Siguiente paso, la marca verbal.

Os dejo un par de enlaces para completar lo que explicaremos en clase. La marca verbal, el nombre, es la denominación de los productos y empresas y por tanto el primer elemento de comunicación. Estratégico y a veces olvidado. Leer esto y esto y que os sirva para lo que viene por delante. Feliz domingo o feliz día en que leas esto.

47 opiniones en “Siguiente paso, la marca verbal.”

  1. La verdad es que nunca me había parado a pensar acerca de la importancia que puede llegar a tener un nombre o un símbolo en una marca y sus ventas. Sin embargo, no puedo dejar de darle la razón al autor cuando habla de la indiscutible alianza que se forma al juntar un logotipo con una marca en casos, por mencionar los del texto, como Lacoste o Coca-Cola. Es innegable, que la publicidad hace que compremos más, aunque tal y como se explica en el texto, muchas veces olvidemos los anuncios vistos o escuchados. No obstante, me parece increíble que un solo nombre pueda hacer triunfar a una marca. Sin duda, estoy de acuerdo en que un nombre difícil de pronunciar puede ser un impedimento a la hora de recordar la marca, pero no creo que sea tan decisivo como se afirma, por ejemplo, en el caso de Nike o Aspirina.
    Por tanto, opino que, si bien estoy de acuerdo en la importancia de un nombre que enganche, como también un buen eslogan , (algo que no se menciona en el texto, pero que a mi modo de ver puede tener muchísima importancia a la hora de el cliente recuerde la marca) a la hora de crear una marca. Sin embargo, no creo que sea un pilar tan importante como se menciona, (aunque si con un gran poder a la hora de la venta, sin duda) como para llegar a afirmar que solo de él depende el éxito o fracaso de una marca determinada.

  2. Comparto por completo la opinión acerca de la gran importancia que posee la marca de un producto. Principalmente porque se trata de la cara de la empresa, de la imagen. Es lo que los consumidores observan y escuchan de forma continua, y algo que, si se hace bien, puede sobrevivir más de cinco segundos en su memoria. Ese es el objetivo, también.
    En mi opinión la marca ha de ser, como el autor dice, simple, breve y con impacto. Obviamente tiene que atraer y llamar a un público que se encuentra bloqueado y sumido en un estado de completa indiferencia respecto a la publicidad.
    Del mismo modo considero que el éxito llega cuando deja de ser una simple marca, cuando ya no es solo un nombre. Triunfar implica convertirse en un símbolo para los individuos, en un significado con el que se identifiquen. En algo que les importe, al menos.
    Eso es lo complicado, y por lo que se lucha.

  3. Me parece bastante evidente lo explicado en los links sugeridos. Una marca hace, por lo menos, la mitad del trabajo a la hora de promocionar un producto. Si sabemos que un pantalón es de Massimo Dutti, o de Emilio Tucci, o de Carolina Herrera, necesitamos una campaña de marketing menos agresiva que la que se necesitaría para promocionar, por ejemplo, un pantalón de «Belbina», una hipotética marca que acaba de salir al mercado.
    En determinados casos, como el de Nike o el de Armani, como se explica en el texto, no es necesaria ni siquiera una palabra: con el símbolo del «tick» o el del águila, y nosotros ya tenemos toda una serie de informaciones previas sobre el de este símbolo. Hasta tal punto llega la influencia que tienen sobre nosotros.
    Y es que la publicidad de estas marcas la encontramos en todo y está disponible para todos: no importa si lo consumimos o no. Salimos a la calle y hay un macro cartel de la nueva película de Warner Bros, encendemos la tele y tenemos un anuncio de la nueva colonia de Armani o entramos en internet y miles de pop-up nos bombardean con publicidad de Gucci, El Corte Inglés, Adidas… Son nombres sencillos, fáciles de recordar, pegadizos.
    Por lo tanto, es innegable lo importante que es un buen nombre a la hora de dar bombo a un producto.

  4. **COMENTARIO CORREGIDO**
    Me parece bastante evidente lo explicado en los links sugeridos. Una marca hace, por lo menos, la mitad del trabajo a la hora de promocionar un producto. Si sabemos que un pantalón es de Massimo Dutti, o de Emilio Tucci, o de Carolina Herrera, necesitamos una campaña de marketing menos agresiva que la que se necesitaría para promocionar, por ejemplo, un pantalón de “Belbina”, una hipotética marca que acaba de salir al mercado.
    En determinados casos, como el de Nike o el de Armani, como se explica en el texto, no es necesaria ni siquiera una palabra: con ver el símbolo del “tick” o el del águila, nosotros ya sabemos a que marca en concreto se está refiriendo, porque ya tenemos toda una serie de informaciones previas. Hasta tal punto llega la influencia que tienen sobre nosotros.
    Y es que la publicidad de estas marcas la encontramos en todo y está disponible para todos, no importa si lo consumimos o no. Salimos a la calle y hay un macro cartel de la nueva película de Warner Bros, encendemos la tele y tenemos un anuncio de la nueva colonia de Armani o entramos en internet y miles de pop-up nos bombardean con publicidad de Gucci, El Corte Inglés, Adidas… Sus nombres sencillos, fáciles de recordar, pegadizos, y esto es algo básico a la hora de de dar bombo a un producto.
    En conclusión: si, el renombre de la marca es algo muy importante en lo referente a la promoción de un artículo.

