Supongo que empiezan a llegar cientos de alumnos de Periodismo a este blog, avidos de conocimiento, expectantes ante el mundo que se les abre, concentrados ante la necesidad de comprenderlo todo, nerviosos ante la sensación de que su vida cambia por completo ante la lectura de este blog…Este texto es un modelo de lo que no hacer en publicidad. La credibilidad es un elemento básico de los mensajes publicitarios. Parece raro, pero es así. Las marcas necesitan ser fiables, creíbles. Para empezar esto, os pido que echéis un ojo al blog y a las cosas que publicamos con la gente de Audiovisual y sobre todo a este video.
Yo no podría haberlo dicho mejor.
El sistema educativo está hecho para destruir las mejores mentes y hacerlas dóciles e individualistas. Nos imponen un ritmo que quizás no es el óptimo para la mayoría de nosotros, haciéndonos caer en la ansiedad y vivir bajo una constante presión. Formamos parte de un mundo repleto de calificaciones, de competitividad, en el que parece que no llegarás a nada si no pisas a los que te rodean. Un sistema que se alimenta de las comparaciones entre los alumnos de sobresaliente y los de aprobado raspado, haciéndonos creer que los únicos que valen en esta vida son los primeros. Donde para «obtener trabajo» has de machacarte continuamente para acabar poniéndote límites (además de los que ya te impone el propio sistema educativo de por si), algo absolutamente incompatible con la creatividad y las mentes abiertas, a las que este sistema está acribillando descaradamente.
Vaya, qué grata sorpresa encontrarme aquí con este vídeo. Lo había visto hace unos años, y sólo me acordaba de dos o tres cosas que me marcaron bastante… y también de las que me hicieron gracia, todo hay que decirlo.
No puedo estar más de acuerdo con la crítica a la escuela tradicional y al sistema educativo actual. Está perfectamente diseñado no para ayudar a que cada uno encuentre aquello que más le llena, sino para fabricar futuros trabajadores que se incorporarán al sistema productivo. De ahí que a la creatividad se le de poca o nula importancia. De ahí que los estudiantes no sean tratados como lo que son (personas), sino como meros números, como calificaciones.
Eres la nota que sacas en los exámenes. Si obtienes de 8 para arriba resultas brillante, te prestarán toda la atención posible y más. En cambio, si bajas del 5… te quedará la etiqueta de «mal estudiante» durante muchos años, y los profesores sólo te harán caso ocasionalmente para recordarte el despojo social que eres.
¿Tiene sentido? No. ¿Quién necesita más dedicación, el de las buenas notas o el de las malas? Creo que no hace falta que responda. Y otra cuestión: ¿El de las malas notas es en todos los casos menos inteligente y capacitado que el de las buenas? Muchas veces, no. Lo que ocurre es que, aunque el objetivo del sistema sea crear monigotes en serie orientados al mundo laboral, no somos todos iguales. Por lo tanto, cada estudiante tiene unos puntos fuertes y unas debilidades, unas necesidades u otras, y mayor o menor nivel de adaptación al sistema educativo. La forma de enseñar una determinada materia, o la importancia de ésta, puede resultar idónea para que un estudiante desarrolle todas sus capacidades, y absolutamente inútil para que otro lo haga.
El sistema educativo seguirá teniendo resultados mediocres mientras siga en esta línea de tratar a todos por igual, de dar más prestigio a unas materias que a otras y de matar la creatividad. Pero el problema no está en reformarlo. El problema está en querer hacerlo, porque un sistema educativo así es el que interesa a los grandes poderes.
Finalizando ya con este ladrillo que he soltado, me gustaría recomendar una película-documental que trata este tema en profundidad. Se llama «La educación prohibida», y muchas cosas de este vídeo me han recordado a ella. Por ejemplo, la frase de «Si no estás dispuesto a equivocarte, nunca harás nada original.» En la película que menciono, se explica que Edison llo intentó 1000 veces antes de inventar la bombilla. Cuando le preguntaron qué se sentía al fracasar reiteradamente de esa forma, respondió que él no lo veía así. Para él, la bombilla era un invento con 1000 pasos.
Estoy de acuerdo contigo.La puntuación académica puede resultar frustrante para ciertas personas y desmotivar a alumnos inteligentes a los que le cueste más una asignatura que otra, tal y como se dice en el vídeo.Por falta de asignaturas en las escuelas especializadas en todos los ámbitos quedan muchas virtudes desaprovechadas.
No obstante, también creo que la puntuación sobre diez puede ser útil ya que ayuda a los jóvenes a ver que es lo que se les da mejor, lo que les ayudará en un futuro a escoger sus estudios y su futura profesión. Asignaturas que en la educación primaria se desconoce, como por ejemplo la química o la economía, pueden descubrirnos intereses que desconocíamos que, sin ser en la enseñanza obligatoria, no habríamos descubierto.
Pese a ello, coincido en que si debería haber una oferta mayor de asignaturas en ámbitos más variados de los que hay actualmente y facilitar el acceso a ellas.
creatividad en las escuelas porque es importante.que los niños puedan utilizar la fantasía, el concepto que existe otra manera de pensar además de la normal consecuencia de la lógica.Ceratividad como asignatura? éste es Desarrollo! Robinson defende defiende su idea, entretiene el público y los convence, es CREATIVO. Una buena reflexion!
“Somos educados para perder la creatividad”.¿una verdad absoluta?
