncio que hace llorar al mundo», lo primero que tengo que decir es que me parece algo exagerado esta denominación. Es un anuncio emotivo, pero no creo que haga llorar a todo el mundo, aunque sí que llega a emocionar.
    En segundo lugar, más allá de su efectividad o no, creo que el spot está filmado de una forma correcta, y en este aspecto, no hay nada que objetarle.
    El problema es que si el producto no funciona, o no tiene las características que uno desea, por muy buena que sea su publicidad, no tiene nada que hacer. Aunque nos cautive con su campaña, una vez que vayamos a probar el producto no querremos repetir. Si hago un anuncio muy bueno de un quitamanchas, si el quitamanchas ensucia más la ropa, el producto no funcionará y por lo tanto, fracasará. Y nuestra imagen de marca se verá perjudicada enormemente, puesto que la marca «miente», ya que realmente no ofrece lo que nos intenta vender. Por lo tanto, para que el producto y la publicidad funcionen es necesario primero centrarse en crear un buen producto, y después encargarse de su estrategia publicitaria.

  20. Leon Tolstoi pegaba a su mujer mientras escribía Ana Karenina, y eso no cambia que sea una de las más grandes novelas del mundo. Lo mismo se puede aplicar a cualquier otra disciplina artística; que el autor traicione sus propios ideales no quiere decir que su obra sea más o menos buena. A pesar de esto, es cierto que en el ámbito publicitario existe lo que se conoce como publicidad engañosa, pero en este caso aunque el mensaje del spot no coincida con la actitud real de la compañía, me parece que más allá de dar a conocer la empresa transmite un mensaje que puede resultar muy positivo para la audiencia.

  21. Por muy emotivo que sea el anuncio, la gente tiene que ser capaz de ver más allá, de ser avispado, por otra parte las campañas publicitarias deberían de ser filtradas de algún modo, no se debería jugar así con los sentimientos de la gente, con la decepción de aquellos que tienen buenas intenciones, pues lo único que conseguirán es el rechazo absoluto y por ello deben de ser honestos o su credibilidad se verá gravemente afectada.

  22. Quizá aquí entremos no dilema de si unha empresa de comunicación debe grabar un spot como este cando, a pesar de que está impecablemente grabado e comunica perfectamente ben, está mentindo. É totalmente responsabilidade da marca, ou a empresa que a vende tamén ten parte de culpa? É normal que se culpe a todos os martillos cando éstes teñen a capacidade de negarse a ser a ferramenta coa que se comete un asesinato, e non o fan. Porque detrás da ferramenta que é a publicidade, hay xente que leva a cabo as campañas. Non estou decindo que a culpa sexa toda da publicidade, porque é obvio que é un traballo, ofreces un servicio ó cliente e está ben pagado. Pero si sabes que estás grabando algo para vender unha marca de martillos que non valen para nada, que son un fraude, e que non valen nin para asesinar a nadie, decindo que son estupendos e moi bos, por moi ben que o fagas sabes que estás mentindo, e a xente vaise a dar conta, antes ou despois. O que non pode decir a empresa que grabou este spot ahora, e que non sabia nada e que eles solo grabaron o anuncio, porque contribuiron á mentira da marca á que representaban con dito anuncio.

  23. La mala reputación de la publicidad es evidente hoy en día, por ejemplo, si analizamos los spots de la cadena Atresmedia: «7 minutos de publicidad para que puedas disfrutar de este contenido». La obligación para explicar al espectador que necesita la publicidad para financiar el contenido que desea ver es un síntoma de problemas. La publicidad pasa por una mala racha, en mi opinión por su presencia, excesiva por momentos, en todos los formatos y vías posibles.
    Este fenómeno de la alta exposición a la publicidad conlleva a la necesidad de innovar en la misma, y ante la duda, los intentos de tocar la fibra sensible del que está al otro lado de la pantalla aseguran una efectividad, o al menos una llamada de atención. «El anuncio que hace llorar al mundo» no es más que otro ejemplo de este fenómeno, una forma de llamar la atención del espectador despertando un sentimiento que no rechaza, que abraza; un «algo» positivo.
    La mala reputación de la publicidad no es más que una respuesta a los intentos de la manipulación, como este anuncio. De todas formas, personalmente no relaciono la situación, la metáfora del anuncio con el anunciante. Inconscientemente sí relacionamos la positividad, ternura o amabilidad que sentimos con la marca o empresa, pero no nos va a engañar un anuncio bonito a confiar en un banco, al menos no a ciegas.
    Estoy de acuerdo en que se culpa a todo el colectivo del «advertising» de manipulación y engaño, pero no debería. Deberíamos nosotros, los espectadores, aprender a diferenciar y a estar prevenidos ante todo tipo de publicidad, igual que si utilizamos el martillo (siguiendo el simbolismo propuesto) tendremos cuidado de no golpearnos al clavar el clavo. Todo consiste en saber utilizar la herramienta cómo puede ser más útil.