  5. En el proceso de construcción de cualquier marca, el nombre debe ser lo primero y lo más importante ya que es este el que asociaremos con la empresa desde sus inicios hasta su desaparición.
    Como se recoge en el texto, la marca es lo que perdurará en el tiempo por encima de cualquier campaña publicitaria que requiere constante renovación o está incluso por encima del logotipo ya que es necesario un buen diseñador gráfico pero en mi opinión, al principio, es más necesario encontrar algo que impacte al oído antes que a la vista.
    Durante el «naming» debemos tener en cuenta que la marca deberá tener un nombre fácil de recordar, sencillo, corto, llamativo, en una palabra, vendible. Debemos darle a la marca un valor, es decir, que genere un pensamiento, un sentimiento, una determinada actitud… a sus consumidores. Si conseguimos esto, probablemente podamos competir en el mercado.

  6. Es tal la fuerza de los buenos nombres, que en ocasiones pasan a ser el nombre del propio objeto que comercializan. ¿Cuántas abuelas o bisabuelas no le llaman Natacha a la mantequilla? Incluso a la de marca Tulipán. Lo mismo ocurre con Kleenex por ejemplo. Aunque sean Colhogar, muchos nos referimos a ellos como Kleenex.

    «El éxito de los nombres dependen de la fuerza con la que se transmitan». Por más bueno que sea un nombre, si no se sabe transmitir con el entusiasmo y la fuerza necesarias no tendrá éxito ninguno.

  7. Absolutamente todo tiene nombre: los objetos, la comida, las personas,… Cuando miramos algo, lo primero que se nos pasa por la cabeza es su nombre, sin que nos demos ni cuenta. Pero aprender nombres nuevos cuesta, requiere memorizarlos; y normalmente si algo requiere esfuerzo, no lo hacemos a no ser que sea imprescindible. Las empresas, entonces, tienen que conseguir que recuerdes su marca de forma inconsciente. Y no solo eso, si no que al escuchar el nombre de su producto te vengan a la cabeza valores positivos, confianza e incluso ganas de comprarlo, y que además te acuerdes de ese nombre la próxima vez que hagas la compra. Esto no es nada fácil, ¿cómo conseguir que un par de sílabas evoquen todo eso? Pues usando la imaginación y ayudándose de las típicas fórmulas: nombres cortos, fáciles de memorizar y pronunciar,… Pero también hay marcas que han triunfado con nombres largos, difíciles de pronunciar o incluso sin nombre, sólo con símbolos. Las normas están para romperlas, hay que innovar, sobretodo si partimos de que todos los nombres «cortos» ya están registrados.

  8. Estoy completamente de acuerdo con Andrea en una cosa: el nombre de una marca puede ser tan importante y puede llegar a calar tanto en la sociedad hasta el punto en el que el producto deja de tener su nombre «como objeto» a tener el de la marca que lo comercializa. Como bien ha dicho mi compañera, este el el caso de Kleenex. En lo que no estoy tan de acuerdo es que en la sencillez del nombre de la firma resida la clave, y menos hasta el punto de determinar de antemano el éxito del producto. ¿O es acaso Kleenex un nombre sencillo?

  9. Sin duda alguna, la marca ha de llamar la atención del público para así conseguir la permanencia en sus mentes y sobre todo, no dejar de existir. Pero hay algo en lo que no coincido con el texto. Bien es cierto que la mayor parte de las marcas suelen tener un máximo de cinco letras para ser breves y que la gente las recuerde fácilmente, buscando así el éxito. Pero desde mi punto de vista, la brevedad no es algo esencial, no considero que sea de los factores más importantes, ya que marcas como Mercedes, Volkswagen o Swarovski, tienen muchas letras, sin embargo, han conseguido una gran notoriedad y que se les recuerde; incluso que seamos capaces de pronunciarlas correctamente a pesar de estar en otro idioma

  10. El nombre de la marca es a veces desde mi punto de vista lo más importante a la hora de anunciar un producto. La marca para un consumidor puede llegar a serlo todo, ya que muchas veces, cuando hacemos la compra no te paras a mirar por ejemplo que otras marcas tiene ese producto, sino que, coges directamente aquella marca que te fue inculcada desde pequeño. Por eso es muy importante pensar muy bien que nombre ponerle a tú marca, ya que parte o gran parte del éxito estará en el nombre que le pongas, porque lo primero que va a ver el consumidor será el nombre, y su función será la de atraer al consumidor.