A educación que recibimos non fomenta a creatividade pero por outra banda cada un é libre de utilizar o seu tempo fóra das aulas libremente para deixar voar a súa imaxinación, (con axuda ou non de cannabis e outras substancias, como tantos grandes artistas). Pero o 95% da xente prefire sentarse a estudar ou a facer o que o profesor mandou para o día seguinte e así sacar un 10. Agora seriamente, creo que é un problema de prioridades, preferimos cumplir coas nosas obligacións antes que cumplir os nosos soños.
Medrar a través de la creatividad, en mi opinión, se puede aplicar a absolutamente todo aquello que se haga con atención y pasión. Es responsabilidad de cada uno llevarla a cabo, en cada uno de los actos que se elija, ¡Como si es todo el rato!. Ayer mismo, el tendero que me cerró la bolsa de pistachos, lo hizo con tal concentración y atención, que hizo el nudo más bello que he visto en mi vida. ¿Con esto que quiero decir?, que no solo la «correcta educación» facilitan la expresión de tu creatividad, estar atento y abierto a ver la creatividad en lo más sencillo y cotidiano es igual de importante, creo que se nos escapan muchos detalles a lo largo del día que pueden impulsar una idea y es por falta de atención. Para mi la creatividad no es solo lo mejor del ser humano, si no que es el sentido fundamental de el ser humano, expresar la creatividad individual en cualquiera de las formas existentes, edades y posibilidades.
Y aprovecho también, para hacer saber a mis captores, que encuentro incongruente vivir examinada.
Este señor nos expone de una forma carismática ese problema tan difundido en la sociedad actual. Esa pregunta tan ardua de ‘¿Realmente soy feliz?’. El sistema es una barrera, es evidente. Al fin y al cabo todos acabamos claudicando y respondiendo arrodillados ante Pink Floyd. Ladrillos en el muro. Sin duda los habrá partidarios del marxismo materialista que afirmen con las cabezas bien altas eso de ‘igualdad de oportunidades es nuestro lema’. Aplausos, aplausos. Claro que sí, igualdad de oportunidades. Pero no limitación de las mismas porque, oye, es que las diferencias son el cáncer de la sociedad.
Desde un punto de vista más amplio el sol brilla igual para todos pero no todos se percatan de igual manera de su existencia. Todos somos seres humanos y todos somos mágicos, parémonos un segundo a pensar y reflexionemos un segundo acerca de las impresionantes obras que la humanidad ha llevado a cabo. La novena sinfonía de Beethoven, el ‘Ulysses’ de Joyce… somos las primeras criaturas capaces de ser conscientes de nuestra condición, todos tenemos talento, todos somos artistas, como tan acertadamente se afirma en este vídeo. La educación que planificamos, esa vida de prisas, de agobios, de sentirse incompleto, eso mina nuestro ánimo por crecer. Y envenena nuestro espíritu. El hecho de soñar es tan atrevido que a día de hoy ya no somos valientes para reconocer que lo hacemos. El universo de mentes apretadas se deshace en alabanzas por esas personas que se machacan con esos preciosos libros de texto tan magníficamente estructurados y obtienen tantas matrículas de honor y reconocimientos meritorios. Se ha llegado incluso a criticar actitudes proclives a la ensoñación, a la persecución de objetivos inconcebibles. A criticar e incluso a desapremiar. El camino está fijado con fuego, y un paso en falso te hace arder entre los brazos de tanta condescendencia. Somos envidiosos, y no somos felices. El por qué no está claro, lo único evidente es que existen ciertas ‘normas’ tan enraizadas en nuestra conducta que ni por asomo llegamos a cuestionárnoslas.
Este vídeo llama a la lucha, a la constancia por ser diferentes, por brillar. Por vivir felices. Simplemente por vivir.
El sistema educativo en el que estamos inmersos congratula la capacidad de atención y de retención de conocimientos para luego durante hora y media de examen ser capaces de llenar folios y folios con párrafos repletos de estos supuestos conocimientos. Por convención, este es el proceso aceptado por la sociedad actual y apenas ha evolucionado desde su popularización, como bien informa el Sñor Ken Robinson, a lo largo del siglo XIX; y así seguirá siendo hasta que seamos capaces de crear un sistema alternativo al existente, porque pese a estar de acuerdo con el discurso del vídeo donde se critica la condena del sistema hacia quienes no encajan en sus pautas de orden y jerarquías, no sería capaz de proponer una alternativa a toda la red de aprendizaje a la que estamos acostumbrados, pero confío en la capacidad de innovación del ser humano para buscar una solución racional que redirija el camino de la educación y como consecuencia del mundo laboral y del sistema capitalista que viven una de las mayores crisis de la historia a las que aún se trata de buscar salida.
Eduardo, no creo que sea necesario, como dice el Señor Ken Robinson, tener que cambiar todo el sistema educativo. Lo que si es imprescindible de cambiar es que cada alumno pueda expresar su punto de vista y tener sus propias ideologías, ya que con la forma actual de educación, los alumnos se están convirtiendo en máquinas que piensan y hacen todos lo mismo. Hay que premiar la imaginación y fomentar ha que los niños sean capaces de sacar sus propias conclusiones.
Quizás una solución sería que los colegios e institutos incentivaran las actividades extraescolares, ya que aunque existen, necesitan más presupuesto y más interés por parte de las organizaciones públicas para conseguir el éxito necesario y que todo el mundo pueda acceder a ellas. Sería una solución práctica para que los jóvenes realizaran aquellas tareas que más les gustan, además de permitirle olvidar la rutina diaria de los estudios. Es una forma de compartir experiencias y de desarrollar facultades que no conozcas de ti mismo.