  24. La emotividad y el humor: ambas parecen ser las claves de la publicidad actual. Muchas marcas utilizan el humor para sus campañas, sea lo que sea lo que anuncien. Y las que no lo hacen, suelen utilizar la emotividad. ¿Es eso malo? No. Malas son las intenciones. Como dicen en este artículo, de nada sirve que hagas el anuncio más sobrecogedor del mundo, que lo grabes a la perfección y lo vendas al público como algo que caracteriza tu marca, si a la hora de la verdad, la comunicación es pésima en el trato real con el público. Por supuesto, hablo según lo que se menciona en el artículo y en relación con el mensaje final de este aclamado spot. Objetivamente, olvidando la marca y que esta cumpla lo que diga o no, personalmente no me gustan las cosas tan exageradamente emotivas. Me parece que en el fondo, hace que no sientas las emociones como las sentirías si no te obligaran a sentirlas. No se si me explico. Es demasiado forzado. Pero nos guste o no, este anuncio ha sido un éxito. Millones de personas lo han visto y lo comparten en Internet, anunciando a los cuatro vientos que «te hará llorar». Bueno, aún quedará gente que se crea las mentiras con las que (a veces) juega la publicidad. La diferencia que veo entre el uso del humor y el uso de la emotividad en los anuncios es que, generalmente, al ver un anuncio humorístico no siento que estén intentando engañarme, simplemente creo que quieren llamar mi atención y que les recuerde. Pero cuando veo un anuncio como este, lo que creo es que nos toman como tontos y creen que vamos a aceptar todo lo que nos cuentan. La mala reputación de la publicidad… nunca se perderá mientras siga habiendo anuncios como este.

  25. La noticia no me sorprende demasiado. Que el anuncio sea bueno y emotivo no quiere decir que la empresa promotora del mismo también lo sea. Buscan venderse y publicitarse, de una forma que, nos guste o no, es efectiva. A todos nos hace sentir cosas; a mi, por ejemplo, me hizo llorar. Pero es que yo soy muy dada a sensibilizarme demasiado y con esta campaña, cargada de sentimientos y de emociones, más aún.
    De todas formas, lo dicho, que nos haga llorar o reír…en definitiva, sentir, no quita que no seamos capaces de ver más allá y de no ser tan ingenuos como para creer que la empresa lucha contra «el mal», «la corrupción», «la pobreza», o cómo queráis llamarlo. Son una empresa, buscan su beneficio. ¿Hipócrita?

  26. Estoy de acuerdo en primer lugar con la visión de Amanda, de que muchas veces ya de entrada nos ponemos un “escudo”, para defendernos de un mensaje que sabemos va a tratar de tocar nuestra sensibilidad. Y no para hacernos un favor a nosotros, sino a los propios emisores del mensaje. Y esto es algo que no me parece moralmente correcto: que se utilice la sensibilidad de los demás para un beneficio propio.

    Están muy bien las películas que nos hacen llorar, libros que nos hacen reflexionar, etc etc. Pero porque el fin último es que nos sirvan de algo a nosotros. Los espectadores. En ese caso, que los emisores nos transmitan su punto de vista, sus valores y todo lo que quieran. Somos al fin y al cabo nosotros los que salimos “al encuentro” de estas obras, comprando el libro o yendo al cine. No es el caso de la publicidad: es ella la que, interesadamente, sale a nuestro encuentro.

  27. «Se asesina con un martillo y se culpa a todos los martillos». No puedo estar más de acuerdo. La publicidad es un medio por el cual enviar un mensaje. El hecho de que el mensaje que se esté enviando no sea coherente con la «manera de ser del emisor» no quiere decir que ese mensaje sea malo. Creo que erroneamente se ataca a la publicidad por los mensajes que se mandan cuando el verdadero «culpable» esta detrás. La hipocresía moral de una empresa recae en este caso sobre una obra publicitaria que en ningun momento se merece tal desprecio.

  28. Por supuesto esto no debe desmerecer la publicidad como técnica o actividad, sería ridículo. Pero sí que son interesantes los casos que se comentan en el artículo, que demuestran una teoría: si la publicidad se dedica a mostrar unos determinados valores que el espectador no asocia al producto anunciado, van a ser rechazados sin mediar pudor alguno por la incongruencia de lo que se muestra. Algo así está pasando con los nuevos anuncios de Bankia o Novagalicia Banco. Una muestra mínima de esperanza, alegría o cualquier otro valor positivo que aparezca en un anuncio firmado por estas entidades resulta irrisorio. Se han creado una imagen que no es sencillo derribar aunque se trabaje concienzudamente en su lavado de imagen. Va siendo hora de que busquen un nuevo nombre corporativo.

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