  11. Un nombre es esencial para cualquier cosa en la actualidad, es tan importante como que para las personas es un derecho tener nombre y un deber para sus padres o tutores legales ponérselo. Al igual que las personas, los productos son esa especie de hijos para sus productores con lo que deben darle un nombre para hacer que se hagan conocidos en el mercado. El nombre tiene que tener esas cualidades que hagan que el producto sea fácilmente recordado e identificado pero no creo que sea únicamente el nombre el causante de esto sino el gran esfuerzo de promoción que hay detrás de la marca, se ha hablado de El Corte Inglés cuyo nombre no favorece a la venta y sin embargo la gran campaña publicitaria que hay detrás la hace una marca muy presente en nuestras vidas, tanto que incluso las estaciones (primavera, verano, otoño o invierno) parecen no comenzar sin sus anuncios » Ya es Primavera en El Corte Inglés». Todos conocemos a ese bar, discoteca, tienda… que está cerca de nuestras casas, que tiene un nombre muy fácil de recordar y que sirve como gancho para darse a conocer pero que únicamente es popular en nuestra ciudad o provincia ¿Por qué? porque sus dueños no tienen el poder adquisitivo como para afrontar una campaña publicitaria que les lance a la popularidad en un ámbito superior, aunque siempre podrán recurrir al boca a boca de sus clientes.
    Cuantas más veces sea escuchada y vista esa marca mejor puesto tendrá en nuestra memoria y un recurso muy útil son las canciones que la mayoría de las veces son usadas como reglas nemotecnias.
    Como conclusión, el nombre de una marca es importante pero si no tiene una apuesta promocional fuerte detrás, el nombre solo no podrá hacer todo el trabajo.

  12. Está claro que el nombre es algo importante, pero no decisivo. Creo que un buen nombre ayuda a la marca, pero si el producto no es bueno, el nombre no servirá de nada. Ahora todos vemos como algo habitual asociar Carolina Herrera o Ferrari a productos de calidad y a marcas de prestigio, pero esto no ha sido a causa del nombre, sino de sus productos. En definitiva, el nombre ayuda, pero es un complemento, eso sí, muy necesario.

  13. Coincidiendo con el autor, la marca es irreversible, a pesar de que muchas empresas lo intenten. Un claro ejemplo lo encontramos en la empresa La Bella Easo, con un producto dirigido principalmente a niños, un bollo relleno de pepitas de chocolate, a los que todos asociábamos con el nombre de Doo Wap.
    Hace unos meses la empresa decidió cambiar el nombre del producto, dando lugar a un nuevo nombre, Weikis y a la conocida cancioncita «Ahora Doo Wap se llama Weikis».
    Desconozco cual puede haber sido el motivo de este cambio, pero seguramente la gente va a seguir relacionando el producto con el nombre de Doo Wap, aunque si han conseguido que la gente recuerde la canción del anuncio.

  14. Los seres humanos nos guiamos por unos patrones según los cuales, para reconocer un producto, incluso para reconocernos a nosotros mismos, debemos asociarlo a un nombre, a algo que lo identifique. Si el objetivo es captar la atención, será evidente que el trabajo de búsqueda para la consecución de un nombre de marca logrado es esencial de cara a la promoción de nuestro producto. La historia ha provocado que las marcas verbales y los productos en sí se fundan hasta extremos insospechables, porque, ¿quién no llama Bimbo al pan de molde? Lograr esta cota es el objetivo más idílico de cualquier marca. Para ello, como siempre en publicidad, debemos situarnos en la mente del consumidor y pensar desde su perspectiva qué influencia tendría el nombre en su decisión de comprar cierta marca.

    La marca verbal es el medio de conexión, la prolongación del producto a través de la cual el consumidor lo conoce y reconoce. Por ello es esencial y una parte crucial de la estrategia de marketing de cada marca. Porque al fin y al cabo, sin nombres, nos perderíamos en una marea de anónimos que difuminaría toda nuestra concepción de la realidad.

  15. O que plantexou Sara máis arriba sobre o cambio dos nomes dos produtos é moi interesante. É certo que hai determinadas marcas que trocan o seu nome por outro máis «moderno». Pasou, por exemplo, coas natillas. Todos lembramos aquela cancionciña de «Natillas Danone listas para tomar en el postre y al merendar»; pero, anos despois, déronse en chamar Danet. Supoño que foi para manter unha identificación concreta (Danet de Danone, como o Danacol e para diferencialo das natillas correntes).
    Así e todo, en certas ocasións a publicidade apodérase de nomes que non lle corresponden, dos nomes comúns. É dicir, se hai un sector da publicidade que lle dá nome as cousas, hai outro que llo quita. Por exemplo, no mundo do fútbol (e seguro que tamén noutros deportes), a liga española sempre se chamou Liga de Fútbol Profesional (LFP), pero dende hai uns anos se chama «Liga BBVA»; e a liga de segunda división agora se chama «Liga Adelante» (o slogan da empresa). Pero ocorre o mesmo noutros países. A liga inglesa pasou a chamarse «Barclays Premier League» e a francesa, «Ligue Orange»; e de seguro que ocorrerá en moitos países máis. A onde estamos indo con isto? A publicidade está a facer que non chamemos ás cousas polo seu nome. O fútbol é fútbol. Non é nin un banco, nin unha compañía telefónica, nin unha marca de natillas. É o que é. Balompé como moito. Non lle quitemos o nome ás cousas.

    1. Antonio claro que o fútbol e fútbol, son once contra once pero detras del hai máis cousas, están os clubes e para que estes poidan persistir, necesitan subvencionamento e para iso recorren a empresas. Se unha Liga está patrocinada por un marca recoñecida conséguese un doble obxectivo: por un lado a federación pode conseguir diñeiro para repartir aos clubes do mesmo país e polo outro a marca consegue que o seu nome apareza en todos os campos de fútbol e en todas as retransmisións conseguindo un poder publicitario inimaxinable.