¡Hombre! mira que vídeo tenemos aquí, ya lo había visto hace tiempo. Y es que está en todo lo cierto. El actual sistema educativo del que formamos parte no está diseñado adecuadamente, priva a grandes mentes de sacar el máximo provecho a sus aptitudes y presiona a otras, que no inferiores, inyectándoles un extra de competitividad. Lo peor del caso es que esto llega a tal punto que cada vez hay más falta de compañerismo debido a esta carrera por ser el mejor, ¡por dios, si hasta hay alumnos que rehacen sus apuntes para dejárselos a sus compañeros con información errónea!
Lo que se está logrando con esto no es crear futuros trabajadores eficientes, sino máquinas, que solo conozcan sota, caballo y rey.
Quedar marcados por un mero examen, que puedes tener un mal día o simplemente salirte mal sin más, en vez de dejar volar la creatividad de cada uno como individuos diferentes.
Y es que no todo es estudiar, solo hay que saber explotar nuestro talento, ¿o no son ejemplo de ello Bill Gates, Mark Zuckerberg o Leonardo Da Vinci?
E isto ven de máis arriba, pois cremos que todo o que nos dan é a realidade. O sistema político artellado, as leis, os tempos de vida, as modas, as costumes… vivimos inmersos nunhas «normas establecidas» coma se fosen as ideais, e isto en moitas ocasións non é así (e temos medo a cambialo, problema).
Así e primeiramente está o sistema educativo, xerme de todos os futuros existentes. A educación é a base da nosa sociedade actual e vindeira, e hoxe en día temos montadas unhas maneiras de educar seguramente boas para outros tempos máis industriais e requeridos de máis traballo mecánico, pero non para o actual. Defendemos continuamente a necesidade da educación pública e igualdade de oportunidades (eu o primeiro e sen dúbida), mais ás veces é complicado compatibilizar isto coa diversidade das mentes e o seu xeito de formación. Aínda así e como ben dicía o meu compañeiro Adrián tamén é elección nosa o que faigamos co noso tempo libre dende unhas determinadas idades, se non é demasiado tarde…
Michael Jordan era un rapaz americano que adoitaba suspender matemáticas, non pasaba moito por clase e pasaba o día nas pistas de xogo. «Deixa de xogar ao baloncesto e ponte a estudiar matemáticas Mike, non vas a vivir diso!» lle dicía a profesora. Aí lle andivo… non digo nada e dígoo todo.
Deixade de comer libros e comédevos o mundo.
Nuestro sistema es sencilo: se les enseña a los niños desde que entran en el colegio hasta que salen de la universidad lo que necesitan para, si son los mejores, llegar a ser profesores de universidad, lo máximo a lo que pueden (y deben) aspirar. Ni más, ni menos; Se deja a un lado la creatividad. Se elimina toda posibilidad de ser imaginativo porque no es necesario, todo viene dado y bien explicado en los libros. Se crea así un bucle, en el que los profesores preparan a alumnos para que les sustituyan. No cabe duda de que son necesarios los profesores, los médicos, los avogados o los periodistas. Pero no todo se reduce a eso, hay un término medio: no todo el que toque un pincel va a ser pintor, ni el que baila tiene por qué querer dedicarse profesionalmente a ello, ¿no puede un médico tocar también la guitarra? Pero desde pequeños nos han insistido en que hay que centrarse, y así tenemos a miles de personas especializadas hasta extremos isospechados, con graduados, másters y doctorados. Se saben de memoria la teoría de la especialización X, pero no aportan nada nuevo, no son capaces de inventar o ser creativos. El sistema les ha ido quitando poco a poco su imaginación; les ha inculcado que quien se dedica al baile es porque no sabe estudiar, que la pintura es para perdedores o que la música no les va a dar de comer. Un sistema competitivo en el que los que consiguen abrirse paso van coleccionando títulos. Esto antes por lo menos garantizaba un puesto de trabajo, pero ahora ni siquiera eso. Tiene que suceder un cambio, y sólo lo conseguiremos si usamos un poco la imaginación.
Muy de acuerdo. Aunque destapar un problema suele ser más fácil que arreglarlo.
La educación debería ser más completa, es muy fácil decirlo, eso lo sabemos todos. Pero a día de hoy ni siquiera la mayoría de la población (española) sabe hablar inglés fluido, que vamos a hablar de creatividad…. Poco tiempo y muchas cosas que hacer…
Muy de acuerdo. Nuestro sistema educativo se semeja con una caja: tiene «barreras» y salir de ellas nos da miedo, es decir, nos da miedo atrevernos y confundirnos por ello. Es un sistema demasiado metódico, en el que prima saberse al pie de la letra unas 40 páginas y en el que no se propicia a la creatividad, pues todo saber debe ir unido a esta. Es la única forma de avanzar.
O salimos de esa caja finita o la creatividad y la imaginación serán cosas que, un día, alguien le contará a sus nietos. Puede que exagere, pero así me lo IMAGINO yo.
Este vídeo nos plantea un debate interesante entre educación y creatividad. Los niños, cuanto más pequeños, más creativos. La causa de esto, yo creo que se debe a que no están «contaminados» por la sociedad ni acatan sus normas. A medida que avanzan en edad, ven su creatividad estancada por un sistema educativo limitado en el que prima la igualdad de oportunidades, se inculcan unos conocimientos homogéneos en todos los campos y eres visto como un «raro» si intentas ser original y no seguir lo establecido. Estaría bien que cada individuo fuese tratado como lo que es, diferente. Pero aunque soy crítica con el sistema, no se me ocurre otro alternativo.
Nuestro ministro, José Ignacio Wert hace apenas una semana decía «los jóvenes no deben estudiar lo que les guste sino lo que les emplee». En mi opinión, las instituciones deberían plantear un cambio y asumir posibles riesgos si se quiere avanzar sino nos estancaremos con este sistema del s. XIX para siempre y para mí, la creatividad no significa ausencia de avances sino lo contrario . Deberíamos ser educados en la innovación, en buscar alternativas, no ser robots que seguimos una metodología sin saber el por qué y sobre todo, vivir felices haciendo lo que nos gusta porque nos será más fácil y obtendremos mejores resultados.
El vídeo me parece muy interesante ya que plantea la posibilidad de una reforma en la educación actual en el mundo, un tema que tiene mucha importancia, ya que los niños de hoy, serán los adultos de mañana.
Este hombre, critica como, a lo largo de los años, se han superpuesto las matemáticas o las lenguas a otras disciplinas como las artes que han pasado a estar «marginadas».
Es cierto que quizás no tengan tanto éxito entre los estudiantes este tipo de disciplinas como podrán tener las ciencias o las humanidades pero también puede que esto se vea influido por falta de horas dedicadas a este tipo de actividades que pueden ser tan beneficiosas para la formación como un idioma extranjero.
Por tanto, opino que es correcto tratar de abarcar en la enseñanza el mayor ámbito de disciplinas posibles para poder descubrir los verdaderos intereses de cada uno que podrían estar ocultos como en el caso de la historia de la coreógrafa.
Está claro que no mundo occidental concédeselle unha prioriadade e un maior estatus as mentes científicas. Actitude totalmente errónea xa que moitos futuros artistas quedan reducidos a un pequeno ámbito por falta de recursos para poder mostrar a súa obra. En moitos casos chégase a desprestixiar as humanidade e as artes; un bo exemplo serían as condicións para acceder a unha bolsa do Ministerio de Educación, os estudantes que cursan unha carreira de ciencias teñen que ter un porcentaxe menor de aprobados e unha media total máis baixa que os estudantes de humanidades e artes. Este comportamento de valorar máis unhas ramas ca outras está moi extendido e a igualdade, como en moitos outros casos, desaparece.
Magnífico discurso. Estoy totalmente de acuerdo. Nuestros profesores a lo largo de nuestra vida se dedican a cultivarnos mentalmente, a darnos un montón de libros in tragables que según ellos son brillantes, pero a mi parecer se equivocan. Formarnos académicamente no es solo llenar nuestra cabeza de conceptos, sentarse en una silla y observar como resolvemos problemas en un folio. Sino al revés, formarnos para no resolver problemas en un folio, sino en la vida real. Me siento totalmente identificada con este vídeo, yo tuve problemas similares de concentración. Pero un brillante psicólogo le dijo a mi madre que me apuntara a arte dramático, y así hizo. Más tarde también a danza. Y por última decisión periodismo. Por decirlo de alguna forma me estoy formando académicamente en periodismo,pero por otros lados dejo brotar mi creatividad.
“Somos educados para perder la creatividad”. Una frase dura, pero tristemente cierta.
Cogiendo el horario de cualquier colegio o instituto, no encontramos con que las horas de matemáticas o historia duplican, por lo menos, a las de música o dibujo. Incluso los profesores de estas materias suele darles poca importancia e imparten un temario muy reducido y simplificado, por lo que los alumnos terminan por adoptar como algo normal que estas asignaturas se conviertan en “marías”. Por parte de las familias esto tampoco cambia demasiado. Los padres envían a los niños a música, dibujo, baile,… hasta que el niño se hace demasiado mayor y tiene-que-estudiar. Después de todo, éstas no eran más que aficiones para que los chiquillos pasaran el rato.
La sociedad alaba y recuerda a genios como Van Gogh, John Lennon, Kurt Cobain; pero parece cerrarse la posibilidad de apoyar el surgimiento de nuevos talentos. Nos lleva por el camino de las ciencias, que nos alejan de las materias más subjetivas, de aquellas más creativas. Porque esas no tienen salida, no son un “trabajo”, no sirven para ganarse la vida. No son válidas.
Mientras no cambiemos esta concepción, las artes seguirán quedando en ese injusto puesto al que las tenemos relegadas.
Y como demostración de que las artes y la creatividad conjugan a la perfección con la publicidad, recomiendo este vídeo: un anuncio de Banco Sabadell hecho con motivo de su 130º aniversario. El eslogan, “Somos Sabadell”, no aparece hasta el final, siendo la singular actuación el centro todo el anuncio.
Estoy completamente de acuerdo con el vídeo. Tenemos un sistema educativo que lo que hace es imponernos aquellas materias que nos ayuden a formarnos en trabajos que tengan mucha salida profesional, mientras que música o arte, como bien se ha dicho en el vídeo, quedan relegadas en un segundo plano, porque la mayor parte de la gente las ve como un »hobbie», no como algo a lo que te puedas dedicar y de lo que puedas vivir. Además, saber mucho de matemáticas o de lengua no significa que vayas a ser un buen profesional, ya que también influye el que te guste lo que estés haciendo. Pero en esto no sólo tiene culpa el sistema educativo, sino que también los padres y las convenciones del momento, ya que por desgracia vivimos en una sociedad en la que muchos padres obligan a sus hijos a estudiar determinadas cosas dando argumentos como por ejemplo,»Estudiarás esto porque tiene mucho prestigio», »estudiarás lo otro porque tiene muchas salida profesional» y un largo etcétera; sin dejar que sean sus hijos los que decidan qué quieren estudiar, qué es de lo que quieren vivir, ya sea como médico, como bailarín o como músico callejero.