  16. O elección dun nome é un paso moi importante á hora de lanzar un producto de mercado. Creo que de anteman non se pode saber con seguridade se o nome elixido é bo ou malo, pero é un factor a ter moi en conta. O mesmo exemplo que plantexaban arriba cos kleenex, pasa o mesmo co pan de molde, todos mercamos pan Bimbo aínda que sexa de marca branca ou de calquer outra; e comemos Nocilla, non crema de chocolate. O nome está ligado ao producto, xa que é o vinculo que os consumidores teñen para denominalo, por iso se relacionan determinadas as determinadas marcas – cos seus símbolos e nome – con calificativos que nos recordan a ela.

  17. El nombre de una marca es la base de el resto de su campaña de promoción, de ahí su importancia. Desde luego es lo que queda fijado en la memoria del consumidor, que asociará ese nombre siempre con la compañía. De hecho, resulta difícil cambiar el nombre de un producto, buen ejemplo de ello son los zumos Pascual Funciona, que, para muchos, siguen llamándose Bio Frutas. Un buen nombre debe ser sencillo, fresco y transmitir la imagen que la marca desea. Para muestra de esto, Nike. La compañía adopta su nombre de Niké, la diosa griega de la victoria. Esto es todo un acierto teniendo en cuenta que se trata de una marca de deportes. Además, completa el mensaje que nos transmite el nombre con un logo dinámico y un eslogan simple pero que tiene mucha fuerza («Just do it»). Desde luego esta marca me ha parecido un ejemplo para crearse un nombre visto en sentido amplio, esto es, un concepto diferenciado capaz de evocar los valores de una marca y hacer que su público la conozca precisamente por tener esos valores. Como indica el texto es la base para captar la atención del consumidor, pero también de fidelizarlo.

  18. «El nombre es el primer signo de identidad»
    Creo que esta frase de Joan Costa hace un poco de resumen de lo que una marca significa hoy en día. Yo me atrevería a decir incluso que es el principio y el final. Para cualquier persona un producto no deja de ser otra cosa que una marca, y así se encarga de asociarlos, englobando en ella un gran abanico de factores que parecen pasar desapercibidos, pero que ha presentado un largo e importante trabajo para llegar a situarse donde ahora se encuentran. He aquí el éxito de las grandes marcas.

  19. Que todo debe ter un nome é unha cousa tanxiblemente lóxica. O primeiro no que observamos cando topamos con unha nova «cousa» é o seu nome e a súa apariencia, así que neste primeiro proceso de publicitación dunha empresa ou produto está claro que sí é importante a escolla dun bo nome. Existen nomes curtos, nomes loguísimos, nomes bonitos, nomes feos, nomes con garra e nomes débiles. Pode que haxa certa tendencia a un tipo de «códigos para la nomenclatura perfecta de mi negocio» (curto, chamativo, sinxelo…), mais os compradores han de ser sempre persoas e, por tanto, suxeitos con cadansúas prioridades e gustos. Por tal motivo opino que quizáis é máis unha cuestión de sorte ou espontaneidade social o motivo polo cal trunfa unha marca cun nome Z por diante doutra cun nome W.

  20. Creo que no somos conscientes (por lo menos yo no lo era) de la importancia de las marcas. Quizás esta cierta ignorancia sea la causa de que muchos negocios fracasen. La marca va a a ser lo más importante de una empresa, supermercado, etc. ya que van a ser recordados por su nombre. Debe se una marca breve y sencilla, muy fácil de recordar. Como bien dice el autor del libro, si triunfas con tu marca, la gente reconocerá tu producto tan solo con ver su icono.

  21. ¿Qué somos sin un nombre? Todos necesitamos algo que nos identifique y que nos haga únicos. Los nombres de pila resultan muy repetitivos y carentes de originalidad, hecho que se compensa con las diferencias marcadas por los apellidos y por la personalidad de cada cual. Pero… ¿qué pasaría si las marcas tuvieran nombres repetidos? No tendrían éxito ya que no les llega con una personalidad que las caracterice, sino que necesitan un gancho con el que un futuro consumidor se fije en ellas, un gancho que las haga notorias. Ese gancho es el nombre. Y aquí es donde nos encontramos de nuevo con el problema de la publicidad actual. Se le da más importancia a las características del producto que a la parte subjetiva que todo producto engloba. La marca verbal por si misma ya es capaz de transmitir muchas de las características intrínsecas al producto, sin necesidad de emplear tiempo y dinero intentando colarlo en la cabeza del espectador. Nombres como el de la línea de ropa Formula Joven evocan frescura, juventud o desenfado simplemente con dos palabras bien combinadas. Si desde un principio una empresa transmite sentimientos o características con el nombre de la marca, el proceso de acercamiento del producto al público será más satisfactorio.

  22. “En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios[…] En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba ante Dios y la Palabra era Dios[…]” (Jn 1:1-3).