Estou completamente de acordo. Vivimos nun mundo no que é máis importante ter un estatus, e parece que a felicidade queda relegada a un segundo plano. O ideal é realizar aquilo que faga feliz a un, porque de que nos sirve un médico, por poñer un exemplo, sen vocación, que tan solo estudou medicina para ter un recoñecemento social? Ese médico non terá ningún empeño no seu traballo, e os resultados serán nefastos.
As artes son tan necesarias como as ciencias, as matemáticas ou calquera outra das asignaturas que a nosa sociedade considera máis relevantes, e é necesario potencuialas ao igual que todas as demais. sinceramente non entendo por que son despreciadas.
Estoy de acuerdo con lo expuesto en el vídeo: la educación que recibimos puede llegar a limitar nuestra capacidad creativa.
Sin embargo, no deberíamos olvidar que gracias a esta educación básica (a pesar de estar mal gestionada), llegamos a tener conocimientos sobre temas que en un principio nunca nos interesarían. El saber no es innato. En un principio, todos debemos tener las mismas oportunidades de aprender, y luego, deben facilitarnos los distintos caminos a seguir, ya que es cierto que no «todos servimos para todo».
Habría más riqueza si nos dejasen especializarnos y explotar más nuestros gustos, pero creo que eso es algo a lo que no podemos acceder sin la información que nos proporciona una formación básica.
Estoy de acuerdo con algunos de los comentarios de mis compañeros.Sí, es cierto, el sistema es imperfecto pero ahí radica la verdadera oportunidad de abrir nuevos horizontes del saber. Me explico, considero que el modelo estándar de educación no es tan deplorable como se suele calificar, simplemente, como bien apuntaba Brais, sería necesario potenciar ciertas actividades apostando por un fluir de creatividad y máxima eficiencia por parte de los alumnos en aquellas ramas a las cuales sean adeptos. No comparto el punto de vista de » la tortura del examen», los exámenes también reflejan un esfuerzo personal más allá de las habilidades individuales. Nos quejamos de un ejercicio periodístico sin titulación pero pretendemos imponer un sistema educativo utópico y si me lo permitís un tanto..»anárquico».
Completamente de acuerdo con lo que se comenta en el vídeo.
Hace ya años que nos someten a una serie de represiones y, entre ellas, está la educativa. Desde mi óptica, no podría haber descrito mejor la situación en la que se está viendo inmersa la educación; si no estudias toda la cantidad de libros que te ponen delante no eres nadie y, lo que es peor, te hacen ver que no sirves para nada. ¿A qué consideran nada? Consideran nada a ser un erudito de las matemáticas, un ingenioso licenciado en ingeniería, un escritor perfecto y correctamente educado para serlo…Sinceramente, qué pena me da todo. Nos hemos olvidado, como se comenta en el vídeo, de la creatividad, del ARTE, de todas aquellas cosas que pueden surgir del ser humano y, lo peor de todo, es que están intentando aniquilarlo.
No sé hasta qué punto llegará esta absurda convención pero, lo que sí está claro, es que si no somos realmente conscientes de lo que están pretendiendo hacer con nuestras mentes jamás le daremos ese enorme empujón que se merece el arte, la belleza artística. No hay que olvidar que todo aprendizaje, sea el que sea, lleva consigo una disciplina y, como tal, hay que respetarla y no pasar por encima como si de aires superiores se tratase.
Estoy cansada de escuchar siempre lo mismo, que la música no da de comer, que la pintura no sirve para nada, que escribir libros no tiene futuro. ¿Qué es lo que tiene futuro? ¿Cabezas pensantes infestadas de dogmas inflexibles?
La historia de las artes creativas ha demostrado que si cultivas tu don, sea el que sea, siempre saldrás adelante; al fin y al cabo, ser feliz con lo que haces es una de las mayores recompensas de la vida por luchar por lo que quieres. Simplemente hay que hacerlo.
Desde mi punto de vista el sistema educativo precisa ser adaptado a los nuevos tiempos. Es cierto que el estrés, los tiempos marcados y los temarios inamovibles se están convirtiendo en una lacra. No se da a los docentes margen de maniobra para adaptar la asignatura a los diversos grupos de alumnos que tienen cada año, no se profundiza en los temas que interesan a los alumnos para fomentar un interés real por la materia al margen de la nota final. El guión es invariable y el tiempo para la representación limitado (buen ejemplo de ello es la PAU, que hace del curso de segundo de bachillerato un año para adaptar las materias a un modelo de examen y no para profundizar en ellas). Es de sobra conocido el desprestigio que sufren las asignaturas de humanidades y artes, lo cual no tiene sentido en una sociedad plural y diversa en la que no todos podemos o queremos ser científicos o profesores universitarios. Es evidente que en el mundo en el que vivimos lo que necesitamos es gente que solucione problemas, pero esos problemas requieren de un estudio previo. Me parece peligroso ese afán por tirar los libros, una cosa no tiene que ver con otra. Estudiar no mina la creatividad, lo que la mina es la ausencia de un sentido crítico. Eso es lo que la educación ahora no ofrece, la capacidad de de ser críticos, de no dar todo por sentado. Nos hemos criado en un mundo que parece inamovible, donde todo está ya establecido, pero las cosas pueden cambiarse y mejorarse. Ahí debería radicar el sentido de la educación: estudiar lo que ya hay teniendo siempre presente que es objeto de mejora y que nosotros, como individuos y como sociedad, tenemos las herramientas y el poder para hacerlo.
La creatividad está en peligro de extinción. Contados institutos imparten clases del que pronto pasará a ser un mito «el bachiller de artes». Sólo hace falta ver como en las clases de bachiller de diferentes institutos el grupo de ciencias es el más numeroso (ya sean de la salud o tecnológicas), le siguen las ciencias sociales (matemáticas, economía, geografía), humanidades y finalmente, artes. Y es que ¿a qué queda mejor decirle a los abuelos que vas a ser médico, abogado, empresario y derivados que bailarín?, por poner un ejemplo. El problema es que no hemos evolucionado. Demasiados inventos del siglo que pueden facilitarnos la vida, que en el fondo no nos servirán de nada. Ahora se elige una carrera por las salidas, no por los gustos personales. Los futuros estudiantes se enfrentarán a 4 años (mínimo) estudiando algo que puede que aborrezcan, en lo que no destaquen o no sean buenos, directamente. En el otro lado están los que no pueden hacerlo por diversos motivos y les sobran ganas y fuerzas. Los que quieren ser artistas, los que quieren destacar y no tienen apoyo, los que sufren desgraciadamente la involución que tiene la sociedad desde hace unos años. Es una lástima, pero es el mundo en el que nos toca vivir.
¡Cuánta razón tiene el vídeo… cuánta! Lo cierto es que estoy prácticamente de acuerdo en la totalidad de las aportaciones realizadas por mis compañeros y espero aportar un humilde punto de vista más. Bien es cierto que la educación, a pesar de haber mejorado sustancialmente a lo largo de los años, continúa presentando graves signos de imperfección y, aunque se sabe que la auténtica perfección es imposible de lograr, pueden buscarse nuevos mecanismos o copiar otros métodos ya existentes en otros lugares para intentar, poco a poco, mejorar nuestra situación. Por supuesto, ésta no es mala, pero no siempre el memorizar y las pruebas escritas deberían poder a llegar a marcar y limitar un futuro como parecen llegar a hacerlo muchas veces en la actualidad, hay miles de facetas por descubrir y evaluar que, seguramente, contienen una importancia mucho mayor y que podrían albergar la verdadera razón de ser de una profesión. Pero… no se atreve hoy en día algún ministro a recomendar a los estudiantes qué estudiar para encontrar trabajo? Sí, claro que sí, desempeñar toda una única vida una profesión sin ningún tipo de motivación parece ser la razón de la actualidad. Ojalá podamos estar a tiempo de cambiarlo todo.
Para ser humor británico no está nada mal! Este señor tiene toda la razón del mundo. Hace un mes me leí un libro sobre la educación del mundo occidental y decía algo parecido. Explicaba que actualmente, la sociedad incita y anima a los estudiantes a formarse en carreras técnicas como las ingenierías. Sin embargo, esto es lo que demandan las empresas y forman a los jóvenes para ser los obreros del futuro, no potencian en absoluto la creatividad ni la imaginación.
Por eso el discurso de Sir Ken Robinson lleva toda la razón. La enseñanza se centra en materias como las matemáticas o el lenguaje pero deja de lado las áreas mas creativas de los niños, y cuando llegamos a bachillerato son pocos los que optan por una rama artística. Influyen los gustos si, pero no se puede negar que muchos lo hacemos porque nos inculcan, tantos los padres como los profesores, que debemos escoger algo con «salida profesional». Lo escribo entre comillas porque, seamos sinceros, actualmente no se puede decir con seguridad que la tiene y que no. No hay que olvidar que las máquinas nos pueden sustituir en los trabajos técnicos, pero carecen de la creatividad y de la imaginación que posee el ser humano.
¿Cómo explicar en pocas líneas qué falla en el sistema educativo actual? Falla principalmente el afán de querer acaparar todo, dando como resultado que no se acapare nada. Se quiere formar a personas competentes en todas las asignaturas, personas que memoricen y escupan, personas que sean expertas en matemáticas al mismo tiempo que conocen todos los detalles de los escritores de la Generación del 27. De esta forma, el conglomerado de diferentes asignaturas se pretende meter en la cabeza de los alumnos sin que nadie se de cuenta de que no a todo el mundo se le da bien lo mismo, ni le gusta lo mismo, ni tiene los mismo sueños e ilusiones. Un sistema con menos materias y con una educación focalizada en el interés del alumnado sería mucho más efectiva.
Educación focalizada en aquello que satisfaga a los estudiantes. Ya está bien de atribuir más prestigio a los números, la física, la química o la biología que a otros campos. ¿Qué hay de la cultura? Pintura, música, literatura, historia, cine, deporte….en la escuela suelen ser disciplinas merecedoras de un menor nivel perdiendo mucho talento por el camino. ¿A cuántas personas les habrán desaconsejado ir a clases de música, de pintura o similares? ¿A cuántos de nosotros nos desaconsejaron estudiar Periodismo? No todos somos iguales, por tanto, no podemos ser educados de la misma manera ni ser tratados como seres sin pensamiento ni opinión.