    Dice Fernando Beltrán en su entrevista para La Vanguardia que “El tacto lo tenemos en la palabra”.Palabra, es la mano que te acaricia dentro, aquello que solidifica lo que eres y sientes. De este modo el mundo limitado de 1000 palabras que conforman nuestro universo interior, contribuye a empequeñecer lo que eres, lo que somos. Deberían enseñarnos a comunicar a la vez que a hablar cuando somos pequeños. Las frases que utilizamos tan incorrectamente a lo largo de nuestras vidas, nos hacen inmerecedores de esta valiosa herramienta. De tal modo que, tan sencillo se plantea la situación, lo que no se nombra no existe. ¿Quién sera el responsable?, ¿Quién nombro hambre?, ¿Quién pobreza?, ¿Quién perdedor?.
    Como estudiante primeriza en esta asignatura, en mi intento de vislumbrar que es exactamente el “campo de la publicidad”, entiendo que la publicidad, es un espectro muy amplio que puede relacionarse absolutamente con todo. Pero lo que más me asombra, es la capacidad que tiene la publicidad y en este caso el “naming”,para interactuar con mi “conversación interior”.Como se adhiere a tu diálogo interno un eslogan. Ni que decir tiene, de la cantidad de veces que me he visto decir “menudo boyicao pasa por ahí”. Me resulta casi tan incomodo como lo de la memoria selectiva, que es automática, lo hace por ti, no tienes ni que decidir. Por eso me asombra y me enfada a la vez, esta asignatura.Pienso que si utilizáramos ese poder que tiene la publicidad y la transmisión escueta y directa de la creatividad,ampliando la intención de esta, podríamos incluso estar ante una transición cultural, algo “gordo”, ¿Y por qué no?, además tenemos tecnología que nos permite expansión inmediata y casi global, tenemos recursos, en este lado del planeta no se pasa tanta hambre.
    Lo malo de esto, es la limitación del nombramiento de las cosas y conceptos, que hace que uno no tenga la mente lo suficientemente abierta y ligera (de conceptos), que nos incite a la creatividad, que nos permita acceder a lo que no está aún nombrado.Estamos tan conducidos por el significado de estas mismas palabras que estas mismas nos condenan a la constante repetición, y esto agobia. Al igual que en el Romanticismo la literatura introdujo una nueva era, una nueva época, propongo a la “Publicidad” y al arte del nombramiento con corazón e ilusión, la herramienta que nos lleve a una nueva etapa en el ser humano, que todo ese poder sirva para todos y no solo para unos cuantos. Ojo!, poder no es dinero.

  23. Enlazando con la lectura anterior que trataba sobre la necesidad actual de las marcas de personificarse y estrechar lazos conciliadores con los consumidores, los nombres de las marcas es precisamente esto lo que posibilitan. Lo que se trata es de, primeramente, una diferenciación y una vez alcanzada esta, un posicionamiento en el mercado que más allá del producto nos sugiera una imagen inmediata acerca de los valores subjectivos que promueve. Y es en esta imagen de marca en la que el consumidor se respalda a la hora de elegir dentro del mercado.

  24. A tarefa de naming non é sinxela. É importante saber que o nome verbal acompañará á marca durante toda a súa traxectoria, ben sexa para ben ou para mal. Falamos de brevidade, claridade, unha pronunciación doada e que sexa exportable a todos os países. Vemos como este plan estratéxico lles funciona moi ben a algunhas marcas denominadas paraugas, como por exemplo, Nivea. Porén, hai algo que comentamos nas clases expositivas acerca das mensaxes publicitarias en galego, sigo sen entender porque somos tan estrictos cando se trata da lingua galega. Outro aspecto reseñable é que as mensaxes en galego afástanse da nosa forma de falar. Non resulta natural ou espontáneo.

  25. Que la marca verbal de un producto o empresa es una de los aspectos más importantes creo que es algo bastante claro. Es la forma que tenemos todos para referirnos a ella, y ya solo con el nombre nos puede transmitir los valores del producto o empresa. Algo fundamental creo que es la diferenciación. Es evidente que un nombre corto, claro y fácil de pronunciar consigue más pregnancia, pero a veces un nombre más largo, o más difícil de recordar puede romper los esquemas a los que nos tienen acostumbrados, y gracias a ello conseguiremos diferenciarnos del resto.

  26. Sin duda, ponerle nombre a una marca es una tarea difícil e importante. Es asombrosa la capacidad que tienen las empresas para dar con una fórmula que memoricemos y que podamos difundir. No tengo dudas de que logrando esto, dicha marca alcanza el prestigio y el estatus del que carecen las marcas blancas, por ejemplo.
    De hecho, es tal la influencia que ejercen sobre nosotros estos nombres, que estoy segura de que muchos de nosotros hemos jugado alguna vez al famoso «Logos Quiz Game». Se trata de un juego que podemos descargar desde nuestro iPhone, iPad…y que consiste en adivinar el nombre de una marca al mostrarte su logotipo incompleto. Como anécdota, debo decir que en poco tiempo he superado todos los niveles del juego (6), o lo que es lo mismo, he acertado cerca de 250 marcas verbales. Lo más increíble de todo es que su popularidad aumenta cada día, por lo que no debo ser la única que se entretiene con él.

  27. Hay marcas y marcas, pero solo unas cuantas calan hondo en la sociedad. Como bien apuntaba Joan Costa «es sabido que la gente no compra productos, compra marcas». Con gran frecuencia rechazamos un producto porque consideramos que no va a tener la calidad del de la otra marca, de aquella que es conocida. Pongo el caso de Coca-Cola: ¿Cuántos hemos optado por gastar unos céntimos más y comprar Coca-Cola en vez de Cola Día? Gracioso pensaréis, pero es cierto. Idolatramos esta marca, tanto que nos lleva a rechazar no solo marcas blancas si no hasta marcas tan conocidas como Pepsi, su gran competencia.

    Incluso hay marcas que aplicamos para todos los productos similares. Es el caso de Bimbo: su conocido pan de molde, o «pan Bimbo»,ha repercutido tanto en el conjunto de la sociedad que automáticamente nos referimos a todo pan de molde como «pan Bimbo». Esta marca lo ha conseguido, ha logrado una gran influencia y repercusión en la sociedad. Me atrevería a decir, viendo la tendencia de la Real Academia Española durante estos años, que algún día incluso será recogido como nombre reconocido y permitido oficialmente. Similar, por ejemplo, nos encontramos con el «papel Albal».

    El éxito de una marca es un proceso largo y complejo, pero cuando de verdad se logra sus creadores salen notoriamente beneficiados. Así lo vimos y lo estamos viendo.

  28. Ponerle nombre a algo, como hemos podido comprobar con nuestros trabajos, es algo difícil que depende básicamente de la inspiración y del grado de inconformidad o conformidad (depende de como se mire) que tengamos.
    Por ejemplo, yo estoy en un quinteto de viento clásico y viví el «problema del nombre de la marca», porque no sabíamos que nombre ponerle a la agrupación. Estuvimos meses y meses proponiendo cosas pero era tan difícil escoger algo de manera definitiva… No queríamos nada de nombres típicos, poco originales, cutres que tienen algunos quintetos: quinteto Mozart, Beethoven, Divertimento,sonata, y otras formas clásicas musicales.
    Todas somos mujeres y todas vivimos en diferentes lugares así que simplemente lo que se nos venía a la mente eran las palabras: desigual, diferente… Así que tras una búsqueda de estas palabras y sus sinónimos en otros idiomas, nos encontramos con el nombre «Diaforá», una palabra griega, que significa «diferente» en castellano, que nos sonaba femenina y que sentíamos que nos representaba.
    Para que un movimiento de alguna obra nos saliese decente quizás necesitábamos un mes de ensayo, sin embargo, para encontrar un nombre que nosotras creyésemos acertado, necesitamos de meses y meses.

  29. Cambiar el nombre a una empresa consolidada es uno de los errores más grandes que se pueden cometer. La gente necesita un nombre sencillo y fáicl de pronunciar para identificar las cosas cotidianas. Por ejemplo, la famosa cadena de almacenes Carrefour. Considero un fracaso que haya personas que le sigan denominando Simago o incluso Champion porque no hay nada peor que llamen a un producto algo que no es. El que no haya dudas de la marca verbal de estos supermercados se está corrigiendo hoy en día gracias a la publicidad. La marca verbal es tan importante porque el consumidor identifica un producto con ella, por eso tiene tanta importancia que el consumidor sienta. No hay tiempo para que entienda o razone, no analiza de manera fría las ventajas y inconvenientes del producto. Lo principal son las sensaciones, que se traducen en un nombre fácil, positivo, eufonico, atemporal, remarcable, original…

  30. O nome dun produto pode chegar a ser tan importante como o este. Un bo nome para unha marca unido a unha boa campaña publicitaria pode facer que tras anos de comercialización os consumidores comenzemos a chamarlle ao produto co nome da marca, o cal é moi importante xa que isto pode convertir á susodita marca en hexemónica. Por poñer un exemplo, sería o cao de Nocilla ou Coca cola. Dito isto, se o produto que se comercializa non é bo, a marca verase contaminada por el.

  31. Bueno, respecto al tema de marcas como Nestle o Danone (como decía más arriba Antonio), que aprovechando el éxito y reconocimiento social que su nombre tiene, «deciden dejar su sello» en el resto de productos que elaboren como Nestlé con Nesquik, Nescafé o Nestea. Es indudable que el nombre de un producto, la marca, va a repercutir -queramos o no- en el consumidor, por tanto, vale que tal vez no sea el modo correcto de crear un nuevo producto, como señalaste un día en clase, pero vamos a ver, somos humanos, y por tanto cuanto más cómodo nos resulte algo mejor (no podemos negarlo).
    Si yo llevo toda la vida comprando chocolate Nestlé, y me gusta, en cuanto vea que la empresa saca otro producto como por ejemplo el Nesquik, voy a confiar en la marca, lo cual supone una clara ventaja para ellos, ya que saben que juegan con ese plus que tal vez otro «cacao en polvo» no. Todo comodidad.

    * Por cierto, querría hacer un comentario respecto a lo que dijo Sara sobre los Weikis de «ahora Doo Wap se llama Weikis». He de decir que yo sigo sin entender el porqué de este cambio, creo que no se les pudo ocurrir un nombre más ridículo porque Dios no lo quiso. Con lo bien que sonaba Doo Wap… Así que si alguno de vosotros algún día se da cuenta de que el periodismo no es lo suyo, y se le da por crear una marca, por favor, no le pongáis un nombre tan absurdo como Weikis.