Soy el profesor. ¿Porqué habláis tanto del sistema educativo? Me interesa otra óptica de este video y es la capacidad expresiva de una idea muy compleja. comunicada de manera sencilla y, no sólo esto, sino haciendo la estructura narrativa algo muy atractivo. Utiliza recursos muy publicitarios, síntesis, formato atractivo, orden, eje…Fondo y forma en una presentación que veo que os interesa.
Hacía mucho tiempo que no veía un monólogo tan bueno. Una vez más aparecen múltiples razones que justifican el fracaso del sistema educativo actual: penalización del error, predominancia de las materias «útiles» y que desembocan en futuros trabajos, limitación de la creatividad y potenciación de la alfabetización… Pero quisiera quedarme con la forma y los métodos que utiliza el conferenciante para captar nuestra atención. No deja de ser una manera más de hacer publicidad, de atraernos a su producto: en este caso sus propias palabras. Una buena dosis de humor acompañada de ejemplos adecuados a la situación y frases cortas y directas, que explican la realidad tal y como es, consigue captar toda nuestra atención. No quiero olvidarme tampoco de los juegos de palabras que hace o los pequeños cambios de tema, que le sirven para enlazar informaciones y no distraer al público a un mismo tiempo.
Ken Robinson fala no seu discurso no TED de creatividade. A súa presentación amósanos unha forma de ser creativos na oratoria xa que, se chega un conferenciante que vai falar sobre os problemas do sistema educativo actual e che planta un tostón impresionante, naide lle fara casó e o seu discurso perderase co tempo. En cambio Robinson emprega determinadas técnicas como a presentación de exemplos da súa propia vida para explicar diversos aspectos ou a intercalación de chistes para non facer pesada a escoita para o receptor. Isto e outras moitas cousas que se ven no vídeo serven para captar a atención da audiencia durante a totalidade do tempo que dura a intervención. Ademáis, é capaz de adaptar o seu ton de voz, facendo un bo uso das pausas, para facer que ti, que o escoitas, te atopes totalmente pendente do que vai a dicir despois.
Un vídeo que ya había visto hace tiempo pero que no me ha venido nada mal revisionar para recordar lo interesante que es.
La única pega que le veo es que Robinson tiene muy claro cuál es el problema de la educación, pero tampoco da una solución concreta para solventarlo. Estoy de acuerdo con lo que dice, la creatividad no está a la altura de cualquier otra materia que se imparta en el colegio, pero quizás la razón sea que no es sencillo valorarla. Y aquí entra otro factor en juego, y es esa necesidad imperiosa de calificar todo lo que te enseñan en la escuela, pero ese es otro tema.
De lo que aquí se habla es del poco aprecio y estímulo que se hace de la creatividad. Se ponen como ejemplos la danza y la música. Desconozco el funcionamiento del sistema educativo norteamericano, pero en España uno puede estudiar música hasta cuarto de la ESO, al igual que dibujo artístico (la danza no, es cierto que no se tiene como disciplina). A partir de ese curso uno se »especializa» y decide qué es lo que quiere estudiar, teniendo la posibilidad de escoger entre un bachillerato científico, tecnológico, humanístico, social y artístico. Como estudiante de humanidades reconozco que las materias como dibujo o música desgraciadamente no son equiparables a otras como la biología o las matemáticas (cosa que no comparto y que realmente me parece muy triste).
El sistema educativo da bastante pena. En mi caso, en el instituto solo tuve una asignatura que de verdad me hizo reflexionar e ir más allá de la propia materia: filosofía (y aún por encima ahora le quitan horas para dárselas a una asignatura tan cuestionable en su validez como lo es la religión). Y aún sí creo que en la actualidad la gente tiene más creatividad que nunca. Estamos rodeados de ella gracias a internet. El que no se abre al mundo es porque no quiere. No hay que perder la fe en intentar cambiar el sistema educativo con el que tenemos que lidiar, pero de momento el único modo que tenemos de hacerle frente es adquiriendo conocimiento por nuestra cuenta, y eso sí que lo podemos hacer. La educación y el aprendizaje van más allá de lo que a uno le puedan enseñar en el colegio.
El sistema educativo falla en muchos aspectos, Robinson tiene razón; el modo de solucionarlo es otro cantar.
Recoñezo que cada vez a rede me sorprende mais. Podemos chegar a xente que pensa dun xeito ou doutro tan só facendo un clic. A conferencias que se fixeron fai anos, ou que se están facendo agora mesmo e que seguen transmitindo coa mesma intensidade. O vídeo, divertido pero ante todo totalmente certo. Eu non sabería explicalo dese xeito nin sequera imaxinarme pensalo así aínda que estea de acordo con todas e cada unha das palabras que Ken Robinson dixo.
Eu teño outra anécdota que engadiría e é que eu tamén son bailarina, aínda que creo que non tan clara como o exemplo do vídeo. A miña profesora, que leva anos exercendo e competindo sempre conta a mesma anécdota. Ela era un as na escola, de feito acabou o bacharelato con matrícula e comezou os estudos de matemáticas na facultade, acadando tamén alí excelentes cualificacións. Pero ela sabía que pese a adorar as matemáticas o seu futuro ía por outro lado, ela adoraba o baile e era o único que a satisfacía. Así foi como con 20 anos deixou a carreira, montou unha escola (dando un gran desgusto aos seus pais) e hoxe vive diso, respondendo ao seu soño e cun soldo moi bo.