  32. Claro que a marca ten un papel importante nunha empresa, pero para que esa marca consiga triunfar necesita dunha potenciación dese nome e para iso é necesario unha boa publicidade e un nome que sexa fácil de recordar e a vez que teña algo en común co produto que oferta. É por esta razón que un novo produto que sae a un mercado xa consolidado ten moi difícil que alcance o éxito desexado. Estamos acostumados a falar de marcas, pero cantas delas son recentes? Porque Nestle, Danone, BBVA, Cocacola.. como aparecían en comentarios anteriores son nomes que levan no mercado moito tempo, pertencen a empresas que non apareceron fai pouquiño. Polo tanto, para novas empresas quizais deben entender que é moi difícil alcanzar importancia no mercado, e o importante e ter claro o ámbito ao que vas dirixido e facilitarlle o acceso a el cun bo prezo, calidade e facilidade para acceder a el.

    Por outro lado, como dixeras na clase, é moi fácil perder o prestixio da marca. Véxase o exemplo de Ikea. Se para a súa comida tivese outro, ninguén a relacionaría coa marca sueca. Porén, o nome Ikea apareceu en todos os medios como culpable de vender comida con bacterias infecciosas e por conter carne de cabalo, e por culpa disto a cadea de mobles máis famosa de Europa vai ter ese manchón no seu historial pese a que o restaurante sexa un valor engadido ao produto principal.

  33. Como la gran mayoría de mis compañeros opinan, estoy de acuerdo en que la marca verbal de un producto o de una empresa es un recurso definitorio de ella que le aporta un poder inmenso en el mercado y frente a los consumidores. Cierto es también que hasta ahora no había caído en dicha importancia. Pero, leyendo el texto, he ido matizando mi opinión. Por ejemplo, con respecto a la imagen de la marca, a veces llego a pensar que supera con creces lo que es la propia marca verbal, el propio nombre, Puede que, en un momento inicial, para impulsar el producto, el recurso que más cale en el mercado sea el nombre, pero poco a poco, a medida que el producto se fagocita con nuestros consumidores, se crea la imagen de la marca, que, bien hecha, desde mi punto de vista, puede llegar a suplir las carencias de un nombre que no sea excesivamente bueno. Esta reflexión me la vi apoyada más adelante cuando Joan Costa hablaba de que la impregnación de una marca en la sociedad supera el impacto inicial. Por último, algo que me llamó la atención es lo de la marca ying-yang, ¿realmente esto siempre se cumple? Lo de que siempre vaya ligado el sonido de una marca con su escritura me parece que no siempre es así, y lo digo desde la experiencia, ya que hace poco me enseñaron un juego del móvil en el que te ponían los símbolos de marcas y tú tenías que adivinar que marca era, escribiéndola claro. A mi me tocó el símbolo de Volkswagen (ahora bien escrito por que lo acabo de consultar) y fallé al no saber cómo se escribía, a pesar de conocer perfectamente de qué marca se trataba.
    En resumen, estoy bastante de acuerdo en todo lo que Joan Costa dice sobre la marca verbal, pero creo que es más complicado de lo que parece generalizar ciertas capacidades de ella, ya que depende mucho del tipo de mercado en el que naveguemos y del tipo de consumidor al que queramos dirigirnos.

  34. El nombre de una marca es casi tan fundamental como la calidad, y digo casi porque si carece de calidad acabará por desaparecer. Cierto es también que poner un nombre puede ser una tarea dificil y que al final lo más absurdo puede acabar siendo la mejor muestra de ingenio.
    respecto al cambio de nombre de algunas marcas que mencionan muchos de mis compañeros, para mi es en la mayoría de los casos un sinónimo de error. Es cierto que a veces es obligatorio debido a motivos empresariales o porque el nombre indica algo del producto que en realidad es falso (ejemplo de bio frutas pascual o las natilas danone, ya mencionado arriba).
    otra cosa con la que coincido es con que el nombre de algunas marcas acaban por asociarse con ciertas cosas, como bien puesto está el ejemplo del papel albal o el pan bimbo. Como caso personal, en mi familia ocurre con el colacao, ya que todo lo que se le echa a la leche con sabor a chocolate se le denomina de ese modo.

  35. El nombre de la marca es fundamental a la hora de lanzar un producto al mercado. De acuerdo con el autor la marca ha de ser un nombre breve,sencillo y sobretodo impactante, basicamente porque lo que primero llega al consumidor es el nombre y este debe ser fácil de recordar para el mismo.De todas formas si el nombre es bueno y el producto malo no nos sirve de mucho.
    Por otra parte y haciendo referencia a los ejemplos de Kleenex ocurre algo parecido con la máscara de pestañas o el rímel,termino derivado de la marca registrada Rimmel.