Recoñezo que persoas así hai poucas. Por que? Porque todos nos deixamos levar polo que a nosa cultura nos inculca: estudo, disciplina, cualificacións… E non nos damos conta (eu a primeira) que a realidade non está nas aulas. Está fora. Nas aulas non se crean bailaríns, como di Ken Robinson, nin se forman músicos. Estes son estudos complementarios que só se levan a cabo cando algo gusta de verdade e sempre e cando esteas nunha cidade con acceso a eles, pois nas aldeas é moi complicado asistir a clases de natación sincronizada, ou a clases de judo, porque non se ensina aos alumnos que hai algo mais fora dos libros e textos inmensos que engulimos continuamente para chuspir no exame e quitalo da cabeza.
E é certo que en moitos casos a educación deseduca: exemplo cómico o de Shakespeare pero é así. Cantos rapaces quererían montar una empresa, ter una ilusión nun proxecto, e botarse atrás porque non hai quen os apoie e porque todo o que escoitan é o mundo está mal, vas fracasar; vas perder todo.
Encantoume ao mesmo tempo a forma de comparar o atrevemento dun neno que non ten medo a dicir o que non sabe e arriscarse, con nós, os “adultos” que tememos de todo e de todos.
Algo co que estou de acordo tamén e que todos nos instruímos psiquicamente. Hai clases de literatura, de historia… pero é o físico? Dicían os gregos que a mente cultívase co exercicio físico, e nos non lle damos importancia, e cada vez menos debido ás novas tecnoloxías, aparición de internet, videoxogos etc…
Sen mais, estas palabras son vagas e innecesarias, pois o vídeo fala por si so. Simplemente un comentario de agradecemento a quen nolo fixo chegar e ao protagonista do mesmo, que me parece excelente.
Vaya, sinceramente no sé que decir, me ha dejado totalmente sorprendida. Nunca había visto este vídeo y me alegro un montón de haberlo hecho ahora. Admiro a la gente que como Robinson, es capaz de prepararse un discurso de veinte minutos y soltarlo delante de un montón de gente sin que esta se pierda una palabra de lo que está diciendo. Ayudan bastante los chistes, las anécdotas que nos cuenta entre líneas. Me gusta.
En cuanto a lo que dice, estoy totalmente de acuerdo, en todo. Tiene muy claro cuales son los problemas en la educación pública de hoy en día, las cosas que TODOS debemos cambiar, actuando juntos para que esto no siga yendo a peor. La creatividad para mí, es lo que mueve el cerebro humano. Así como que está comprobado que si usáramos nuestra intuición seríamos más felices que usando el razonamiento; así es con la creatividad, y Robinson lo dice, llegaríamos más lejos de lo que pensamos, si no nos dejáramos influenciar así sea por padres o por profesores que nos dicen que pintando cuadros, que dedicándonos al ballet (como el ejemplo que nos pone él), no llegaremos a ninguna parte. Odio las matemáticas de toda la vida, odio la economía, los números, la informática y todo lo relacionado con eso. Lo que me gusta es el arte, la pintura, la danza, la literatura, los idiomas… Y hago lo que me gusta, nada más. Si me hubiera dejado llevar por lo que «tiene salidas», no estaría ahora mismo escribiendo esto, aquí, ahora mismo. Al fin y al cabo, no es lo que nos llevan enseñando desde pequeños: lo mejor es tener la clasificación más alta, hay que portarse bien en clase, y deja tu creatividad a parte para ejercitar tu memoria. Para nada, en absoluto. Lo mejor es que estés contento con lo que haces, que eso te satisfaga, que seas feliz. Y eso no está en las aulas, no está en clase. Está fuera, en la vida real que nos va a llegar en su momento a cada uno como un porrazo en la cara, y que por el camino que vamos, no seremos capaces de contestarle.
Bravo Sr. Robinson
Se alaban mucho las capacidades retóricas de Steve Jobs, pero la verdad es que Ken Robinson no tiene nada que envidiarle. Sus charlas se hacen muy amenas, cortas e incluso graciosas. Y lo más importante: Deja un mensaje. Y el mensaje que le ha regalado al mundo es muy importante. Ken Robinson nos dice que cualquiera de nosotros puede ser lo que quiere ser, puede hacer de aquello que le apasiona su modo de vida. Nos creemos que los artistas son una especie de élite intelectual al alcance de muy pocos, pero como dijo Picasso, todos los niños nacen artistas. Y si la Educación con mayúsculas fuera como el Sr. Robinson nos pinta, el mundo sería un lugar menos gris. Lo importante es encontrar aquello que te hace vivir y no soltarlo nunca, aunque el mundo quiera que seas un médico, o un abogado. Es importante no hacerles caso, pero también es importante que alguien te diga que puedes no hacerlo, que no estás loco y que puedes ser lo que quieras ser. Gracias, Sr. Robinson.
Para acabar, quiero dejar un poema que citó en otra conferencia TED, del 2012, y es un poema escrito por W.B. Yeats.
Si tuviese yo las telas bordadas del cielo,
Recamadas con luz dorada y plateada,
Las telas azules y las tenues y las oscuras
De la noche y la luz y la media luz,
Extendería las telas bajo tus pies:
Pero, siendo pobre, sólo tengo mis sueños;
He extendido mis sueños bajo tus pies;
Pisa suavemente, pues pisas mis sueños.