  36. Estos documentos me han ayudado a darme cuenta de la importancia real de un nombre, de una marca. Hasta ahora consideraba tan importante o más el logotipo de la empresa que la marca. Sin embargo, en este momento me he dado cuenta de que lo que pervive siempre es el nombre, los logotipos muchas veces varían. Si bien es cierto, que sería difícil imaginar cambios drásticos en logotipos como el de Coca-Cola, pero aún así la marca sobreviviría sin problema alguno. Véase por ejemplo el caso de Movistar o Marca, cuando cambiaron los logotipos después de muchos años y ahí siguen. Después, quisiera destacar la importancia que algunas marcas tienen llegando incluso a apoderarse del nombre del producto. El ejemplo de Aspirina es perfecto para ilustrar este hecho. Este producto de la farmacéutica alemana Bayer se ha apoderado de lo que bien podría ser llamado «comprimido de acido acetilsalcicilico». No es el único, casos parecidos corresponderían a alimentos como Donuts o Pan Bimbo.

  37. En muchos casos, la fuerza del nombre hace que pase a ser el nombre del propio objeto, y no de la marca en si. Casos como Kleenex, Sonetone (esta me ha sorprendido bastante) ¡y mismo el Colacao! La de veces que hay Nesquik en casa y en el momento del desayuno se escucha un «pasame el colacao»
    El éxito de los nombres está claro, sin duda. En ocasiones transmite mas buen nombre, con gancho, con fuerza, que un imagen.
    Así como decía antes un compañero «las cosas por su nombre»

  38. La lectura es muy interesante, pero con todos mis respetos, no cuenta nada que no sepamos. Quizás no lo sepamos definir ni adornar de una manera tan bonita un texto, dotándolo de carácter de riguroso experto. Pero si algo sabe todo el mundo es que, la marca y su imagen, valen más que ningún activo de la empresa. La mayoría pedimos una aspirina en vez de una pastilla para el dolor de cabeza, o una coca-cola para referirnos a un refresco de cola. Pedimos por marcas de manera inconsciente, incluso hay gente que las defiende como si formaran parte de ellos mismos. Pero esa imagen no sólo hay que tenerla. También hay que conservarla…

    1. el éxito de un nombre casi es un resultado…como dar un título a un libro y luego en la librería lo elegimos y lo compramos.Tiene que tener muchas calidades…trato de estudiarle en esta asignatura…

  39. leyendo todos vuestros comentarios he entendido el recorrido que se puede hacer para llegar a decidir el nombre de un producto…la elección es como un recorrido todos los comentarios paso después de paso…

  40. Está bastante claro, tal e como comentaron algúns xa con anterioridade, que o nome dunha marca é tan fundamental como o propio producto. Temos que considerar á hora de establecer un nome para un producto que hai infinidade de factores que ter en conta, e e que a finalidade do producto e ser comercializado e coñecido por todos. Un deles e a brevedade. Este factor foi demostrado ó longo dos anos xa que os productos cun nome sinxelo e breve chegan moito máis ó usuario. Por outro lado debe ser un producto cuxo nome sexa claro e ben intelixible para que non se den confusións ou mesmo os usuarios non consigan pronuncialo correctamente. Cantas marcas hai como «Schweppes» que moitos de nos nin sabemos pronunciar. Estes nomes teñen que ter a propiedade de ser perfectamente recordados polo que a sinxeleza e a brevidade en moitas ocasións e o fundamental. Por outro lado temos que considerar que o noso producto pode ser internacional polo que o nome debería ser pronunciado con facilidade no resto de países.
    Un dos problemas que vexo á hora de establecer o nome é que en moitas ocasións o nome solapa o producto. É o caso de Cola cao, como xa se comentaba, ou por exemplo Casera (gaseosa) ou Pan Bimbo (pan de molde) en alguns casos.
    A conclusión disto é que a tarefa de poñer o nome a un producto e complicada aínda que non o pareza e debemos recordar que ese nome é para «sempre»

  41. Cando comezas a introducir un producto no mercado está claro que o nome terá que despertar en nós algun sentimento (positivo) para que poidamos interesarnos no producto, se ben, neste momento inicial, non creo que sexa o máis importante. Neste instante o que prevalece é o que o noso producto lle pode ofrecer a audiencia que outros similares (ou completamente distintos) non o fagan. Pero cando xa está asentado o conto é outro. O nome é algo que se introduce nas nosas mentes e, se este adquire a notoriedade suficente, chegaremos a relacionalo sistemáticamente con outros produtos similares pero con outro nome diferente. Ademais, se se quere renovar o produto, o único que non poderemos variar será o nome. Podemos cambiar o resto das características ou engadir outras novas pero o nome debe permanecer intacto. Xa que se caemos no erro de buscar outro nome para o mesmo producto, sería comezar de novo, a xente confundiríase e probablemente as ventas caerían.

  42. Pues sí, la marca verbal quizás sea más importante que el producto en sí. Es la identidad que hará que nuestro bien o servicio tenga algún éxito o se precipite al fracaso. De ahí que los encargados de esta difícil tarea tengan que exprimir todas sus neuronas en conseguir un logo y un nombre que tanto mantenga el eje de nuestra campaña, como que evoque a nuestro producto y que, lo más complicado, llame la atención de su público objetivo y sea interesante. Hay que saber jugar tanto con las formas (colores, letras, símbolos…) como con el contenido (significado,parecidos, sinónimos, antónimos…).
    Y con la correcta combinación de ambos obtenemos una venta asegurada.

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